Feminismo, franquismo y coronavirus

Sábado, 14 de Marzo, 2020

El artículo de SERGI DORIA, relaciona entre sí la huelga feminista del pasado 8M con el franquismo, pero nosotros establecemos un vínculo más. puesto que el artículo se presentó el 8 de marzo, y el mismo día siguiente pudimos observar como por parte del Gobierno se daba vía libre a lo que ya anteriormente se había demandando en Madrid como medidas de prevención frente a la epidemia del cornonavirus. Y es que el lunes 9 se anunció el cierre de colegios y demás centros de enseñanza, para poco a poco llegar a una situación donde se decreta el Estado de Alarma en el país. Todo ello se ha demorado para que la huelga o manifestación feminista no se suspendiera. Italia sí suspendió el acto feminista convocado para el 9 de Marzo.

La huelga anunció el cierre de varios lugares, entre ellos teatros, mencionando también varias obras de teatro en cartelera, pues la política feminista impone su doctrina en la cultura. Nada distinto de lo que se acusa al franquismo, y que hoy día son actitudes copiadas, y dentro de las opciones que se pueden barajar a la hora de acudir a un teatro, no son pocas las que se ofrecen, entre ellas cita el autor: «Mujeres» en el Tantarantana, «quadern daurat» de Lessing en el Lliure, «Solitud» y «L’huracà» en el TNC.

Teatros cerrados como en aquellas semanas santas del franquismo cuando se chapaban cines y teatros y solo se podía ir a recorrer «monumentos» (antes iglesias, hoy manifestaciones).

Muestra un poco de historia, recordando en 1848 en la capilla de Seneca Falls, donde Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott, fueron las promotoras del manifiesto fundacional del feminismo occidental, pero como ya antes, Badasht conocido como el Báb («la puerta»), predicó la emancipación de la mujer, y condenaba cualquier tipo de maltrato a la mujer, a la vez que prescribía el máximo grado de amabilidad hacia la mujer (hablamos antes de 1848, y en Persia, en la "Epistola de la Justicia"). Éste fue encarcelado y ejecutado en  Azerbaiyan, por la corte de Naser al-Din. Si ocurría por entonces aquello, no hace mucho mienta el mimo de la izquierda francesa (Foucault, Garaudy) hacia  Jomeini, en 1979, como causa del chiismo que marca hoy día la vida del pueblo iraní.

Entre sus apóstoles destacaba Táhirih (La Pura) que apareció sin velo ante los imanes. Aquel gesto, señalan José Enrique Ruiz Domènec y Arash Arjomandi en «El Báb o la puerta a un mundo mejor» (Pre/Textos), supone «la clausura del machismo y la declaración de la igualdad espiritual, y por tanto, de condición y derechos, entre ambos géneros»

 Una de las protagonistas del articulo es la actriz y traductora Cristina Genebat, autora de «Som iguals o no?» (Rosa dels Vents), y la cual mencionando desigualdades y actitudes que maltratan o discriminan a las mujeres en otras partes del mundo, como Siria, África, México, China o Afganistán, pone el acento en el como en la contradicción del movimiento feminista de las sociedades más avanzadas. Las medidas como las que pretende aplicar Irene Montero, son entre otras el objeto de la crítica, por agresivas y porque utilizan de forma inversa.

«No podemos perpetuar un sistema que nos sobreproteja, pasando del patriarcado al paternalismo, y quedarnos tan anchas. Pensar que soy escogida por el hecho de ser mujer me resulta humillante”»

María del Pilar Peña Sánchez, actriz conocida como Candela Peña, y objeto de crítica recientemente por, Pilar G. Almansa, presidenta de la Liga de las Mujeres Profesionales del Teatro, por hablar en contra de lo que se impone de esta agresividad citada:

critica que se reserve por ley a las mujeres el 35 por ciento de las ayudas al cine: «Si es una directora que es un truño y hace un mojón de película, pues no le deis dinero solo porque sea mujer, eso es lo que yo entiendo y por eso no quiero participar en ningún rollo de estos del movimiento feminista».

Camille Paglia, tachada de trasgresora, presenta en  «Sexual personae» (reeditado por Deusto), como debido a la androginia se desarrolla el feminismo agresivo y resentido hacia los hombres, quienes para comportarse adecuadamente deberían adoptar los roles femeninos, y considera que este resentimiento y sed de venganza del feminismo de género hacia el varón es como un veneno.

 «Quiere decir que los hombres tienen que ser como las mujeres y las mujeres como les dé la gana».

Mencionada también, Guadalupe Sánchez Baena, abogada autora de, «Populismo punitivo» (Deusto), ha comparado el extremismo feminista de la izquierda en cuanto a la criminalización de la sociedad contra todos los varones, por la condición de su sexo, como la posición de derecha (VOX) frente a los movimientos migratorios. Citando a la izquierda de Clara Campoamor, quien impedía en 1931 el derecho del voto a la mujer, se coloca en la época actual, donde el feminismo de Irene Montero culpa hasta a los Cuerpos policiales de ningunear a víctimas de agresiones sexuales porque utilizan como vestimenta la minifalda.

El germen identitario, que victimiza a la mujer y demoniza al hombre, resucita la lucha de clases: «Han encontrado un nuevo combustible en el género como fuente de división», apunta Sánchez Baena. Acosadas por un colectivo dogmático y la ensordecedora propaganda en redes y televisiones, «las mujeres sólo somos víctimas de estos feministas identitarios, que nos quieren sumisas y obedientes dentro de su colmena para así agitar el avispero cuando les convenga electoralmente».

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Fuente:
Mujeres libres, feminismo podemita
https://www.abc.es/espana/catalunya/abci-sergi-doria-mujeres-libres-feminismo-podemita-202003080042_noticia.html