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- El Día del Padre versus padres separados, ausentes o negados
Javier Auad, un eldoradense de 27 años es padre de dos niños que fueron llevados por su madre a vivir a Azul, provincia de Buenos Aires. Debió recurrir a la Justicia para poder ejercer su paternidad. Un calvario que hoy en día, tiene un final feliz.http://www.territoriodigital.com/nota3.aspx?c=6261326697897197
“Desde hace 5 meses que comenzó todo, vivimos, junto a mi familia, momentos muy difíciles e inesperados, viajando varias veces a Buenos Aires, yendo a juzgados, visitando abogados y hasta llegar incluso a dar a conocer la historia en el diario de la ciudad de Azul, provincia de Buenos Aires, bajo mi desesperación de no poder ver, ni saber dónde estaban mis hijos.” Con estas palabras Javier Auad relata el calvario vivido durante meses por no poder a sus hijos, Alan de siete años y Nazareno de tres, quienes desde el pasado mes de enero fueron llevados por la madre y ex pareja de Auad, a vivir a la ciudad de Azul.
Consciente de la imposibilidad de vivir bajo el mismo techo que sus retoños, así como el hecho de tenerlos a más de 1.400 kilómetros de distancia; Javier no bajó los brazos y emprendió una desesperada lucha para lograr un régimen de visitas que le permita tener contacto con sus pequeños.
Hijo de padres separados, Auad entendía el sufrimiento de sus hijos, ya que de niño le tocó vivirlo en carne propia. “No le deseo esto a nadie porque acá los únicos responsables de la educación y el sufrimiento de los chicos somos nosotros, los padres.” Por ello, tras la separación, se esmeró por mantener una buena relación con su ex mujer. “Desde el momento en que me separo de la madre, en octubre del 2010, busqué siempre tener una buena relación con ella, ya que nuestros hijos no nos iban a ver en forma de pareja, por lo menos iban a poder ver a sus padres felices y compartiendo momentos importantes, como en sus pasos escolares, cumpleaños, en su educación en general” agregó.
La armonía entre ambos padres se había logrado más allá de las diferencias, pero el destino terminó por jugarle una mala pasada, y a sus 27 años Javier tuvo que atravesar una de las pruebas más duras como padre, tener que luchar para poder ejercer su paternidad.
“Llegamos a tener bajo mi punto de vista, una relación considerable. Yendo a actos escolares juntos y sin tener problemas de visitas y alimentos que son los puntos más importantes en el principio de ruptura de una pareja con hijos.”
Sin embargo, cinco meses luego de la separación, su ex mujer inicia una nueva relación con un hombre oriundo de Eldorado que residía en Azul, una localidad bonaerense. La relación prosperó y la mujer decidió mudarse junto a su pareja, llevando consigo a las criaturas, e iniciando un largo peregrinar que Javier debió transitar en pos de poder ejercer su derecho paterno. “La mamá de mis hijos decidió el 13 de enero de este año irse a vivir con su novio a la ciudad de Azul llevándose a nuestros dos hijos, tomándome esta noticia totalmente por sorpresa. Desde allí comenzó una etapa nueva de mi vida y en mi entorno familiar ya que somos muy unidos y compartíamos con Alan y Naza junto a sus primos, tíos, abuelos y amigos momentos muy felices” relató Auad
Derecho paterno
Ningún padre puede privar al otro el derecho de ejercer su patria potestad. Poder ver a los hijos es un derecho irrenunciable y también una obligación, cuando un integrante de la pareja falta a este precepto, debe buscarse en la Justicia una solución equilibrada que resguarde los intereses de ambos, pero sobre todo, resuelva el mejor camino para el infante.
Esta premisa se volvió una piedra sacramental para Javier Auad, quien tras ver vulnerado su derecho paterno, decidió recurrir a la Justicia para recuperar el vínculo padre-hijos. “Gracias a la ayuda de mi familia y amigos fui buscando las formas, no sé si correctas o no, pero en estos casos te aseguro que no sabes que hacer, de volver a ver a mis hijos, ya que lastimosamente ambos tuvimos que recurrir a la justicia por no saber resolver y llevar a los hechos, el concepto tan grande de la palabra “familia”, señaló apenado.
