Miércoles, 18 de Noviembre, 2015
En Valencia 1200 mujeres son atendidas de forma directa por un agente de la Policía Nacional (Upap), o de la Policía Local (Gama). En ambos casos los agentes de los diferentes cuerpos pertenecen a una unidad especializada contra la violencia de género que proceden en el inicio de su actuación a enviar un mensaje de texto al agresor. Le previenen, a pesar de que permanecen vigilando a la víctima o supuesta víctima durante las 24 horas del año. Choca, pues si se dispone una protección a la mujer, si realmente se ha considerado de extrema gravedad el caso para ello, esta protección debería llevar también aparejada la detención del supuesto agresor, pues se prevé que actuará en un futuro, y si es así, dicha vigilancia conllevaría la detención del supuesto agresor y posterior condena con el testigo del Agente que protege a la mujer, y como acto seguido que la mujer ya no se sintiese vigilada, pues no parece ser muy agradable sentirse vigilados, y la Policía está para prevenir delitos, no para avisar a los supuestos delincuentes de que están allí. Más bien mirando la situación bajo este aspecto podemos pensar que es un puesto de trabajo más de la industria de género.
Son muchos los varones que son detenidos y encerrados en un calabozo por una simple denuncia de una mujer, para que después al pasar a disposición judicial queden libres. De muchos de estos casos es de donde se mantiene que las denuncias de violencia de género mantienen la finalidad de conseguir una serie de ventajas para la mujer en los divorcios, y sobre todo si por medio hay hijos menores. Hemos visto casos en donde se ha denunciado a una persona acusada de unos hechos, y por las circunstancias de la vida resulta que dicha persona había fallecido el día anterior al supuesto momento en el cual se había producido la agresión. Ya estaba muerto cuando supuestamente se encontraba agrediendo a la supuesta víctima. O casos en donde un Policía se acercaba al coche de un padre que acudía a recoger a su hijo y por la emisora del Policía el propio padre podía escuchar junto al Agente como se informaba de que en ese preciso momento el supuesto agresor estaba amenazando de muerte a la ex mujer. El caso quizás más mediático es el de un hombre encarcelado durante 11 meses, y que durante su encierro en prisión llegó también a ser denunciado y hasta con partes de lesiones, y todo mientras estaba encerrado en la cárcel durante esos 11 meses.
Hay mujeres víctimas de malos tratos, lo mismo que hay varones que sufren y padecen la violencia de su mujer en silencio. Pero hay muchos menores que también son víctimas de violencia, y que aún denunciando su padre el peligro inminente que representa la madre para el menor, la justicia hace caso omiso. ¿Dónde está en estos casos la protección de los menores?
- «Vas a tener que ir a visitar a tu hijo al cementerio»
Fuente:
http://www.lasprovincias.es/comunitat/201511/16/hola-protector-expareja-20151116003853-v.html
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