Martes, 11 de Septiembre, 2018
Quizás el título no sea fiel a la realidad, pues en la reunión de la Asociación Española de Padres con la Custodia de los Hijos, más conocida como "Custodia Paterna", si no es habitual, sí acuden también mujeres en busca de ayuda para sus hijos y con problemas derivados con los padres de sus hijos. Por no hablar de otras mujeres que sí son más que habituales, aquellas madres, hermanas, tías, amigas, ..., de hombres a quienes por la ruptura ha machacado hasta tal extremo que ellos mismo no son capaces de buscar ayuda ya que están por completo paralizados ante una situación de discriminación hacía la figura paterna en detrimento claro del interés y beneficio de los menores, que sino se vive no se entiende. Estas mujeres, estas madres, son más que habituales en las reuniones, y sin duda, bienvenidas.
La unión de las personas que componen Custodia Paterna nació precisamente de otra reunión, una reunión que también realizaba una asociación de padres (la más antigua y a la cual debemos aún hoy agradecimiento, pues gracias a su labor y trabajo coincidimos quienes formaron Custodia Paterna), la única por entonces y muy difícil de localizar en aquellos momentos en donde internet ni estaba al alcance de todos (y menos aún de un padre separado que tras pasar por el juzgado dispone de un techo que ofrecer a sus hijos) ni las redes sociales habían aún aparecido. Tras finalizar dicha reunión, un grupo de personas se juntaban a la salida, un grupo de personas que si bien llegaban en condiciones lamentables, por otro lado estaban dispuestas a colaborar en la medida de sus posibilidades. De haber encontrado un hueco en esta pionera asociación, Custodia Paterna no hubiese nacido.
La asociación no se constituyó tan rápido ni tan a la ligera, pasaron al menos 4 años, desde que cada jueves al finalizar la reunión, este grupo de padres afectados, los cuales sentían la necesidad de aportar y hacer "algo más" de lo que sucedía en aquella hora cada jueves de 20:30 a 21:30, se echaron adelante y se comprometieron a que al menos durante 2 años habría de mantenerse la reunión cada lunes. El surgir de Custodia Paterna tuvo su origen en la "caña de los jueves de Moratalaz", donde terminaban juntándose tras la reunión en un mesón, para continuar ayudándose entre todos los allí presentes, unos siquiera disponían de la posibilidad de tomar una caña, pero sí en su interior necesitaban hacer "algo más".
El fin que unía a estas personas era el mismo: en las condiciones que ellos se encontraron cuando se vieron inmersos en la separación, por la injusticia, impotencia, rabia y desesperación que ellos pasaron, no querían que pasarán sus hijos si el día de mañana se veían abocados a la ruptura de pareja y sobre todo con hijos. Pues nada mejor que pasar por este calvario para comprender porque la cifra de suicidio en varones triplica a la de las mujeres. Si el divorcio para el varón supone la ruina económica, es más difícil aún de superar el dolor ver como los hijos de la noche a la mañana se convierten en hijos huérfanos de padre vivo. Padres dispuestos a seguir dejándose la piel por sus hijos, y que -por poner un ejemplo- el 11 de Marzo de 2004, el 11M, siquiera sabían si sus hijos se encontraban a salvo y bien, porque como el resto de días, a quien el juez ha otorgado el derecho de la guarda y custodia de los hijos, considera a los hijos como un objeto de poder y ni siquiera mantiene la obligación de informar al padre del estado de sus hijos y mucho menos aún de facilitar la comunicación entre ambos.
-
Un estudio de Custodia Paterna denuncia “una España de dos velocidades” en la aplicación de sentencias de custodia compartida
Desde este espacio agradecer tanto a
Actuall.com como especialmente al gran periodista, Nicolás Cárdenas, el esfuerzo y tiempo dedicado a la elaboración del artículo:
Desde hace 10 años, todos los lunes, CustodiaPaterna.org organiza reuniones de asesoramiento gratuito para padres. Actuall presencia el día en que celebraron una década de trabajo sin estridencias, pero con gran eficacia y reconocimento personal y profesional.
Nicolás de Cárdenas - 10/09/2018
Ni un solo lunes durante 10 años se ha suspendido a la reunión de asesoría organizada por CustodiaPaterna.org /Actuall
Cae la tarde en Madrid. Es septiembre. Comienza la noche, donde las preocupaciones y los pesares de la vida se convierten, no pocas veces, en pesadilla. Para conjurar los miedos y espantar los demonios, sobre todo para afrontarlos, el ser humano necesita desentrañar los arcanos del problema y sentirse acompañado.
