Domingo, 15 de Noviembre, 2015
Para comentar el texto de la fuente de esta entrada nos vamos a apartar del escenario político, pues si la izquierda se mantiene ahora al lado del feminismo, la derecha no se desmarca en ningún momento de las pretensiones de esa igualdad que se apellida ahora "de género".
Como bien cita el artículo, no pensamos que los movimiento antidesahucios se movilicen cada vez que se produce un divorcio y el padre es expulsado de su vivienda, expulsado pero manteniendo la obligación de seguir con el pago de la hipoteca.
Hay personas, y luego dentro de ellas hombre y mujeres, y en ambos existe poder de actuar bien, mal o regular en sus vidas, dañando incluso a quien más cercano a ellos ese encuentre. Pero no podemos obviar que vivimos dentro de un sistema que actúa se forma generalizada en contra sobre todos de la familia, pues la familia para un menor nunca desaparece aunque se produzca una ruptura. Lo cierto es que al menor es aislado, apartado por defecto de su padre. Es increíble ver como la figura paterna es relegado al papel de un simple visitante en la vida de sus hijos, como desde las instancias judiciales, como desde los profesionales de la psicología, consideran y permiten este hecho como algo normalizado. La mezcla de la custodia compartida con las leyes de género no mantiene otro objetivo que el de limitar los casos de custodia compartida, pero todo ello se aplica desde una posición en la cual la intención el cual se encuentra entremezclada tanto los intereses de la industria de género, como los del feminismo radical. Al final los perjudicados siempre son los mismos, los menores, pues cualquier que repercuta tanto en su padre como en su madre, de forma más o menos directa es sufrido por ellos.
Desde luego radicalizarse no es la solución. Vivimos en un sistema que ahora que se esfuerza en destruir a las familias usando a la mujer, pero la solución no es criminalizar a las mujeres al igual que se ha criminalizado a la figura del hombre y el padre. No debemos dejar que consigan su objetivo, y para ello es esencial mantener clara la idea de que quien realmente consiente que la figura paterna sea apartada de la vida de los hijos son los jueces, y el sistema, y no la madre, ella colabora sí, pero solo se aprovecha de una situación que han puesto a su alcance.
Fuente:
http://kaosenlared.net/rozando-el-machismo/
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