Daniel Rodríguez
Un proceso de separación siempre es difícil para las partes involucradas. La situación de ruptura del núcleo familiar conlleva numerosas consecuencias psicológicas, económicas, físicas e incluso sociales para la pareja. Además, a ello, hay que sumarle una complicación añadida cuando hay hijos de por medio. Ellos son los que arrastran lo peor de una separación, en la mayoría de los casos, de por vida.El bien de los niños, junto con el apoyo psicológico y legal para el padre de familia, son los fines que persigue la Asociación de Padres de Familia Separados, de la que Daniel Rodríguez es presidente.
Esta asociación, que cuenta con presencia en 24 puntos en España y más de 2.000 socios, posee una sede en la capital aragonesa que en sus 19 años de andanza cuenta con alrededor de 500 miembros, dos abogados y un psicólogo.
Tal y como cuenta su presidente, Daniel Rodríguez, desde la asociación “se siguen dos líneas importantes de actuación. La primera está centrada en ofrecer este servicio de ayuda a los padres, y la segunda pretende que todas las actuaciones llevadas a cabo por la pareja, sean destinadas a conseguir el máximo bien para sus hijos. Y para los hijos, lo más beneficioso, es una custodia compartida”.
La ley de custodia compartida fue aprobada en Aragón, de manera pionera, el pasado mayo y entró en vigor el 8 de septiembre. Con ella se pretende una igualdad en las relaciones familiares ante la ruptura de la convivencia de los padres. De este modo se conseguiría que los niños no obtuvieran una educación monoparental, lo cual, según numerosos estudios sobre el tema, es altamente perjudicial para el desarrollo intelectual, emocional y social de los niños, pues crecen con una carencia de la figura paterna o materna.
Un cambio lento
Hace ahora un año la Asociación Padres Aragoneses en Acción organizaba una concentración en la plaza de San Juan de Teruel para sensibilizar a la población sobre la realidad de los padres separados y reclamar la custodia compartida. En este tiempo ha habido avances importantes en la legislación pero la realidad diaria de muchos de estos hombres es que siguen sin poder disfrutar de sus hijos todo lo que quisieran, por eso está previsto que vuelvan a Teruel después de Semana Santa.
La aprobación de la pionera Ley de Custodia Compartida de Aragón ha superado ya los seis meses de su entrada en vigor, en septiembre de 2010, pero para Miguel Cisneros, presidente de esta asociación, su aplicación va muy despacio, aunque ya se empiezan a conocer las primeras sentencias.
“La aplicación de la ley va lenta porque ha habido un periodo el que no se ha hecho nada ya que los informes psicosociales se convirtieron en un cuello de botella y fue necesario dotar de más medios”, señala Cisneros, que reconoce que es normal que los jueces, ante una ley novedosa quieran contar con este apoyo de los técnicos.
http://www.diariodeteruel.es/teruel/12678-los-hijos-la-gran-preocupacion-cuando-se-rompe-una-pareja.html
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