DIA DEL PADRE, DIA SIN DERECHOS

Miércoles, 20 de Marzo, 2013

Adjunto remito el manifiesto que leeremos mañana, día 19, en la puerta de los juzgados de Úbeda a las 10 de la mañana.

Quedando a vuestra entera disposición, recibid un cordial saludo.

Juan de Dios Molina Ortega

           Buenos días y gracias a todas y todos los asistentes por acompañarnos. Ni el lugar ni el día donde nos encontramos es fruto de la casualidad.

Nos encontramos ante las puertas del Juzgado de Úbeda, hoy 19 de marzo, coincidiendo con la celebración del Día del Padre. La nuestra es una celebración agridulce, pues del mismo modo que en su día, y de manera libre, consciente y consecuente decidimos ser Padres, hoy y tras nuestro divorcio, la justicia basándose en un trasnochado sentido de posesión defiende que es la Madre la única responsable de tutelar y supervisar todo lo relacionado con los menores.

Nuestra generación de Madres y Padres nació con la Democracia. Fuimos alumnos y alumnas de una escolarización sin segregaciones por sexos, hemos crecido con conceptos como igualdad de oportunidades, coeducación y diversidad, haciéndolos nuestros y convirtiéndonos en ciudadanos y ciudadanas de pleno derecho de una sociedad democrática sabedores de que, como reza el Artículo 14 de la Constitución Española, somos iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

El divorcio es la consecuencia de la decisión acordada entre los dos cónyuges o tan solo la voluntad de uno de ellos, según corresponda el caso, de disolver el vínculo matrimonial por las diferencias irreconciliables que se suscitaron en la pareja. Como tal, sus repercusiones deben ceñirse solo a las personas que en su día decidieron establecer el vínculo y es absolutamente intolerable que los y las descendientes de esa unión sufran cualquier tipo de perjuicio o privación causada por esta ruptura.

 La Custodia Compartida abre un nuevo horizonte en la relación de la Madre y el Padre con sus hijos e hijas tras el divorcio. La vida familiar y afectiva de los niños y niñas de padres y madres divorciados no se cercena, se alterna, en igualdad de condiciones con igualdad de responsabilidades, deberes y derechos que no pueden llegar a término en caso alguno por la disolución de un matrimonio.

Es una evidencia sobradamente contrastada que los menores empatizan con el progenitor con el que conviven y que, su relación con el progenitor con el que no lo hacen se desplaza hasta llegar a la alienación de verlo convertido en una visita. Por extensión, esta alienación abarca todo el entorno familiar y afectivo de la persona condenada al régimen de visitas. Obviada la Custodia Compartida, el sentido común se desplaza abocando a una lucha cruel e injusta entre progenitores que padecen los hijos e hijas de forma dramática; de un lado quien recibe de mano de la justicia la capacidad de disponer, ordenar, mandar y disfrutar; y de otro, quien la justicia otorga el papel de visitador.

La Custodia Compartida supone un ejercicio de responsabilidad por parte de las instituciones, la respuesta a una demanda y una necesidad social, el punto de partida para el desarrollo en igualdad efectiva de la pareja que se disuelve y de los hijos e hijas de esta, la alternativa para una problemática resuelta cruelmente y, por ultimo, pero no menos importante, las bases, en los que serán los ciudadanos y ciudadanas del futuro, de una sociedad civilizada, igualitaria y democrática.

La justicia, para serlo y hacer honor a su nombre, debe adaptarse a la sociedad en la que se encuentra y ser sensible a sus cambios, demandas y necesidades. Como ciudadanos y ciudadanas, de poco nos sirve tener Juzgados del siglo XXI, con jueces y juezas nacidos en el siglo XX y con leyes más propias del siglo XIX que de la actualidad."

http://porlacustodiacompartidajaen.blogspot.com.es/2013/03/dia-del-padre-dia-sin-derechos.html