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- IV Congreso Internacional SAP y Custodia Compartida,en Valencia ,29,30 y 31 de Marzo 2012
Las principales víctimas son los chicos. El padre o madre que convive termina influyendo sobre el niño, a fin de que deje de visitar o permanecer horas con el otro progenitorhttp://www.losandes.com.ar/notas/2012/5/30/alienacion-parental-nene-quiere-645381.asp
En el Síndrome de Alienación Parental -SAP- el padre o madre que convive termina influyendo sobre el niño, a fin de que deje de visitar o permanecer horas con el otro progenitor. Muchas veces son inducidos para que hablen mal del otro progenitor con el objetivo de que los juzgados le quiten el día de visita.
Suele suceder que, cuando llegan los días de visita del otro progenitor, son boicoteados de muchas formas; por ejemplo la madre o el padre inventan una salida. También pueden actuar para generar culpa en los chicos: “Me voy a quedar solo/a todo el día, justo hoy que te vienen a buscar”.
Previo a la separación el vínculo ha sido bueno y no han existido abusos físicos ni sexuales. Una vez producida la separación, el progenitor conviviente comienza a influir sobre el niño, en forma sistemática, generando temor y rechazo sobre la otra parte. Esto termina produciendo que el chico tema relacionarse o inclusive declarar en su contra, falseando datos de la realidad a fin de no perder el afecto del progenitor conviviente, del cual el niño depende en su subsistencia.
Deseos de revancha personal
“Es un tema espinoso por las implicaciones técnico-legales. Muchas veces recibimos a padres que traen la información del síndrome, y tratan de justificar deseos revanchistas personales. La tarea del psicólogo se vuelve difícil porque tenemos que leer entre líneas los motivos de consulta”. Así introduce el tema el licenciado Walter Motilla, psicólogo clínico, presidente de la Asociación Argentina de Psicoterapia Integrativa.
-¿Qué es el Síndrome de Alienación Parental?
-Es un síndrome que sería entendido con un conjunto de signos y síntomas definidos en el año 1985 por el doctor Gardner, que muestra un conflicto en el que un progenitor -que generalmente convive con los hijos-, realiza una suerte de “lavado de cerebro” a sus niños en contra del otro progenitor. Generalmente este síndrome presenta características múltiples, y graves, que comprometen la calidad de vida de los hijos y de los padres; alienados significativamente. Los hijos suelen argumentar en contra de su padre o madre, inculcados por el padre alienador sin contar con suficientes evidencias. También llegan a cultivar hacia sus progenitores sentimientos de rencor u odio, desprecio, descalificación, y actitudes hostiles que llegan al extremo de negarse a tener cualquier contacto con ellos.
-¿Cómo se refleja el SAP en la vida diaria?
-Hay algunos indicadores que permiten presumir la existencia del síndrome en los hijos: críticas frecuentes, e infundadas, hacia el progenitor no conviviente; argumentaciones que no parecen ser coherentes con el pensamiento habitual de los hijos. La alienación puede darse en una gama amplia de edades, dependiendo de la madurez psicoemocional de los chicos. También se manifiesta con actitudes hostiles hacia la familia extensa del padre alienado. Los hijos se suman a una guerra fría del alienador contra el otro progenitor utilizando mentiras, intimidaciones, distorsiones de los hechos; como, por ejemplo, decir que el padre era golpeador cuando no lo fue; afirmar que era mujeriego si no lo era; o que el progenitor estaba casado por interés. Es común que hijos alienados hagan declaraciones falsas en los procesos judiciales, ya sea por temor al enojo del progenitor conviviente, o por la distorsión que genera este “lavado crónico de cerebro” donde pierden la capacidad de diferenciar lo real de lo imaginado.
-¿Cómo influyen los factores económicos en el SAP?
-Si bien es cierto que el sostén económico de los hijos es un claro indicador de la responsabilidad de los padres, también lo es el que algunos padres usan el factor económico como elemento de presión en esta ‘guerra fría’ -“te quito los víveres para que cumplas con mis requerimientos”-. Por otro lado algunos padres alienadores usan lo económico para fomentar en los hijos odio o rencor hacia sus padres alienados. Es por eso que hay que ser muy cautos a la hora de pasarles información a los hijos acerca de los conflictos económicos. Los niños más pequeños no cuentan con elementos suficientes para juzgar adecuadamente el nivel de equidad de los conflictos.
-¿El SAP se puede dar en ambos progenitores?
-Sí, pero es más común en las mujeres por el hecho de que, luego de la separación, los hijos suelen convivir con la madre. En los casos ideales, los hijos debieran tener un régimen de convivencia balanceado y equitativo que les permita compartir tiempo de calidad con ambos padres. Hay cuestiones operativas que hacen difícil este equilibrio: traslados, espacios, tiempo; por lo que hay que optimizar la calidad de los momentos compartidos con cada uno.
-¿Qué sucede cuando es el hijo el que no quiere ver al padre?
-Más allá del SAP también es cierto que hay padres que no ejercen saludablemente su rol, o no se vinculan adecuadamente con sus hijos, y puede darse que no quieran verlo. Suele ocurrir que el padre no conviviente denuncie este hecho como alienación. Es posible que, sencillamente, el hijo no quiera convivir con él por falta de afinidad personal, por rechazos a sus nuevas parejas, o por evitar incomodidades ambientales entre otros casos. Vale decir que para que exista SAP, en estos casos, deberá demostrarse que el rechazo del hijo no es personal sino inoculado por el otro progenitor de modo malicioso e intencional.
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