El extremismo Penal de la ley de género

Lunes, 7 de Septiembre, 2015

Hace pocos días publicamos otro artículo de Teniente Kaffee en el cual hablaba de las denuncias falsas, vertía críticas sobre las manifestaciones de Joaquín Leguina en twitter. Este mismo artículo fuente comienza en alusión a ello.

En este caso el matiz se centra en como intentar evitar casos de mujeres asesinadas en donde antes no existe denuncia de por medio o indicios de que ello pueda llegar a suceder. El mismo en el artículo pone de relieve que a través de la ley de violencia de género a nivel penal se ha llegado al límite, pues se considera un empujón o una bofetada (incluso menos, pues incluso "tirarse un pedo" es considerado violencia de género) como un delito, cuando en el resto de casos que no son de violencia de género son considerados como faltas. Argumenta que puesto que a nivel penal estamos en el límite y los resultados son los mismos o peores, habría que buscar otros medios lejos de la vía penal. Quizás alguno de ellos fuese el de no dar orden de perseguir las denuncias falsas al Ministerio Fiscal, pues la semana pasado la portavoz del Partido Popular en Loja advertía del daño que causaban las denuncias falsas a las mujeres que realmente eran maltratadas. Esta sería una medida de la cual no es que disponga medios, sino que al revés se destinan muchos medios a evitar reconocer que hay denuncias falsas y que están perjudican a las mujeres, con lo cual se trasmite la idea de impunidad a aquella mujer que actuando de mala fe pretenda culpara a un hombre de algo que no ha hecho. Por otro lado, que desde la justicia se considere que poner a un hombre en el límite de su aguante puede conllevar efectos nocivos tanto para él mismo como para terceras personas, no estaría nada mal. Pues hubo un juez que contaba que un padre acudía a recoger a sus hijos alguno de esos 4 miserables días al mes, y no solo la madre se negaba a entregar a sus hijos, sino que desde el balcón de su propia vivienda en la cual no podía ni entrar (pero sí había de pagar, a pesar de él quedar en la calle y arruinado tanto emocionalmente como a nivel económico) aparecía un nuevo hombre que convivía con sus hijos en su propia casa, y además con su bata, pues muchas veces se detiene y encierra en el calabozo al varón, y cuando sale de este ya ni puedo volver  a entrar en su caso, ni ver a sus hijos, aparte de ser señalado como un maltratador.

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Fuente:
Cuando no se denuncia
http://www.eldiario.es/protesto-senoria/denuncia_6_428067211.html