—Tiene tres hijos de tres relaciones y siempre ha defendido los derechos de los padres separados.
—En nuestro programa se pide la custodia compartida. En un día como hoy (ayer), que se define como el Día Mundial Contra la Violencia de Género, creo que es hora de decir que se trabaje con los hombres, no contra los hombres. En eso el PSOE ha sido muy sectario, ha creado una ley que nos criminaliza a los hombres y nos pone en indefensión jurídica. Eso sólo puede generar más violencia. Estamos en contra de eso y a favor de la custodia compartida
Sábado, 26 de Noviembre, 2011
«Me abracé a mi padre llorando». Eso fue lo primero que hizo el actor y ahora diputado de UPyD Toni Cantó (Valencia 1965) cuando supo el resultado de su partido en las elecciones, «algo que no vaticinó ninguna encuesta». Nos recibe en el despacho de Rosa Díez, en la sede madrileña de la formación. «Hay un montón de cosas que todavía desconozco, como si tendré un despacho, qué sueldo me darán, si hay plaza de garaje para diputados...», confiesa. Tiene claro que rechazaría un coche oficial —«yo voy con el mío»— y, también, que ahora va a ganar menos. «Será la primera vez que tenga una nómina, aunque estoy convencido de que económicamente voy a salir perdiendo. Pero todo eso no importa ahora», cuenta.
—La suya ha sido una victoria ganada a base de dejarse la piel en la calle y en Twitter. Se ha entregado de verdad.
—Ha sido una campaña potente. Sabía que lo tenia difícil. Hay quien cree que esto se consigue por la cara y te puedo asegurar que no, ni las encuestas nos vaticinaban este triunfo. He recorrido toda la provincia, de los mercadillos haciendo micromítines para treinta personas a las redes sociales. Había que pelear contra la invisibilidad. Pero ha salido bien. Yo creo en la meritocracia y es que en mi casa siempre me han enseñado que con trabajo se consigue todo.
—Sé que hay que abandonar cosas. Si la ley de incompatibilidades me lo permite, intentaré hacer teatro en mi tiempo libre. El cine y la televisión está claro que lo dejo. Soy consciente de que en este momento mi principal actividad es la política y así lo entendí el día que me lancé. Desde adolescente he vivido la politica de manera intensa, porque así se vivía en mi casa. Mi padre fue de los que peleaban en epoca franquista y se reunía con gente. Durante mucho tiempo mi problema es que no creía en los políticos hasta que encontré este proyecto.
—¿Realmente piensa que va a tener tiempo libre?
—No lo sé, pero tengo claro que mi prioridad hoy es el Congreso de los Diputados porque tengo una responsabilidad muy grande con los votantes que han depositado su confianza en mí.
—¿Y qué se siente?
—Es una sensación muy bonita, conseguir algo a lo que uno aspira y saber que hay gente que está de acuerdo con lo que dices. Hoy es increíble ver cómo en un andamio o en el autobús la gente habla de la ley electoral. Los mensajes están calando. Lo malo es que el PP y el PSOE no van a querer cambiar la ley electoral y eso acabarán pagándolo. Están en un callejón sin salida.
—¿Qué se dice a un país con cinco milones de parados?
—La verdad, pero siendo responsables, sin mentir. Hay que legislar e intentar ilusionar al país, pero trabajando y creando nuevas formas de generar riqueza y con un Gobierno más austero. Hay que adelgazar nuestras administraciones, el Estado tiene que hacer lo que todos ya hacemos en nuestras casas.
—¿Le parece bien lo del «ticket moderador» en Cataluña?
—Los nacionalistas se están retratando continuamente. No hay derecho a pedir más sacrificios en sanidad mientras ellos mantienen embajadas inútiles en el extranjero, una TV3 carísima, gastan en políticas nacionalistas absurdas y es una burla que lo digan dos días después de las elecciones. Esto es un timo. El PP tampoco ha dicho lo que va a hacer. Ha sido una campaña descafeinada porque Rubalcaba tenía que intentar engañar, pero la buena noticia es que no lo ha conseguido. Los españoles no se han creído a una persona que ha formado parte del peor gobierno de la historia de la democracia.
—Viniendo del gremio del mundo del espectáculo no sé cómo le han recibido los del club de la «zeja».
—A mis amigos los tengo independientemente de sus opiniones políticas. Lo que pasa es que hay mucha cobardía a la hora de significarse. Los de la «zeja» son muy parciales. Mi problema no es que estén en el PSOE, sino que no sean críticos con el PSOE. Ahora algunos abandonan, como las ratas el barco, pero había que ser crítico durante estas dos legislaturas porque ha sido un Gobierno terrorífico. No cumplieron con un deber del arte y la cultura, y es la de ser crítico con el poder. También hay miedo porque una parte de nuestra profesión depende de ayudas públicas y sé por experiencia que cuando uno se significa paga un precio. Yo lo pagué porque en mi pueblo y otros de la Comunidad de Madrid no he vuelto a trabajar.
—Acaba un año que empezó con la mayor tragedia que se puede vivir al perder a su hija en un accidente.
—El profesor Layton decía que «la vida rima». Y yo digo que la vida ha querido que rime el peor comienzo que podía imaginar del año con un final bonito, ilusionante y trabajado. En ese sentido, como dice la canción, gracias a la vida.
—Tiene tres hijos de tres relaciones y siempre ha defendido los derechos de los padres separados.
—En nuestro programa se pide la custodia compartida. En un día como hoy (ayer), que se define como el Día Mundial Contra la Violencia de Género, creo que es hora de decir que se trabaje con los hombres, no contra los hombres. En eso el PSOE ha sido muy sectario, ha creado una ley que nos criminaliza a los hombres y nos pone en indefensión jurídica. Eso sólo puede generar más violencia. Estamos en contra de eso y a favor de la custodia compartida.
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