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lunes, 13 de agosto de 2012

Del Senado al Supremo

Lunes, 13 de Agosto, 2012
Benítez de Lugo, acusado de maltrato por su exesposa, elige desde siempre el segundo plano, pero sin dejar de influir
Imagen de archivo del matrimonio Benítez de Lugo-Kaehler, antes de decidir romper el vínculo
Su altercado con Alejandro Díaz le costó estar bajo los focos

Borja Benítez de Lugo se enfrenta al trance más amargo de su vida. Su presencia en el ámbito del poder, en esas cenas de gente bien en que se reparte el bacalao, le viene dada por el abolengo. Hijo menor de los cinco nacidos del matrimonio entre el marqués de la Florida y la marquesa de Arucas, dicen quienes lo conocen que era el más tranquilo, afable y accesible de los vástagos. Un perfil bajo, dicen otros, "pero de los que influyen".
No le gustan los focos, es cierto, pero ahora no tiene más remedio que estar en donde más calientan e incomodan las lámparas de máxima luminiscencia. Un traumático divorcio le ha colocado en manos de la Justicia merced a la denuncia por malos tratos interpuesta contra él por su exmujer, Elsa Kaehler, en días pasados.
La sociedad familiar duró 17 años. A lo largo de todo ese tiempo, Kaehler, también de familia de postín y educación teresiana, considera que sufrió el maltrato.
La causa no ha hecho más que comenzar, porque Borja Benítez de Lugo es senador del PP por la isla de Gran Canaria y goza por tanto de la condición de aforado. Es decir, los tribunales canarios deberán remitir la causa al Tribunal Supremo, órgano ante el que tendrá que responder el político canario.
Lo que ocurrió aquel día en la vivienda familiar de las lindes de Vegueta lo saben quienes allí estuvieron. Claro que como es habitual en estos casos, cada parte cuenta la historia de modo diametralmente opuesto. Él sitúa el motivo de la disputa en el plano económico y culpa a una presunta ambición de su exmujer, que no se conformaría "con el 90%" del sueldo del senador, quien añade que fueron su excónyuge y algunos de los familiares de esta quienes lo acorralaron en su propia casa aprovechando un intercambio de hijos por el régimen de custodia.
La versión de Elsa Kaehler no se parece en nada. Reacia a hablar con los medios en un primer momento, las palabras de su exmarido le hicieron cambiar de opinión. Afirma que a lo largo de los 17 años de convivencia familiar se ha "sentido maltratada". Además, asegura que cuenta con pruebas contundentes que demuestran el maltrato sufrido en la vivienda del senador hace unos días, cuando se produjeron los hechos ahora judicializados.
De momento, hasta que el Tribunal Supremo tome cartas en el asunto y el senador Benítez de Lugo pueda contar su versión de los hechos en sede judicial, el titular del Juzgado de Violencia de Género número 1 de Las Palmas de Gran Canaria ha determinado que la distancia mínima que debe haber entre ellos es de 500 metros.
Al senador se le supone un carácter tranquilo, aunque también es cierto que en uno de los episodios que más espacio le otorgó en los medios de comunicación, hizo gala de todo lo contrario.
Corría marzo de 2007 y se votaban en el Parlamento de Canarias las conclusiones de la comisión de investigación abierta para, supuestamente, dirimir responsabilidades políticas sobre los sucesos que se desarrollaron en torno al concurso de energía eólica que terminó en los juzgados.
El diputado regional lanzaroteño Alejandro Díaz no hacía mucho que había abandonado el PP para entrar a formar parte del grupo de los no adscritos. Benítez de Lugo era secretario segundo de la Mesa de la Cámara regional. Eso son hechos. A partir de ahí las versiones difieren. No pocos aseguran que el ahora senador se dirigió a Alejandro Díaz como "golfo de mierda", "sinvergüenza" y "tránsfuga" y que al ir a pedirle explicaciones el insultado su actitud hostil fue in crescendo hasta casi usar las manos.
Otros vivieron el altercado tal y como lo contó Benítez de Lugo, quien admitió haber llamado "tránsfuga y sinvergüenza" a Díaz y que fue este quien lo persiguió y llegó hasta a sostenerlo sin ánimo amistoso por las solapas.
Prácticamente es la única ocasión en que hasta la fecha ha sido protagonista. En el resto de ocasiones opta por el segundo plano, por labores de corte medio filantrópico y, en política, sirve de termómetro a Soria para saber qué se cuece en la calle.
http://www.laprovincia.es/canarias/2012/08/13/senado-supremo/476016.html

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