Estos hombres son ocultados a la sociedad. Siempre los ha habido, ahora, hace una década y 5 también, no es un nuevo escenario que haya traído la democracia a la sociedad. En la calle, en público, son menospreciados por sus mujeres, las cuales en alguna ocasión incluso les hacen un gesto para que como el hombre de la casa reaccione ante algún hecho que supuestamente le toca a él.
No es condición que la envergadura de la mujer sea mayor o igual que la del hombre, hay casos en donde una mujer chiquitita es capaz de atemorizar a un señor que la supera hasta en 30 centímetros de altura, y más 50 kilos de peso. El carácter de las personas condiciona su forma de ser, pero sí vivimos en una sociedad que se rige por unas reglas en donde la mujer predispone de la ventaja de amenazar, chantajear o extorsionar incluso a su marido, si a éste se le pasa por la cabeza la pretensión del divorcio. Los hijos son usados como herramienta para ello, entre otras, y la ley de violencia de género es el medio más directo para que si este hombre decide sublevarse, reciba como respuesta inmediata su detención. Para colmo vemos que hasta incluso obligan a los agentes de la Guardia Civil a retirar tweets en donde animan a los hombres que refleja este artículo a no permitir tales situaciones.
Fuente:
Javier Abril
http://www.laregion.es/opinion/manuel-molares-do-val/calzonazos/20160207081548598841.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario