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lunes, 4 de junio de 2012

Las detenciones por violencia machista caen a la mitad por el temor a denunciar en crisis

Lunes, 4 de Junio, 2012
La imagen pertenece al enlace:
- Pasó once meses en la cárcel por ocho denuncias falsas de maltrato de su ex pareja
La Policía detiene a 39 agresores hasta junio frente a los 170 de todo 2011 y los 205 de 2010
En situaciones extremas, como la violencia machista, la crisis muestra su rostro más descarnado. Durante los cinco primeros meses del año la Policía Local de Vigo contabilizó 39 detenciones relacionadas con casos de malos tratos. El dato apunta una disminución cercana al 50% con respecto 2011 –que se cerró con 170 intervenciones (85 a mediados del ejercicio)– y 2010 –205 detenidos– pero la explicación es desalentadora. No remiten los delitos de cariz machista, lo hacen las demandas de las víctimas, que renuncian a acudir a la Justicia ante las dificultades de iniciar un proyecto vital en solitario. El coctel resultante de la precariedad económica y las dificultades para encontrar empleo se convierten así en un enemigo implacable.
"La delincuencia no ha bajado pero sí se denuncia mucho menos por efecto de la crisis", constata la presidenta de la Rede de Mulleres Contra os Malos Tratos, Rosa Fontaíña. El fenómeno es similar al que experimentaron los casos de divorcio durante los primeros años de recesión. No es extraño incluso que la víctima intente llegar a pactos con su agresor para evitarse los largos trámites legales. "Con esa clase de hombres es más difícil cerrar acuerdos pero hay muchas mujeres que lo están intentando", anota Fontaíña, que reivindica mayor "conciencia y formación" de los tribunales en materia de violencia machista.
La Rede subraya la tesitura en la que se encuentran las víctimas tras la separación. A menudo pasan a asumir en solitario el cuidado de sus hijos – "si el agresor se queda en paro ella sabe que no aportará nada para manutención", señala Fontaíña– en un momento crítico. "Cuando una mujer maltratada rompe la relación necesita un apoyo psicológico y ahora la realidad es que no pueden acudir a los especialistas porque están únicamente pendientes de subsistir". A modo de ejemplo, Fontaíña aporta que, "tras dos años en los que ha ido mermando nuestra actividad", ahora mismo atienden un 30% menos de casos que en 2011. Algo similar se vive en los Juzgados de Violencia que, "de realizar tres o cuatro juicios diarios" han pasado a despachar un media de caso por jornada.
Desde el Concello, la edil de Igualdade, Chus Lago, constata el "desplome" de las denuncias. "No hay una justificación salvo la de que las víctimas se sienten ahora menos apoyadas y creen que no van a salir adelante", razona. El departamento que dirige recibirá este año 1,26 millones de euros de las cuentas locales –en 2011 fueron 1,29 millones– para activar políticas que combatan y prevengan comportamientos sexistas. "El servicio sigue muy activo", zanja. Entre las iniciativas municipales destacan el IV Plan de Igualdade de Mulleres e Homes, actividades formativas y de tiempo libre, campañas de concienciación social o el programa Clara, que presta formación a víctimas de maltrato para que encuentren un empleo.
Lago resalta de manera especial la actividad del Centro Municipal de Información dos Dereitos da Muller, al que en 2011 acudieron 989 mujeres y cuyos psicólogos, abogados y trabajadores sociales realizaron más de 3.000 visitas. Herramientas vitales son también los tres pisos de acogida y la casa de emergencia, que en 2011 atendió a 46 mujeres con hijos (en total cerca de 85 personas), de las que cerca del 80% no estaban empadronadas en Vigo.
A mayores la Xunta aporta también recursos a amparar a las víctimas de malos tratos. De hecho la secretaria xeral de Igualdade, Susana López Abella, enfatizó ayer durante un acto en Santiago la importancia de que "la mujer tome la decisión de denunciar" para "salir del círculo de la violencia". "Las personas que fueron asesinadas este año no habían dado parte de su situación", lamentó Abella tras concretar que el 9% de las maltratadas que recibieron ayudas en 2011 fueron discapacitadas.
Por delitos, el más común, con 24 casos desde enero –125 en todo 2011 y 163 en 2010–, son los malos tratos en el ámbito familiar y las lesiones registradas en ese mismo entorno, siete en la primera mitad del año. La Policía Local detuvo así mismo a ocho personas por quebrantar su orden de alejamiento. A 31 de diciembre de 2011 fueron 18 –otros 19 hombres fueron imputados– y, a esa misma altura de 2010, otros 23 –con 15 imputaciones–.
"Mi maltratador me decía que era una muerta de hambre y no lograría sobrevivir sin él"
"Me decía que era una muerta de hambre y no lograría sobrevivir sin él. Por aquel entonces, en 2009, no me dejaba trabajar y yo solo cobraba 250 euros al mes por cuidar a una anciana. Él se valía de eso, porque un maltratador te conoce mejor que tú misma. Pero podía más mi libertad y el deseo de desvincularme de él".
" Tras haberlo denunciado ya seis años atrás volví a hacerlo y puse tierra de por medio con mi hija de siete años. Me fui a un pueblo de A Coruña y solicité una ayuda de reinserción. Durante dos años tuve una buena nómina y, gracias al apoyo de la Xunta, llegué a ingresar más de 1.500 euros al mes. Viví espléndidamente, no solo a nivel económico, sino también personal. Me sentía realizada y pude, por ejemplo, pagarle la Primera Comunión a mi hija con mi dinero".
Eva R. –nombre ficticio– reconoce que cuando tomó la decisión de separarse de la ex pareja que la maltrataba el "sentimiento de no aguantar más" ganó al fantasma de la crisis. Durante años trabajó con el apoyo del Gobierno autonómico y sintió el placer, recuerda, de pequeños logros como el de "poder comprarle libros a mi hija por mí misma".
A pesar de su valentía, la situación económica de Eva sigue viéndose afectada por su ex pareja. Desde hace años dirime en los juzgados un contencioso para divorciarse y de cuya resolución depende parte de sus ingresos: la pensión de manutención para su hija de 10 años y un fondo estatal de 100 euros mensuales que solo podrá cobrar divorciada.
Problemas de salud obligaron a Eva a regresar a Vigo, donde sobrevive únicamente con 426 euros al mes –"250 se van en alquiler", lamenta– y los bonos que recibe de Caritas. "Esta es la circunstancia más crítica a la que me enfrento. Mi caso es atípico", concluye.
http://www.farodevigo.es/gran-vigo/2012/06/03/detenciones-violencia-machista-caen-mitad-temor-denunciar-crisis/654037.html

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