DOMINGO 17 DE ABRIL DE 2011
Mag desde la cárcel a causa de una denuncia inventada contra la que no han sido tenidas en cuenta las pruebas presentadas acreditando su falsedad, escribe una carta a Zapatero reflexionando sobre la hipocresía del poder.
Su historia, narrada por su madre Nieves Moreno, luchadora infatigable, para demostrar la inocencia de su hijo, ya ocupó un espacio en este blog, que le recibe de nuevo. Está en el centro penitenciario de Jaén, y esta misiva dirigida al presidente del Gobierno en la número 17 que escribe, fechada esta vez a 24 de marzo.
Puede parecer que no tiene mucho que ver con el contenido habitual del blog, pero en realidad es bien elocuente de lo que intentamos denunciar: imaginen a un hombre joven escribiendo estas líneas, sobre la actualidad política más reciente, en el fondo de una celda en penumbra en la que está sin haber hecho nada. Ahí lo tienen.
CARTA DE MAG DESDE PRISIÓN
¿ZP defiende los derechos humanos de los libios? “Salam aleikum”. Como demócrata y “antidictaduras” que me considero, y a pesar de que ninguna intervención militar me resulta plato de buen gusto, a mí me parece estupendo que un Estado como el español contribuya con su participación para derrocar al tirano libio que vulnera los derechos humanos de su pueblo resistiéndose a abandonar el poder.Pero me duele que como excusa para justificar esta, que es una invasión en toda regla, se esté utilizando la “defensa de los derechos humanos de los libios”, más que nada porque yo estoy viendo pisoteados los míos (y los de mi familia) por este mismo Estado español. ¿Es que para este Gobierno del PP-SOE, es necesario garantizar los derechos humanos libios, y los míos no? ¿Tendré que seguir aprendiendo árabe con alguno de los amigos marroquíes que tengo en prisión para que este Gobierno defienda mis derechos humanos?
¿Para garantizar los derechos humanos libios se mandan medio millar de militares (a que se jueguen la vida), un avión cisterna, cuatro aviones de combate que no van cargados de gominotas precisamente, una fragata, un submarino y un avión de vigilancia marítimo, mientras a mí se me mantiene secuestrado sin hacer algo tan sencillo como anular o indultar una sentencia injusta que ha provocado un escándalo sin parangón en la historia del Derecho español? (Para corroborarlo búsquese en Google mi nombre o el de mi madre).
Esa excusa de “garantizar los derechos humanos del pueblo libio” apesta y es tan lamentable como falsa. Lo único que ocurre es que al dictador de Arabia Saudí no se le ocurrió amenazar con cerrar el grifo de petróleo y, por tanto, nadie se ofreció a cooperar con esa población que, al igual que la Libia, anhelaba derrocarlo.
En cambio, cuando Gadafi ha amenazado con cerrar el grifo, USA como caballero de las libertades y, según Pérez-Reverte, “referencia ideal de lo socialmente correcto para nuestra babeante Europa”, con los fieles escuderos España (PSOE propone, PP acepta) y Francia, se han apuntado los primeros a una nueva invasión que les garantice tomar el control sobre las torres petrolíferas. Y todo eso después de que Aznar regalara un caballo a Gadafi, Gallardón le diese las llaves de oro de Madrid tras instalarse una jaima en El Pardo, y Zapatero lo definiese como un amigo aliado sólo por pertenecer, como él, a la Internacional Socialista.
Y dice el Ministro José Blanco, el pasado 20 de marzo, que se siente orgullos de la participación de España en la defensa de los derechos humanos. Si es cierto ese orgullo, que no lo dudo, supongo que de igual forma sentirá sonrojo, bochorno, y rubor de que en los juzgados de España haya tantísimos casos de violación de derechos humanos. ¿Es que acaso toda Europa va a esta guerra “por la defensa de las libertades y los derechos humanos”? En absoluto. Alemania no va. Resulta paradójico que en España haya un presidente que ganó las elecciones después de meses declarándose pacifista y diciendo “No a la guerra” entre obsesivas soflamas feministas.
Así que desconozco cómo se lo tomarán los defensores de la alianza de civilizaciones. Por cierto, que tampoco sé cómo se tomarán los votantes de aquellas elecciones (2003 y 2007) que ahora prestemos nuestro apoyo logístico a bombas y misiles que no distinguen entre ejército libio (los malos) o población civil libia (los buenos). “Shokram, esvarger”, (gracias, buenos días).
http://www.eldigitaldemadrid.es/articulo_c/general/2122/carta-de-mag-desde-la-carcel
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