Un día Emiliano llegó a casa de la madre a recoger a Hugo, pero no encontró a nadie. A pesar que Hugo fue cuidado por su padre, hasta incluso en el periodo de lactancia, la custodia fue otorgada a la madre, como es habitual y norma estándar en los juzgados de familia. Ello proporcionó una mayor comodidad a la madre para la sustracción del pequeño. Ya que en España, aunque el traslado del menor se produzca sin el consentimiento de uno de los progenitores, los jueces siempre y cuando la custodia recaiga en manos de la madre, conceden a ésta el derecho a fijar su residencia donde plazca, que por supuesto que como cualquier persona puede decidir y elegir dónde quiere vivir, el único problema es que anteponen los derechos de los menores en favor de los de la madre.
Emiliano fue víctima también de denuncias por violencia de género, que no prosperaron a pesar de que pasará una noche en los calabozos. Un día se encontró que la madre no estaba en el domicilio donde convivía con Hugo, y después se enteró que se había trasladado con Hugo a Perú, de donde ella es originaria.
El padre acudió a la justicia, y los jueces una vez comprobaron que la madre no sólo había quebrantado la figura de la patria potestad (algo que toleran y permiten cuando es la madre), sino que impedía el contacto del hijo y el padre, concedieron la guarda y custodia de Hugo a su padre, pero ahí se acabó todo. Ahora Emiliano está en manos de la justicia peruana, quien mantiene entretenido el asunto pendiente de resolver, mientras el menor cada vez es más víctima de la manipulación parental materna. El aislamiento de los menores con uno de sus progenitores, da pie a que el progenitor alienador puede ver cumplido sus deseos, y llegado el supuesto momento de una orden de restitución del menor, sea éste quien niegue querer volver a España con su padre, e incluso niegue querer mantener cualquier tipo de relación con el padre, ya que de forma previa es avisado que si marcha junto a su padre se tendrá que marchar con él a vivir.
Hay muchos más menores que por desgracia son víctimas de la sustracción o secuestro parental, incluso hay padres que han trasladado su vida al país (otros ni siquiera conocen su paradero) donde la madre ha sustraído a la hija, y una vez allí e incluso conseguido que una juez ordene la restitución de la menor con su padre a España, han sido asesinados.
En este enlace accedes a la carta que escribió recientemente Emiliano a Hugo, y desde este otro a toda la información completo de la sustracción parental de Hugo Medina Ferrer, en donde queda demostrado que los Convenios o leyes de protección hacia los menores, como el de la Haya, no sirven en absoluto para nada, y que prima más los intereses, caprichos y deseos de venganza de una madre, que el interés y protección de los menores.
Fuente:
http://www.estrelladigital.es/articulo/espanha/han-robado-hijo-hugo/20160408172226279875.html
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