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martes, 6 de agosto de 2013

Conmoción en Reino Unido por la tortura y muerte de un niño

Martes, 6 de Agosto, 2013
Daniel Pelka fue torturado y obligado a pasar hambre durante seis meses. Ahora su madre y su padrastro han sido condenados de por vida. Un nuevo caso de maltrato extremo ha salido a la luz, con la única diferencia de que la víctima de esta historia se relacionaba en su día a día con personas, profesores, compañeros de colegio y vecinos que podían haber advertido los abusos a los que se enfrentaba.
Daniel Pelka, de 4 años, vivía en Coventry, Reino Unido. Era un niño con cara de "ángel", como le ha descrito su padre biológico, Eryk Pelka. Durante meses sufrió abusos por parte de su madre, Magdelena Luczak y de la pareja de esta, Mariusz Krezolek, ambos de origen polaco y con fuerte adicción al alcohol y las drogas. Como señala el diario ingles The Guardian, la pareja ha sido condenada a cadena perpetua por torturar, no alimentar y golpear hasta la muerte al niño.
El pequeño, que murió en marzo de 2012 por un golpe en la cabeza, vivía recluido en una pequeña habitación sin calefacción. No le alimentaban y le torturaban a base de baños de agua helada. Cuando creían que se había portado mal, le obligaban a correr alrededor de la casa. Su hermano ha llegado a declarar que más de una vez vio a los maltratadores intentando ahogar a Daniel.
En el colegio, el niño robaba el almuerzo a sus compañeros e incluso rebuscaba en la basura para encontrar algo que echarse a la boca. En casa, le obligaban a vomitar dándole sal cuando le pillaban robando comida de la despensa. Durante el juicio por su muerte, los expertos compararon el cuerpo del niño con los de las víctimas de campos de concentración. Señalaron, además, que el peso de Daniel, de 4 años, era el normal para un niño de 18 meses.
Tras su muerte, el cadáver del niño permaneció durante 33 horas en la cama junto a su hermano, hasta que la madre decidió llamar al servicio de urgencias.
Ahora, tras un juicio de 9 semanas y que ha sido concluido por la decisión unánime de los 12 miembros de un jurado popular, la pareja ha sido condenada a prisión de por vida. No podrán pedir régimen de libertad condicional hasta dentro de 30 años. La jueza, Justice Cox, calificó los hechos como “inimaginables actos de crueldad”. Y aunque no se conoce quién de los dos asestó el golpe que terminó con la vida de Daniel, ya que se culpan el uno al otro, la magistrada declaró a ambos culpables del crimen, y lo calificó como “una asociación de iguales”.
Polémica por la ausencia de los servicios sociales
A pesar de que la muerte de Daniel fue hace más de un año, el juicio ha despertado la polémica en la opinión pública británica, que no entiende cómo el caso del pequeño se ha podido escapar a la red de servicios sociales.
Durante el juicio salió a la luz que numerosos profesionales, incluso médicos y la policía, ya habían tenido contacto con la familia por el estado que presentaba Daniel. Los profesores del colegio Little Heath Primary, habían advertido las marcas en su cara, así como su extraño comportamiento que le llevaba a buscar comida en las basuras. Pero nunca actuaron.
Ahora, se llevará a cabo una revisión del caso por el consejo de protección al menor de Coventry. Todos las instituciones, empezando por el colegio, ya han sido estudiadas y los resultados se publicarán en seis semanas. Este informe revelará por qué nadie actuó a pesar de las evidentes formas de maltrato que presentaba.
A pesar de la posible negligencia por parte de los profesores, que obviaron las marcas en su cuello y en su cara, también se estudiará la falta de atención de otros profesionales. Se incluirá información sobre el pediatra que revisó a Daniel tres semanas antes de su muerte y que sí advirtió la pérdida de peso pero que no la consideró extrema, aunque haya sido comparada posteriormente con la de los niños víctimas de hambrunas en África. Asimismo, recogerá los datos sobre la policía y los servicios sociales, que un año antes ya habían intervenido en la casa, por un incidente entre Daniel y su padrastro, y que terminó con el brazo rato del niño. En ese momento la pareja declaró que se había caído del sofá.
Mucha gente se pregunta cómo al servicio de protección de menores se le pudo pasar el caso de Daniel, a pesar de las evidentes marcas de abuso que presentaba. El detective del caso, Christopher Hanson, ha explicado que Luczak era un mentiroso muy convincente. Acusaba la extrema delgadez del niño a desórdenes alimenticios cuando le preguntaban en el colegio. Sin embargo, esto no es justificación, ya que las pruebas eran claras y se debía haber hecho una investigación más profunda.
Incluso el viceprimer ministro británico Nick Clegg se ha referido al caso, tal y como publica The Guardian: “Claramente la gente debía haber visto que algo no funcionaba bien con este chico. Todos nos preguntamos lo mismo: ¿cómo pudo ocurrir?, ¿qué pasaba cuando sus profesoras le veían buscando en las basuras, cuando le veían que perdía tanto peso?”. Ha añadido que “la muerte de Daniel pesará sobre nuestras cabezas”.
http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/internacional/un-nino-cara-angel-torturado-muerte-20130803

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