El grupo Dios, Vida y Comunidad invita a conocerlo
Rafael Pinzón Molina y Zazil Arciniega Romero, del movimiento DVC
Dios, Vida y Comunidad es un movimiento apostólico que tiene abiertas las puertas a divorciados vueltos a casar que quieran crecer como pareja y espiritualmente.
Por sus siglas, a esta agrupación se le conoce como DVC. Mañana viernes, a las 9 p.m., efectuará una junta en la que dará a conocer las actividades que realiza. Será en la capilla del Inmaculado Corazón de María, en el fraccionamiento Brisas (sede de la agrupación), que se ubica en la calle 24 entre 14 y 16.
Rafael Pinzón Molina y Zazil Arciniega Romero, integrantes del movimiento, explican que se busca el crecimiento de las parejas a través de actividades que duran un año, en el que reciben formación con apoyo del libro “Dios, vida y familia” de la Arquidiócesis de Yucatán.
La formación se divide en dos niveles. Las reflexiones se efectúan por grupos, con temas como “La evolución de la actitud de la Iglesia frente a los divorciados vueltos a casar”, “Diálogo y confianza, cimientos para una buena relación conyugal”, “Nuestra relación con la primera familia” y “Nuestra espiritualidad”, entre otros. Se cuenta con un guía espiritual.
Dios, Vida y Comunidad se reúne cada 15 días. Rafael Pinzón indica que el grupo quiere que los divorciados vueltos a casar se sientan parte de la Iglesia, donde tienen un lugar de crecimiento. Más información al 9991-98-65-96.- Claudia Sierra Medina; csierra@megamedia.com.mx
DVC | Bases
Comenzó a trabajar hace cuatro años con actividades para toda la comunidad.
Orígenes
La agrupación se formó por sugerencia del arzobispo de Yucatán, monseñor Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, con encargo especial a monseñor José Camargo Sosa, párroco de María Madre de la Iglesia.
Justificación
Una es imitar la actitud del Buen Pastor, la de ir en busca de todas sus ovejas, especialmente las que están más lejos del redil.
Crecimiento
Dios, Vida y Comunidad busca proporcionar medios de crecimiento humano y cristiano para que, en un ambiente de fraternidad, los divorciados vueltos a casar sientan la caridad de la comunidad eclesial que los sostiene en la fe y la esperanza, se motiven a vivir en paz y confirmen su pertenencia a la Iglesia.
http://yucatan.com.mx/imagen/dara-formacion-a-divorciados/
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