En ese largo peregrinar Auad viajó en tres oportunidades a la ciudad bonaerense en pos de ver a sus hijos, y siempre tuvo una repuesta negativa por parte de los abogados de la madre, quien además contaba con cierta protección y asesoramiento ya que su actual pareja es funcionario en un Juzgado de familia de Azul. “Mi lucha desde ese entonces fueron de viajes sin finales felices ya que no los podía ver porque siempre existían trabas puestas por abogados de ella. Hasta que en unos de los viajes consigo un exhorto del juez de la ciudad de Eldorado, y vuelvo a viajar confiando en que iba a poder verlos, pero en el juzgado de Azul vuelven a ponerme trabas, por el vínculo de la madre de mis hijos con el funcionario, algo impensado, ya que iba con una orden de un juez de Eldorado hacia otro juez de familia, desobedeciendo este último esa orden algo que en la justicia de Azul no me daban explicación alguna, por eso mi desesperación” relató el joven padre, y agregó: “En la tercera vez que viajo, busqué a través de los medios contar mi historia, y lo sucedido en la justicia de dicha ciudad, donde me tuvieron una semana allá sin poder permitirme ver a mis hijos y sin darme respuestas al respecto, por ello hago la denuncia a una Jueza de Buenos Aires y cuento a través del diario de Azul, "El tiempo", lo sucedido.”
Tras la publicación en el diario, el caso tomó trascendencia y la madre de los niños optó por buscar una solución conjunta.
Después de la tormenta
Con la sonrisa desbordante y los ojos húmedos de alegría, Auad sostiene “Quiero rescatar todo lo bueno de esta nueva etapa, los lazos familiares y la fuerza del amor del padre al hijo y del hijo hacia el padre que día a día van creciendo sin detenerse.”
Luego de su incansable lucha, en donde pese a las vicisitudes tuvo el apoyo incondicional de sus padres, sus cuatro hermanos y un grupo de amigos; Javier logró volver a ver a sus hijos el pasado fin de semana. Con las maletas listas y el corazón desbordante Auad dejó la tierra colorada junto a su madre, una hermana y un primo de los niños, y emprendió un viaje hasta la localidad bonaerense de Azul, donde se produjo el tan esperado reencuentro. “Por suerte tuve la felicidad de hace un fin de semana atrás, poder volver a ver a mis hijitos, viajando por cuarta vez esos 1.400 kilómetros que nos separan, junto a mi mama, mi hermana y Tobi un primo de los niños de 9 años, muy amigo de Alan” relató.
Un encuentro que Javier describió como “4 días hermosos, repletos de alegría, besos, abrazos y hasta gritos de felicidad por parte de los niños.”
Con la felicidad reciente por la reunión, el misionero celebra el logro obtenido sin dejar de esperar con ansias una nueva oportunidad de volver a mimar a sus hijos. “Espero ansioso las vacaciones de julio ya que me van a venir a visitar mis hijitos y les deseo un “Feliz día del padre para todos”.
Un día del padre que él celebrará, sabiendo que luego de tanto sacrificio y de actuar confiando en la justicia argentina, su calvario terminó y muy pronto podrá tener a sus hijos nuevamente en sus brazos.
Al amparo de la ley
Los casos de padres que recurren a la Justicia tras ver vulnerado su derecho a ejercer la patria potestad, han aumentado en los últimos años. En Argentina existe una norma sobre impedimento de contacto del hijo con uno o ambos padres. Se trata de la Ley 24270, que castiga con un mes a un año de prisión al “padre o tercero que, ilegalmente impidiere u obstruyere el contacto de menores de edad con sus padres no convivientes”. Sin embargo, la sanción es excarcelable, dado que en el país no rige la sustracción parental como tipo de delito.
En este mismo marco, y en pos de brindar un andamiaje a aquellos hombres que deben atravesar dicha situación existe una organización denominada APADESHI (Asociación de Padres Alejados de sus hijos), que nuclea a aquellos hombres que por diferentes razones no pueden ver a sus hijos.
Respuestas a una problemática cada vez más frecuente que cala hondo en las bases y preconceptos de la noción de familia.
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