Ríos montó su ataque en el despido de la empleada cameral Celia M. Pagán, a la que dijo que el caucus de la mujer le negó ayuda.
“Es mujer y ha sido despedida exclusivamente porque no goza de la confianza de la entidad nominadora. Celia M. Pagán, una mujer fue a pedir ayuda al caucus de la mujer de la Cámara de Representantes, ¿usted sabe cual fue la contestación?: no te podemos ayudar”, señaló.
“Han pasado 48 horas y yo no escucho las voces que se levantan a defender a Johanne Vélez. Quizás es porque ese caucus defiende a una clase de mujer y la otra no. Están en todo su derecho, pero que no vengan con la hipocresía de que están por adelantar la agenda de la mujer”, señaló durante un turno inicial en la sesión del Senado.
“Cuando una mujer, madre joven, no goza de la confianza, y no le dan siquiera un debido proceso, y cuando toca las puertas de la presidenta del caucus de la mujer, se le niega el acceso. Entonces, ¿quién tiene dos caras?, que me expliquen”, cuestionó.
Se refirió además a un incidente ocurrido entre una pareja, empleados ambos de su oficina, relacionado con violaciones a la Ley 54. “Hoy me levanto con la triste noticia, que esas dos personas que no son figuras públicas, han sido masacrados en la prensa de este país, con la conspiración de compañeros de la Cámara de Representantes”, denunció.
Ríos se quejó de que la emisora que publicó el incidente no le dio la oportunidad de explicar e informó que el varón fue suspendido y removido de su puesto y está en un programa de desvío y la mujer “está en un programa de ayuda provisto por el Senado de Puerto Rico”.
Afirmó Ríos que “aquí ningún senador ni senadora apoya que se maltrate a la mujer o al hombre… y me da mucha pena que hayan utilizado mi decisión de no compartir las preferencias sexuales de compañeras y asesoras del otro lado, de la Cámara de Representantes, para mancillar la reputación de personas que trabajan en el servicio público, eso es injusto”.
Emplazó a la presidenta de la Cámara de Representantes, Jenniffer González, a detener los “ataques” de parte de los representantes. “Llamo a la cordura y emplazo a mi amiga y compañera, Jenniffer González, presidenta de la Cámara, a quien estimo mucho. Podemos tener diferencias pero reconozco los valores como mujer, como líder de este partido y de un cuerpo hermano, de ¿hasta donde va a llegar el ataque de compañeros de un lado hacia el otro, y nosotros seguimos callados”, dijo.
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