Domingo 15 de Noviembre, 2015
Andrea Cardemil es la psicóloga autora del libro "Separarse con niños pequeños: Cómo seguir nutriendo tras la ruptura", que protagoniza el artículo fuente.
Su experiencia personal es determinante para sus explicaciones, sus conclusiones, pero en ellas vemos como considera algo normal ese régimen de vistas que uno de los progenitores debe tener con sus hijos, claro toca al padre. Trata mínimamente el tema de cuando se habla mal a los menores de uno de sus padres, del padre o la madre, pero tenemos que ilustrar la mente del lector aportando en esta entrada que existe la llamada alienación parental, la cual sin negar que ha existido siempre, en los procesos de separación y divorcio adquiere consecuencias dramáticas, pues los menores terminan cortando todo tipo de relación y vínculo con una de sus figuras parentales, normalmente con la figura paterna. Este hecho es derivado de que por norma la justicia aparta al padre de la vida del menor, le destierra a la posición de visitante, y desde ahí si la madre (por regla general) se dedica a menospreciar la figura de su papá, o centra su línea de actuación con los menores es menospreciar la figura paterna, e intentar manipular a sus propios hijos para colocarlos en contra de su propia padre, gracias a ese impedimento de contacto que los menores sufren con los papás gracias a las medidas que adopta la justicia, y gracias a pasividad con que los jueces actúan cuando es la madre quien impide del contacto a los menores con su padre,
Encontramos muchos artículos como éste, no es una novedad, pero en ellos se tapan una realidad, y es que al menor se le separa directamente de su figura paterna, para la justicia el papel del papá en la vida de sus hijos es irrelevante, éste puede ser sustituido por cualquier otro hombre que la madre considere que ha de ocupar su espacio sentimental.
Fuente:
http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=200646
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