Lunes, 16 de Noviembre, 2015
Yaiza Báez, letrada de familia, Carmen María Simón Rodriguez, magistrada del Juzgado de Primera Instancia número 15 de las Palmas de Gran Canaria, citan como las normas internacionales, las legislaciones autonómicas y la jurisprudencia del Supremo consideran la custodia compartida como el régimen que defiende el interés superior del menor.
Otros nombres que aparecen en el artículo son los del presidente de la Federación Canaria de Custodia Compartida, Enrique Robredo, quien manifiesta que es inadmisible que los abogados aconsejen a los clientes que no soliciten la custodia compartida. El padre que llega perdido al proceso y ese encuentra a un profesional que supone sabe del tema y va a ayudarle, se encuentra con que es su propia abogado que se supone que va a defender y proteger sus intereses, lo cuales son los mismos que los de los menores, quien le aconseja que no pida la custodia compartida. Esto debería tenerse en cuenta, pues además estos profesionales hacen gala de desconocer la jurisprudencia del Tribunal Supremo, quien ha establecido que es el régimen deseable que protege el interés del menor.
José Luis Sariego es el autor del texto que se ha presentado en la ILP a nivel nacional a favor de la custodia compartida, y que se ha marcado como objetivo la recogida de 500.000 firmas que avalen en el Congreso la aprobación de la norma. Están pendientes aún del visto bueno definitivo que autorice la recogida de firmas, en ese momento se dispondrán mesas para la recogida de firmas.
Ana María Pérez del Campo y Ana Hernández (Asociación Mercedes Machado), ambos son presidentas de asociaciones feministas, son quienes se posicionan en contra de que la madre no ejerza de forma exclusiva la guarda y custodia de los menores, quieren que el padre siga representando en la vida de los menores un espacio de un visitante, y que sobre la madre recaigan todas las responsabilidades del cuidado y atenciones de los menores, aunque luego los niños terminen siendo cuidados por los abuelos maternos por falta de tiempo de la madre. El problema que encuentran estas dos mujeres es que si se establece una custodia compartida los ingresos de la madre disminuyen, y ello deriva en una mayor disposición de tiempo libre de estas mujeres. Estas señoras no se paran a pensar que un menor es apartado de su padre, y pasa a considerar que su padre no quiere cuidarle, lo cual supone para la autoestima del niño una gravosa consecuencia.
Fuente:
http://www.eldiario.es/canariasahora/premium_en_abierto/Igualdad-nino-pelota-pimpon_0_451805091.html
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