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lunes, 18 de junio de 2012

"Quien bien te quiere no te hará llorar, sino que te hará feliz"

Lunes, 18 de Junio, 2012
La Casa de la Mujer está de aniversario. En este 2012 se cumplen 30 años de trabajo y lucha por la igualdad y los derechos de las mujeres. Desde sus inicios, han impulsado miles de cursos, conferencias y talleres que se han ido adaptando a las nuevas necesidades. Su directora, Pilar Maldonado, cree que ésta es la clave del éxito.
Ya han pasado 30 años desde que La Casa de la Mujer diera sus primeros pasos. Una institución que nació con el objetivo de luchar por la igualdad y los derechos de las mujeres. Comenzaron entonces a organizar cursos y conferencias para llegar a este colectivo y hacer ver lo mucho que el sector femenino tenía que decir y hacer.
Ahora, los cursos, talleres y conferencias han ido evolucionando para adaptarse a las nuevas necesidades. Para la actual directora de este organismo, Pilar Maldonado, ésta es una de las claves del éxito. Y es que todas sus actividades gozan de unos resultados “muy satisfactorios”.
Ella misma reconoce que su trayectoria personal ha ido muy paralela a la actividad de las mujeres en estos últimos 30 años y también con el desarrollo de las políticas municipales en este tema. Empezó en el año 80 en el Ayuntamiento con el diseño de los primeros Servicios Sociales y fue entonces cuando se comenzaban a diseñar las primeras líneas de actuación con las mujeres de la ciudad.
Pregunta.- La realidad social ha cambiado considerablemente, ¿cómo fueron los inicios?
Respuesta.- Antes, las mujeres eran el gran colectivo de amas de casa porque la incorporación al mercado laboral de forma más masiva fue un poco posterior. Lo que nos planteábamos era tratar de llegar a ese colectivo para que desarrollasen sus potencialidades y darse cuenta de que como colectivo de mujeres tenían mucho que decir y hacer.
Este planteamiento del Ayuntamiento coincidía con el momento social y sus necesidades y aspiraciones. La clave del éxito fue que supieron recoger esas aspiraciones. Había ya asociaciones que trabajaban en ello, pero necesitaban un impulso con mayores medios para sacar a las mujeres y ponerlas en contacto.
Éste fue el principio, que no tiene nada que ver con el actual, en el que las mujeres hemos conseguido en estos años ser sujetos de nuestras propias vidas. Éste es el cambio fundamental, porque entonces todavía se tenía mucha dependencia de la familia, se estaba muy volcada. Ahora se ha conseguido autonomía, independencia y sentirse de igual a igual con los hombres, en el entorno más próximo y también en la sociedad.
P.- ¿Cómo van a celebrar este aniversario?
R.- Tiene que ser a través del trabajo y de encontrarnos todas las personas, profesionales, responsables políticos y, especialmente, mujeres que han participado en estos años en cualquier programa y que les ha servido para cambiar su vida en algo.
Hemos preparado un recorrido desde el pasado, presente y el futuro y hemos organizado también talleres sobre reflexión para analizar los retos y ponernos a trabajar.
Perfil y cursos más demandados
P.- ¿Qué perfil tiene la mujer que acude al centro?
R.- El principal cambio en estas últimas décadas ha sido la incorporación masiva al mundo laboral y todo lo que ha supuesto tanto para hombres como para mujeres esta incorporación. Hace unas décadas, las mujeres pensaban que el acceso al trabajo fuera de casa era una manera de ayudar a la economía familiar; esto supone un cambio en las demandas que las mujeres expresan. Las mujeres demandan formación ocupacional y diferentes proyectos de desarrollo personal y atención a la violencia de género.
También nos centramos en actividades culturales, queremos que sea un espacio de reflexión, denuncia y donde se sensibilizan en temas de justicia. Que sea un referente para la ciudad en todos los aspectos que no sólo van dirigidos a mujeres, sino también a hombres. Las mujeres solas no podemos avanzar, tenemos que hacerlo todos juntos.
P.- ¿Cuáles son los cursos más demandados?
R.- Desde finales de los años 90, la gran demanda ha estado en la formación ocupacional. Las mujeres teníamos una desigualdad respecto a los hombres en el tema educativo. Ahora se ha ido igualando e incluso en algunos casos se ha superado. Las mujeres todavía tenemos acceso a empleos más precarios, más inestables. Hace falta una cualificación profesional donde las mujeres consigan esos puestos con mejores condiciones laborales. Ahí es donde está el mayor esfuerzo.
Por eso hemos hecho cursos sobre oficios donde la mujer estaba menos representada, como en el sector de la soldadura, carretilleras, vigilantes de seguridad o conductoras de autobús. Son oficios para los que no hace falta una cualificación muy específica y los puestos están en mejores condiciones laborales y económicas
P.- ¿Qué acogida tienen estos cursos?
R.- La acogida es tremenda. Tenemos una demanda diez veces superior a las posibilidades que tenemos de ofertar plazas para la formación. Todavía hay una necesidad importante, y más en este momento.
P.- Para satisfacer las demandas, los cursos han tenido que ir unos pasos por delante de las necesidades de las mujeres…
