Achaca las lesiones a que el hombre "se quemaría accidentalmente".El rechaza declarar en el juicio y sus hermanos sostienen que fue ella.
30/09/2010 R. H.
peñon de peñarroya, pueblo minero
La mujer acusada de quemar hasta en tres ocasiones a su marido, rociándolo con gasolina o echándole aceite hirviendo en Peñarroya-Pueblonuevo, negó ayer que lo hiciera y achacó las lesiones que presentaba el hombre a que "se quemaría accidentalmente". Durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial, el marido no quiso declarar, aunque los hermanos de éste sostuvieron que fue la mujer quien lo quemó porque él mismo se lo contó.
Según el fiscal, quien solicita para la mujer penas que suman seis años y ocho meses de prisión por un delito de lesiones y dos de violencia familiar, la acusada aprovechó en diciembre del 2003 que el marido estaba en el interior de su vehículo para rociarlo con gasolina y prenderle fuego con una cerilla, causándole quemaduras de segundo y tercer grado en cara, cuello, miembros superiores y tórax. También en septiembre del 2007, sostiene el fiscal, un día le arrojó aceite hirviendo de una sartén y otro le arrojó alcohol al cuello y le prendió fuego.
La mujer, en cambio, declaró que "no son ciertos" los hechos que se les imputa, insistió en los problemas con la bebida de su marido y reconoció que las relaciones no eran buenas entre ambos por esta circunstancia. No obstante, aseguró, "no voy a rociar a una persona con alcohol por mala que sea".
Respecto al día que su marido se quemó en el coche, la mujer dijo que estaba bebido, fumando y manipulando un bote de gasolina para rellenar un mechero, y que ella no estaba presente cuando salió ardiendo. Tampoco admitió los otros dos episodios ni que los presenciara, y achacó las lesiones de su marido a que "se quemaría accidentalmente".
Después de que el hombre y las dos hijas de la pareja se negaran a declarar, los hermanos de él sí contestaron al fiscal y a la defensa para sostener, en líneas generales, que estaban convencidos de la autoría de la acusada porque su propio hermano se lo había dicho. "En el pueblo lo sabe todo el mundo y mi hermano me lo ha dicho muchas veces", aseguró una hermana. También añadió que la procesada le dijo muchas veces a su marido que lo tenía que matar y que lo quemaría vivo, "pero creíamos que era broma".
El hombre sigue viendo a su mujer en la actualidad, aunque no viven en la misma casa, porque, según un hermano, "la quiere mucho". Un perito apuntó que probablemente pueda tener una dependencia emocional de su pareja.
http://www.diariocordoba.com/noticias/noticia.asp?pkid=587546
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