Martes, 9 de Febrero, 2016
La historia de un inmigrante mexicano que relata el maltrato padecido de manos de una mujer, su pareja y madre de su hijo. Aunque no lo parezca es una excepción su caso, pues él tiene la custodia del menor de 3 años y la madre no solo tiene una orden de alejamiento del ex marido, sino que a su hijo solo puede verle bajo vigilancia por terceros.
El maltrato en la pareja de la mujer hacía el hombre es menospreciado, la noticia manifiesta que en Los Angeles (Estados Unidos) la Policía comienza a tomar conciencia del mismo.
En la noticia aparece el grupo de autoayuda al cual acudió Roberto, y cita a Rosalinda Méndez, Alice Obando López e Yvonne Castro, que pertencen a la asociación de Paz sobre Violencia (Peace over Violence), que ofrece ayuda, entre otros, a estos hombres que han sufrido situaciones de violencia doméstica. Este grupo se ha encargado entre otras cosas de informar y abrir los ojos a las autoridades sobre los muchos casos que existen de casos de hombres que son maltratados por sus mujeres, un 15% del total.
Hay albergues para hombres víctimas de abusos por parte de sus mujeres, donde también pueden acudir con sus hijos. No como en España, donde estas casas se intenta que sea un negocio, en vez de un lugar que procure ayuda realmente para esas mujeres que sí que sufren unas situaciones de violencia parte de sus maridos. En España desde luego no vamos a oír hablar de casas de acogida para hombres, pues a veces, por muy cruel que pueda sonar, el mejor escondite para algunos hombres es el calabozo.
Y sino que se lo cuenten a José Antonio Santos Barragán, que estando en prisión provisional encarcelado durante 11 meses, fue denunciado de nuevo por la madre de su hijo, y hasta incluso con partes de lesiones.
En nuestro país podemos conformarnos si acaso la próxima vez que por ejemplo un cuerpo como la Guardia Civil difunda un tweet donde anime al varón a no permitir abusos y violencia por parte de su mujer, no sea solo retirado, sino que los agentes del cuerpo no sean obligados a retirar el tweet, pedir perdón como si algo malo hubieran hecho, y ser sustituidos en sus puestos.
Artículo de Araceli Martínez Ortega
Fuente:
Javier Abril
http://www.laopinion.com/2016/02/08/ellos-tambien-sufren-de-violencia-domestica/
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