Ni la conocía apenas, ni movió un dedo para lucrarse a cuenta de la fortuna de la pariente nonagenaria a la que su madre cuidó entre 2002 y 2004, fecha de su muerte. “Ni mi madre ni yo nos enriquecimos a su costa”, afirmó ayer ante un tribunal de la Audiencia Provincial la segunda de las acusadas de haberse apropiado de 1,6 millones de las cuentas bancarias de la anciana, aprovechándose de su debilitada salud mental.http://www.elidealgallego.com/articulo/coruna/-no-nos-enriquecimos-ni-mi-madre-ni-yo-asegura-la-segunda-acusada-de-estafar-a-una-pariente/20121128231312091611.html
La mujer que ayer declaró ante el tribunal es sobrina bisnieta de la fallecida y abogada de profesión. Se enfrenta, como su progenitora, a una petición de condena de seis años de cárcel al tener indicios las acusaciones de que, valiéndose de sus conocimientos jurídicos, asesoró a su madre en los trámites de incapacitación de su familiar adinerada para así poder disponer de su dinero, de la que ella sería “la principal beneficiaria”.
Según recoge la Fiscalía en sus conclusiones provisionales, la letrada llegaba a insinuar que ejercería acciones legales contra las entidades bancarias si denegaban las gestiones que requerían ella y su madre, el abono de grandes cantidades desde las cuentas de su tía bisabuela.Un vecino confirma que la anciana vivía entre basura pese a acumular una fortuna
“Jamás acompañé a mi madre a gestionar cualquier retirada de fondos”, rebatió ayer, para admitir únicamente una visita a un banco para retirar un plan de pensiones, aunque como mera acompañante.
Al menos este punto quedó ayer confirmado ante los magistrados de la sección segunda por el interventor de uno de los cuatro bancos donde la fallecida tenía cuentas, quien confirmó que era la madre, pero no la hija, la que acudía a retirar importantes sumas de dinero. Según este testigo, también la anciana visitaba el banco, pero solo para sacar pequeñas cantidades (un máximo de 30 euros), que solicitaba siempre en pesetas.
El dato lo usan las acusaciones –la Fiscalía y los representantes legales de los herederos– para reforzar la tesis de que la anciana no tenía conocimiento del valor de su dinero y que sus familiares se aprovecharon de ellos para sacar grandes beneficios, después de haberse ganado su confianza.
incapacidad
Sea verdad o no que la millonaria desconocía el alcance de su fortuna, lo cierto es que un médico forense determinó un año antes de su muerte que, por su deterioro mental, no se manejaba con el dinero. Fue durante el proceso iniciado a instancias de los Servicios Sociales para declarar la incapacidad de la nonagenaria, un proceso en el que la principal acusada fue declarada defensora judicial de la millonaria por ser su pariente más próxima.
Para hablar del estado de la anciana compareció ayer como testigo uno de sus vecinos, que confirmó que acumulaba basura en casa y que en al menos una ocasión lanzó por la ventana los desperdicios. También detalló los motivos que llevaron a algunos residentes a alertar al 092 en varias ocasiones, después de ver a la mujer deambulando por la calle, vestida únicamente con una bata de casa, o sentada en el portal en medio de la noche.
Reunión de los lunes
jueves, 29 de noviembre de 2012
“No nos enriquecimos, ni mi madre ni yo”, asegura la segunda acusada de estafar a una pariente
Jueves, 29 de Noviembre, 2012
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