Miércoles, 17 de Febrero, 2016
El nombre del religioso es Francisco Javier Espigares Flores, es el vicario responsable de la Archidiócesis de Granada, y sus manifestaciones -en la curia de Granada- en alusión a las consecuencias de la ideología de género hacia la familia han sido criticada ya duramente por los agentes de género en la provincia andaluza.
Desde las instituciones se piden, solicitan o exigen más millones de euros para supuestamente proteger a las mujeres de situaciones de maltrato o ayudar a éstas cuando ya se han producido, pero la realidad es que una parte de este dinero es destinado a controlar todo aquello referente a la ideología de género, todo aquello que de alguna manera pueda afectar a sus intereses, a que los ciudadanos se percaten de las motivaciones que mueven esta industria.
En este caso ha sido la responsable en Granada del Instituto Andaluz de la mujer, Ana Belén Palomares, quien ha criticado las palabras de este vicario. Achaca las palabras del vicario como dañinas para las mujeres víctimas de violencia de género (pues en varones no cabe dicha condición), pero Francisco ha contestado que sus palabras van dirigida a las mentiras y a las acciones dañinas de lo ideología de género en la unidad familiar. Los daños y las heridas de esta ideología han sido comparadas con las de las víctimas de terrorismo, las del aborto, las de adicciones a drogas, alcohol, sexo, a las nuevas tecnologías, por el hambre, fracasos sentimentales, corrupción, por las guerras, falta de perspectivas, economías del descarte.
Fuente:
http://www.elmundo.es/andalucia/2016/02/16/56c361dc22601dff118b4647.html
http://cadenaser.com/emisora/2016/02/15/radio_granada/1455549533_218004.html
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