Son las 20:30 horas. En una pequeña sala de la calle Pradillo, sin grandes comodidades (una mesa central, algunas sillas dispersas, un espejo en la pared que ayuda a dar algo de amplitud, un reloj y un par de ordenadores), encuentro a una docena de hombres, cada uno sentado en su lugar. En sus caras se refleja un gran pesar. Hay ojeras y apenas esbozan sonrisas, aunque más adelante reconocerán que se tienen que reír de tanto en tanto de su situación para sobrevivir.
Es 3 de septiembre de 2018. Lunes. El primer lunes de septiembre, un mes en el que las rupturas familiares se cobran su ‘agosto’. Desde hace 10 años, sin faltar ni una sola semana, la Asociación Española de Padres con la Custodia de los Hijos (CustodiaPaterna.org) ha mantenido una reunión de asesoría gratuita. Todos los lunes del año, durante 10 años. Si el lunes es festivo, el martes. Son 520 reuniones seguidas. Entre 2.500 y 3.000 hombres atendidos. Sin apenas medios ni presencia mediática.
Quienes acuden a estas reuniones son varones que están pasando por un proceso de ruptura familiar, con hijos de por medio. “Hace diez años la gente venía muy despistada, pero ahora está más informada, ya no le pilla por sorpresa”. ¿Qué es eso que ya no les pilla tan por sorpresa? El calvario judicial y personal al que se enfrentan, y que afecta de una forma definitiva a los hijos en común, derivado de una legislación basada en la ideología de género y la criminalización del varón de la que se aprovecha una amplia red de organizaciones feministas, partidos políticos y despachos jurídicos regados con ingentes cantidades del presupuesto público local, autonómico y nacional.
Un equipo de apoyo multidisciplinar
Para poder ayudar a quienes acuden a las reuniones de los lunes, la asociación cuenta con un equipo de profesionales formado esencialmente por algunos ‘veteranos’ que ya han pasado por este proceso, tres abogados, una terapeuta y un detective criminólogo.
El día en que se cumple el décimo aniversario de las reuniones sólo han podido acudir dos de los abogados. El más joven es hijo de uno de los fundadores de la asociación. Le apodan ‘dóberman’; al otro, con una larga experiencia profesional en Derecho de Familia, le pusieron ‘mimosín’ por la cara de buena gente que tiene (doy fe) o ‘puertas’, porque en una ocasión se vio obligado a negociar con un juez incluso hablando tras la puerta de un baño.
Pregunto a uno de ellos cuáles son las cuestiones que más preguntan estos padres el primer día que acuden a estas reuniones: “Quieren saber si la opción de irse de casa implica un delito de abandono del hogar que empeore la situación; si les van a sacar todo el sueldo; y qué sucede si su mujer se va a otro lugar con los niños. También preguntan por ‘el porcentaje de posibilidades de…’”.
Se nota quién llega con la mejor intención, entre otras cosas, porque “hablan de sus hijos en primera persona, por sus nombres y antes o después rompe a llorar”
Son preguntas entendibles en los primeros momentos de confusión, aunque el letrado apostilla que la pregunta clave es: ¿Para qué queremos la custodia compartida? “Ahí se nota quién viene por el interés del niño y quién no. Los calamos rápido”. Porque en la asociación tienen claro que el objetivo principal, único en realidad, es el bienestar de los hijos.
Cuando alguien llega a la reunión preguntando cosas como si tiene obligación de hacer esto o lo otro respecto a sus hijos, si le toca pagar tal o cual asunto o no habla de sus hijos por su nombre de pila, se revela que el foco es otro: el conflicto o la venganza, pero no el interés de los menores.
Algunos de los miembros habituales de las tertulias de CustodiaPaterna.org
Se nota quién llega con la mejor intención, también porque “habla de sus hijos en primera persona, por sus nombres y antes o después rompe a llorar”, explican. “Porque aquí -y en esto se ponen serios- no asesoramos a nadie que no quiera lo mejor para sus hijos”.
