CUSTODIA PATERNA: El 60% de los partidos judiciales gallegos está por debajo de la carga media de trabajo

martes, 28 de febrero de 2012

El 60% de los partidos judiciales gallegos está por debajo de la carga media de trabajo

Martes, 28 de Febrero, 2012

La Fiscalía urge un nuevo mapa organizativo en el que "muchas cabeceras" tendrán que fusionarse

Edificio de los juzgados de Vigo.

M. VÁZQUEZ - SANTIAGO En un momento en el que las administraciones deben regirse por criterios de racionalidad y eficiencia, la Justicia sigue funcionando en España con un modelo de organización decimonónico. En Galicia los juzgados se agrupan en 45 partidos judiciales. Pero en ellos conviven unidades muy pequeñas y que apenas ingresan unos centenares de casos cada año, con otras mucho mayores, que dan servicio a casi la mitad de la población de su provincia. Esta planta judicial tan descompensada explica por qué el 60% de los partidos judiciales ingresa al año menos de 5.000 asuntos, cuando la carga de trabajo media en el conjunto del país se sitúa entre los 5.000 y los 49.999 casos anuales, una franja en la que se mueven seis de cada diez demarcaciones españolas.
Así se desprende de un informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en el que Galicia destaca, junto con Castilla y León, por ser la comunidad en la que hay más partidos con una carga de trabajo baja. De las 27 demarcaciones que tramitan menos de 5.000 asuntos anuales, tres no llegan a mil. Y además de las 16 que tienen un volumen de trabajo medio (entre 5.000 y 49.999), las dos más sobrecargadas son A Coruña, que tramita entre 100.000 y 199.999 asuntos, y Vigo, entre 50.000 y 99.999. "Eso demuestra que tenemos el territorio mal organizado", opina el fiscal superior de Galicia, Carlos Varela.
Pero la revisión de la planta judicial es una necesidad común en todo el país, como revela el hecho de que el ministro de Justicia anunciase en enero una nueva Ley de Demarcación para "superar los obsoletos" partidos judiciales e introducir criterios de "racionalización". Ya en 2009 el Gobierno encargó a un comité de expertos que estudiase por dónde debía ir la reforma. Los especialistas abogaron por "superar la desfasada división en partidos judiciales" y sustituirla por estructuras territoriales más amplias y funcionales, así como por la especialización de los órganos y la creación de una justicia de base que agilizara asuntos poco complejos.
Y es que la actual organización judicial, concebida en el siglo XIX, repercute sobre el funcionamiento de los juzgados y tanto la Xunta como la Fiscalía coinciden en que es necesario acometer un nuevo mapa de la Justicia en Galicia que ayude a hacerla más eficaz, más rápida y a racionalizar los medios disponibles, repartiéndolos con criterios objetivos. En esta línea, Carlos Varela reclama desde hace varios años "una nueva geografía para la Justicia gallega", que no responda a una "realidad de otro siglo, muy distinta a la actual, con un territorio atomizado y comunicaciones muy difíciles". "En pleno siglo XXI y una vez mejorados los problemas de comunicación, debemos entender por superados los actuales partidos judiciales", sentencia Varela.
El objetivo sería sustituirlos por una nueva "matriz territorial, mucho más amplia" que las actuales demarcaciones. Para ello, el fiscal propone crear una ponencia técnica de ordenación del territorio sobre la que los expertos sienten las bases de una nueva demarcación "de referencia para toda clase de servicios públicos", no solo para la Justicia.
Sin ese estudio previo, Varela no se atreve a estimar cuántos partidos sobran pero reconoce que la cifra actual "es excesiva", responde a "una estructura demasiado atomizada" y "probablemente, muchos de ellos deberían quedar fusionados". "Al definir un ámbito territorial más amplio y con competencias sobre una determinada jurisdicción, lógicamente eso supondría fusionar partidos; es el mismo debate que tenemos con los concellos", aduce.
Para calcular cuántos partidos hacen falta y qué necesidades tienen (número de órganos, jueces, personal judicial...) Varela cree que habría que valorar tres factores:la población, el número de asuntos y la realidad socioeconómica. "En función de esa masa crítica la nueva matriz territorial sería más o menos amplia y se calcularía el número de juzgados que necesita", aduce.
También la Xunta aboga por un nuevo modelo organizativo que atienda más a la distribución de la población para poder concentrar juzgados y apueste por la especialización judicial con, por ejemplo, órganos de violencia de género comarcalizados, que darían servicio a varios partidos limítrofes a la vez.
La heterogeneidad de las 431 demarcaciones en las que se organiza la Justicia española viene determinada, según el CGPJ, por una serie de variables "altamente relacionadas con la entrada de asuntos" de cada partido. El Poder Judicial cita, concretamente, la población, el tejido empresarial, los trabajadores afiliados a la Seguridad Social, la cifra de extranjeros y el número de bancos. De todas ellas, la más determinante a la hora de modular la carga de trabajo es la demográfica, de forma que a más población, mayores niveles de conflictividad y, por tanto, más actividad en los juzgados. En Ourense, por ejemplo, el partido de la capital da servicio al 48,5% de los ourensanos y recibe el 61,8% de los asuntos de toda la provincia. En el caso de A Coruña, la demarcación de la capital concentra al 32,6% de la población y tramita el 42% de los asuntos y en Pontevedra el partido de más peso es el de Vigo, con el 35,4% de la población y el 53,4% de los asuntos.
Varela pone otro ejemplo de cargas de trabajo desproporcionadas. "La Audiencia de Pontevedra tiene cuatro secciones que están muy descargadas pero una de las dosque hay en Vigo está colapsada. ¿Qué empresa soportaría que cuatro de sus delegaciones trabajasen relajadas y dos estuviesen sobrecargadas. Ninguna. Tendría que hacer una reorganización del trabajo", aduce.