Colombia
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Preocupados por el tratamiento erróneo que en algunos medios de comunicación se les da a las noticias de violencia contra la mujer, la Presidencia de República y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar realizan talleres de sensibilización para el abordaje idóneo de estos hechos, dirigidos a periodistas. El turno hoy le correspondió a los comunicadores de Cartagena.http://www.eluniversal.com.co/cartagena/local/la-violencia-de-genero-es-solo-contra-las-mujeres-no-contra-los-hombres-100209
Entre los puntos interesantes que se trataron estuvo la siguiente inquietud que le asalta a muchos ciudadanos del común: ¿por qué se habla de violencia de género cuando un hombre agrede a una mujer y no cuando una mujer agrede a un hombre?
Sin desconocer que en ambos casos se registra una situación violenta y reprochable, la clasificación de violencia de género sólo se da al caso de víctimas mujeres porque dicho término se ha acuñado es para estos casos específicos sobre la base documental de que estas agresiones históricamente se dan simple y llanamente por el hecho de ser mujer. No hay razones históricas que den cuenta que la situación es al revés.
El argumento es corroborado por las estadísticas nacionales que muestran que de un 100% de este tipo de agresiones, 98% son de hombres contra mujeres y sólo un 2% de mujeres contra hombres.
EL TALLER
El taller fue dictado por Nancy Prada, de la Corporación Humanas Colombia, quien explicó que al tratar ambas situaciones como violencia de género para tratar de visualizar ese 2% se está incurriendo en el error de naturalizar las características de la violencia.
“No es que todos los hombres sean malos y no es que todas las mujeres sean dulces, pero lo que sí está confirmado de manera histórica es el abuso contra la mujer en todo sentido, físico (golpes y violación), sicológico y verbal”, precisó Prada.
Otra falencia señalada por Prada en este tipo de cubrimientos noticiosos lo constituye la calificación de “crimen pasional” que se le otorga sin ningún análisis a estos casos.
“Lo mejor es llamar las cosas por su nombre homicidio: o si se quiere femicidio. El término crimen pasional ha sido popularizado por las mismas autoridades, pero cuando desde los medios se maneja este discurso se está dando tácitamente una justificación”, expresó.
Lo mismo ocurre cuando divulgan testimonios que ponen el crimen en un plano de erotismo que inconscientemente legitima el hecho.
Un ejemplo de esto podría ser cuando una menor o una adulta es violada sexualmente y en el medio se publica un testimonio que la señala de usar prendas de vestir sugestivas.
“Es importante para contribuir a la recuperación de la víctima y a incentivar otras denuncias que se eviten testimonios que justifiquen la violencia sexual o que responsabilicen a la víctima de la agresión”, precisó Nancy Prada.
Salvo en caso de que divulgar la identidad del perpetrador haga identificable a un menor abusado, es necesario hacer público el nombre del victimario e informar sobre el estado de judicialización en que se encuentran los casos y sobre la existencia y avance de medidas de reparación para las víctimas.

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