“Los casos peores que el tuyo te consuelan. Y es triste”
Tener como objetivo prioritario preservar de la mejor manera en medio de un conflicto a los menores pasa, entre otras cosas, por entender que el consejo teóricamente mejor desde el punto de vista judicial no siempre va de la mano con la mejor opción desde la perspectiva humana. Al final, explican, se trata de una carrera de fondo, que es la relación de los hijos con los progenitores, y que se construye con los años. “Nosotros recomendamos que nunca quede en un escrito nada que un hijo pueda reprochar con los años a un padre”, aseguran.
A esta reunión no ha venido ninguno nuevo. A veces están como hoy, en petit comité; en ocasiones, se juntan veinte o treinta. Pero quienes allí acuden lo hacen porque, además de recibir una orientación jurídica gratuita y sin compromiso de contratación con los abogados asesores, encuentran un apoyo emocional y una comprensión imposible en otros círculos: “Todos en nuestro entorno familiar o laboral opinan sobre tu situación, tratan de acompañarte, pero no han pasado por esto. Aquí tenemos un nexo común”, me confiesa uno de ellos. Y otro compañero apostilla en un cierto tono plano, pero con crudeza: “Los casos peores que el tuyo te consuelan. Y es triste”.
Tanto que incluso hacen chanza del trágico paso por los calabozos viernes por la tarde que se alarga todo el fin de semana, tan habitual en estos casos por la interposición de denuncias que se acogen a la nefasta Ley Integral de Medidas Contra la Violencia de Género. “El que menos, tiene 12 horas de calabozo” explica uno de los fundadores de la asociación. Y los lamentos sobre “cuernos y dinero” no les pillan de nuevas.
Pocas son las instancias judiciales, policiales o familiares que no conocen la labor de CustodiaPaterna.org, aunque a nivel mediático y social su nombre no haya trascendido demasiado
Los casos de los hombres que se reúnen hoy en torno a una tarta con velas en el décimo aniversario de las reuniones son de lo más variopinto, por decirlo suave. Algunos siguen intentando lograr la custodia compartida; otros, incluso, la tienen en exclusiva; para algunos es, entre muchas comillas, agua pasada, pues sus hijos son mayores de edad.
“Podría escribir un libro, pero prefiero esperar a la película”, dice con ironía uno de los letrados, “porque la casuística es infinita”.
Cabe preguntarse qué hace a estas personas seguir reuniéndose semana a semana. La respuesta es clara: de alguna forma, han encontrado aquí un ambiente de comprensión y amistad que les hizo bien al llegar y que quieren seguir manteniendo para los que vengan detrás de ellos. Uno de los más veteranos explica: “Quiero devolver lo bueno, todo lo que a mí me ha ayudado. Es algo así como un ‘espejo humanístico’”.
La primera reunión de CustodiaPaterna.org tuvo lugar el primer lunes de septiembre de 2008.
Más allá de las reuniones
La voluntad de ayuda no se restringe al rato que se prolongue la reunión de los lunes. La asociación atiende llamadas de forma continua de padres desesperados. No son pocas las veces que estas duran más de dos horas. En ocasiones, el hombre que acude lo hace ya en un estado muy desesperado.
“Al menos en cuatro ocasiones nos ha llamado la Policía”. El motivo de esas llamadas, comunicarles que han encontrado el cuerpo de un hombre que se ha suicidado y que tenía entre sus pertenencias la tarjeta de la asociación que horas o días antes se le había dado.
Después de diez años, pocas son las instancias judiciales, policiales o familiares que no conocen la labor de CustodiaPaterna.com, aunque a nivel mediático y social su nombre no haya trascendido demasiado. “Cuando algún alto magistrado te envía a su sobrino para que lo asesores, es que algo estamos haciendo bien”, me confiesan ya concluida la reunión, camino del coche.
Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, en 2011, las custodias compartidas tan solo representaban el 12,3% de las rupturas. Pero ya en 2016 -último año publicado- representaban casi un 30% del total (28,2%). Es buena señal, sobre todo por los hijos que pueden disfrutar de ambos progenitores de una forma más equilibrada, pero queda un largo camino por recorrer. De lo contrario, las cifras darían a entender que el 70% de los padres divorciados son incapaces (o perjudiciales, en el peor de los casos) para formar parte del desarrollo de sus hijos. Es mucho suponer.
Este lunes también habrá reunión.
Fuente:
CustodiaPaterna.org: Diez años luchando para proteger a los hijos en las rupturas familiares
https://www.actuall.com/familia/custodiapaterna-org-diez-anos-luchando-para-proteger-a-los-hijos-en-las-rupturas-familiares/