R.- Sí, y ésta ha sido una de las claves. Al principio estaba centrado en darles formaciones básicas y estudios primarios y ahora pasamos a certificaciones en formaciones profesionales, acceso a la universidad. Tenemos que acercarles a todas las situaciones donde había desigualdad.
Ahora el tema está centrado en un trabajo en igualdad de condiciones y formación para el desarrollo personal, que desarrollen potencialidades que tienen que les son complementarias, el empoderamiento de las mujeres, que se sientan capaces de conseguir todo lo que se propongan.
Violencia de género
P.- Además de cursos, ¿qué más ofrece La Casa de la Mujer de Zaragoza?
R.- Una de las líneas más importantes es la sensibilización de toda la ciudad. Sensibilización de igualdad, violencia de género, etc. Una de las grandes batallas que nos quedan por conseguir es el mundo de lo privado. Las mujeres hemos accedido al empleo fuera de casa, pero dentro de casa todavía hay actitudes en las que se sobrecarga a la mujer con muchas tareas domésticas y responsabilidades. Los hombres tienen que asumir su responsabilidad y compartir estas tareas.
Hay que trabajarla en todos los ámbitos desde la infancia. Si en mi entorno más próximo hay una persona que hace más tareas que los demás y las hace por los demás, tenemos que darnos cuenta de que es una injusticia, y si soy una persona democrática no debo permitir que se realice eso ni ser motivo de esta injusticia. Es un mensaje que todavía no ha calado en muchos ámbitos y tenemos que seguir trabajando.
P.- ¿Cómo ve el panorama en cuanto a la violencia de género?
R.- Es otra de las líneas importantísima. Es la mayor manifestación de desigualdades. La prevención de esa violencia, además de la atención integral a mujeres y menores, nos interesa mucho para que estas situaciones no se lleguen a dar.
Tenemos una línea de trabajo muy fuerte en juventud, a través de centros de enseñanza, en la universidad… Los jóvenes que han sufrido violencia de género dicen que empezó en las primeras relaciones en la adolescencia, y es ahí donde nos interesa llegar.
Eso tiene que detectarlo también el entorno próximo. Desde el momento más temprano hay que educar para que todos se desarrollen en igualdad. Porque quien bien te quiere, no te hará llorar, sino que te hará feliz, y eso hay que saberlo desde muy pronto. Seguimos educando en el amor en el que la chica hace lo que el chico quiere.
P.- ¿Llegará el día en el que no sean necesarios los actos en homenaje a las víctimas de la violencia de género porque vivamos en plena igualdad?
R.- Cuando empezábamos a trabajar hace 30 años esperábamos que llegara un día en el que no hicieran falta casas para la mujer y este tipo de actos, y nuestra reflexión es que quedan muchos años todavía para que esto llegue a ser una realidad, que sería lo ideal.
Esta realidad significaría que desde que nacemos nuestro entorno es un entorno igualitario y no transmitimos desigualdades, pero esto va muy lento. Hombres y mujeres tenemos que cambiar y darnos cuenta de que estamos transmitiendo ese modelo a los niños de nuestro entorno. Es un cambio de actitudes que conlleva una transformación personal. Cuando consigues meter la perspectiva de género en tu vida, te cambia la vida. Se abre otra forma de ver el mundo. Es otra forma de ver la sociedad y verte a ti misma.
Información, crisis
P.- ¿Qué papel juega la información?
R.- La información es muy importante, pero es el primer caso. Se puede informar y se puede sensibilizar, pero luego está la parte en la que cada uno tiene que poner de sí mismo. Hay que reflexionar y darse cuenta de que hay que cambiar de actitudes porque no hay que fomentar esas desigualdades. Esta es la parte de conciencia y transformación social.
P.- ¿Cómo ha afectado la crisis a La Casa de la Mujer?
R.- La crisis está afectando muchísimo a todas las personas, pero las mujeres lo viven de forma directa e indirecta, porque es a ellas donde van a parar las repercusiones de las familias. Tienen que responder con más trabajo y apoyos, y también de manera psicológica y afectiva. Suelen ser los soportes, nos encontramos con muchas mujeres que sufren muchísimo y vemos situaciones de depresiones, inseguridades y tristezas que son tan importantes o más que las situaciones económicas porque se producen en unos círculos de los que es más difícil salir.
Ellas son las primeras que van a pedir y solicitar ayudas, los hombres son más pasivos. En la Casa de la Mujer lo vemos y lo estamos tratando. Muchas veces no es tanto problema de dinero como de escucha, apoyo y orientaciones.
P.- ¿Qué tienen que reforzar las administraciones para fomentar esta plena igualdad?
R.- Los servicios públicos son básicos en la transmisión y sensibilización de valores. Si desde las entidades sociales no se potencia todo esto es difícil que se sensibilice a la población. Los servicios públicos no podemos abandonarnos ni pensar que hay pocos recursos. Tenemos la obligación de dar alternativas, ser vanguardistas y facilitar que las personas puedan encontrar las soluciones. Éste es el reto que tenemos todos los servicios públicos en relación con la igualdad y también en relación con la situación social y económica.
En el enlace original de la noticia hay un video
http://www.aragondigital.es/noticia.asp?notid=96213&secid=9

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