Valencia, 30 oct (EFE).- La Audiencia de Valencia ha condenado a un año y nueve meses de prisión a una enfermera que accedió al expediente médico de la actual pareja de su excuñado, en el que constaban varios intentos de suicidio, y utilizarlo para beneficiar a su hermana en el régimen de visitas sobre los hijos.
La sentencia de la Sección Primera a la que ha tenido acceso hoy EFE condena además la procesada por un delito de descubrimiento y revelación de secretos a una multa de 2.700 euros e indemnizar con otros 3.000 a la paciente por los daños morales causados.
El historial aireado plasmaba diversos ingresos hospitalarios con ataques de ansiedad e intentos de suicidio, datos que la acusada y su hermana trataron de utilizar para que el juez suspendiera el régimen de visitas que el padre disfrutaba sobre los menores.
Según se declara probado, la procesada conocía la preocupación de su hermana por lo que pudiera pasar a sus hijos cuando estaban con su exmarido, dado que éste convivía con una mujer que, según le habían comentado, padecía una patología psíquica que podía repercutir en los menores y afectar a su seguridad.
De este modo, a finales de 2008, aprovechando su trabajo de enfermera en Urgencias en un hospital de la provincia de Valencia, accedió con su clave personal a la historia clínica interesada, que reflejaba 19 ingresos de la paciente entre mayo de 2000 y enero de 2002.
Informada sobre este extremo, su hermana presentó ante el juzgado escrito pidiendo la suspensión cautelar del régimen de visitas a favor del padre de los hijos habidos en el matrimonio, de 4 y 6 años de edad por entonces.
En la demanda hacía constar "al menos cuatro ingresos" de la mujer en el centro sanitario "por intento de suicidio por ingesta de barbitúricos", una de ellas "además por cortarse las venas con un cuchillo".
Asimismo, afirmaba que "quienes la conocen dicen que tiene trastorno de personalidad".
En el juicio, la enfermera dijo que informó de los detalles médicos porque pensó que sus sobrinos "realmente corrían riesgo" al cuidado de esta persona, y la hermana insistió en que aportó la información al juzgado "para proteger" a sus hijos.
Un perito declaró que la paciente denunciante padece un "trastorno mental límite" unido al "consumo de alcohol", lo que traduce en un "riesgo" para las personas de su entorno, mientras que el psiquiatra que la ha tratado durante 12 años sostuvo que son "episodios pasados" y que la mujer "en absoluto es agresiva, violenta o descontrolada".
El tribunal concluye que la acusada se apoderó de unos datos médicos reservados y privados que puso a disposición de su hermana, en perjuicio de la intimidad de la afectada.
Para rechazar la eximente de obrar en cumplimiento de un deber -proteger a los niños- aducida por la defensa, argumenta que no se acredita en modo alguno la situación de peligro en la que se circunscribe a los menores.
Según señala, se ha pretendido acreditar que la querellante padecía patologías que demostrarían la situación de riesgo para los niños, pero "nada más lejos de la realidad", dado que los informes psiquiátricos concluyen que "no hay elemento alguno que acredite tal situación".
Para el tribunal, no cabe duda de que la acusada actuó con la intención de ayudar a su hermana y proteger a los menores, pero "ello tan sólo explica, que no justifica", el delito cometido.
Por otra parte, absuelve a la hermana por considerar que la iniciativa no partió de ella.
http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=981485
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