Para cualquier niño es un golpe muy fuerte la separación de sus padres. Más, cuando ese divorcio se da en plena adolescencia.
El adolescente no solo tiene que preocuparse por los cambios físicos y emocionales que atraviesa, sino que debe sumarle la ruptura emocional de sus progenitores.
La situación puede tornarse más complicada cuando la madre cambia de ciudad, y la hija sigue en el mismo domicilio del padre, mientras termina sus estudios.
A partir de ese momento el padre siente temor, pues tendrá que responder de forma asertiva a todas las preguntas, problemas o situaciones particulares por las que atraviese su hija.
Por la mente de todo padre pueden aparecer miedos sobre el tema de cómo abordar la conquista de esos galanes que tocan a su puerta en busca de su hija, temas tan sencillos como el de dar solución a los cólicos de su hija cada mes, los permisos y la primera pena de amor por la que ella atraviese.
La posibilidad de un embarazo es un tema que los llena de pánico. Por eso es importante que el padre deje atrás esas ideas preconcebidas de que él no puede abordar ciertos temas con la hija, y solo son de índole de la madre.
El padre también puede lograr un buen papel en la etapa adolescente de su hija, si se despoja de prejuicios y logra que su ex esposa también intervenga en ese proceso de crecimiento emocional.
No olvide los espacios
En esta etapa la palabra 'intimidad' resulta clave. Según explicó la psicóloga clínica, Irina Villagra, "para una adolescente es muy importante contar con un espacio propio para decorarlo y arreglarlo a su gusto. Contar con habitación propia no solo responde a la necesidad de intimidad sino también contribuye a ir asumiendo autonomía".
Manual para el padre divorciado con la hija adolescente
Si usted es uno de esos padres de familia que está atravesando esta situación, lo que más anhela en este momento es encontrar un manual para abordar a su hija adolescente y no morir en el intento.
Seguramente no exista uno que traiga todos los pasos a seguir, pero los siguientes consejos dados por los expertos le ayudarán a abordar esta etapa sin tantos miedos de su parte.
1. No olvide generar espacios de conversación, hacer programas juntos que permitan comunicarse sin apremios de tiempo o de otra índole.
2. Comparta actividades, establezca responsabilidades para cada uno y cumpla. Esto ayudará a fortalecer los lazos de confianza.
3. Reconozca los errores que como cualquier padre se puedan cometer y ofrezca disculpas si es necesario. Lo anterior resulta mucho más educativo que cualquier sermón o consejos reiterativos.
4. Haga de la sinceridad una norma inquebrantable y demuestre coherencia entre lo dicho y lo hecho, pues esto cimienta el vínculo de confianza en esta etapa. Tenga presente que las "medias verdades" deterioran la confianza.
5. Ante una situación desagradable, inesperada o alguna actitud equivocada de la hija, es recomendable que como padre conserve la calma y recurra al diálogo. Si la tensión es demasiada, es mejor dejar pasar el momento de ofuscación y conversar clara y calmadamente más tarde.
6. Es importante que el padre esté al tanto de los intereses, gustos y preferencias de su hija. Conozca al grupo de amigos de ella y los lugares que frecuenta en compañía de los mismos, así como las actividades que realizan.
¿Qué errores no cometer con la hija adolescente?
1. Confundir la confianza con la permisividad.
2. Minimizar, restar importancia a los problemas de la adolescente.
3. Tomar las cosas a broma, recurrir al humor siempre que surgen dificultades.
4. Escandalizarse, erigirse en una especie de juez que solo juzga, condena y castiga.
5. Descalificar a la adolescente.
6. Hablar en forma generalizada: siempre o nunca, todos o nadie.
7. Evadir las dificultades evitando cualquier tipo de discusión.
8. Sobreproteger a la adolescente impidiendo su derecho a la autonomía progresiva.
preguntas y respuestas
Irina Villagra
Psicóloga clínica
¿Cómo debe hacer el padre para manejar el tema de permisos, de autoridad y demás situaciones que se presentan durante la etapa de la adolescencia? Es muy importante consensuar esto con la madre y que ella participe de cada decisión importante que se tome. Ambos deberían hablar un lenguaje común en cuanto a permisos, horarios, actividades, pautas de crianza en general y puesta de límites.
El padre no debe confundir confianza con permisividad, pues no son sinónimo, es decir, las funciones de orientar, educar, contener, sostener, establecer límites y marcar pautas son propias de su rol.
¿Cómo manejar la situación de galanteo de algunos chicos con su hija? Al principio este tipo de vivencias suelen resultar muy difíciles para el padre.
Influye el hecho de que está culturalmente establecido que sea la madre quien acompañe de cerca esta etapa con la hija mujer. Sin embargo, esto no hace más que confrontar al padre con el crecimiento, la evolución de "la niña a la mujer" por la que irremediablemente atraviesa toda adolescente.
Sería importante que el padre que se encuentra en una situación así se comunique fluidamente con su ex esposa, de modo a compartir y apoyarse mutuamente, siempre que esto sea posible. Buscar a sus propios progenitores y a sus hermanas que tienen hijas adolescentes así como amigos que atraviesan la misma situación puede contribuir a bajar los niveles de ansiedad.
Si aún así la situación es intolerable para el padre, se recomienda que busque asistencia profesional para reposicionarse en su rol, discernir aquellos aspectos de su propia adolescencia ya vivida que permanecen latentes, o simplemente para ser escuchado y recibir orientaciones que le permitan manejar la situación.
¿Qué puede hacer el padre para abordar ciertos temas que son especiales entre hija y madre? ¿Es bueno que él propicie la conversación o de qué forma ayudar para que la madre no se desvincule de esa labor que tiene con su hija? Un padre no está biológicamente imposibilitado para tratar determinados temas con su hija adolescente, sino más bien éstas imposibilidades nos las imponemos nosotros mismos.
Para el modelo de paternidad influyen, de manera determinante, sus propias experiencias como hijo. Es imperioso que desmitifiquemos muchos aspectos que hacen a la relación padre-hija adolescente y aquellos temas que pueden o no ser abordados, así estaríamos contribuyendo a formar personas socialmente mucho más comprometidas y responsables.
Es necesario que la hija hable con su padre de los temas que sean del rol de la madre, no sólo en ésta sino en todas las etapas del desarrollo. Sin embargo, el padre debe propiciar cualquier posibilidad de comunicación entre ambas.
Son importantes también los periodos preestablecidos para pasar con cada uno, como los fines de semana y las vacaciones, para afianzar los vínculos con el progenitor que no esté físicamente cerca la mayor parte del tiempo.
preguntas y respuestas
Irma Socorro Rodríguez
Psicóloga SaluDar
¿Qué es lo primero que debe entrar a mirar el padre durante ese proceso donde la adolescente tiene tantas preguntas y además sufre la separación de sus padres? Primero se debe mirar qué tan equilibrada está la adolescente. Adolescente viene de la palabra 'adolecer' que quiere decir duelo por una nueva etapa donde no se es niño pero tampoco se es adulto. A eso se le agrega el proceso de separación que es otro duelo que tiene que asumir el adolescente porque se le acabó la integración familiar.
El padre en ese caso debe tener un equilibrio emocional que le permita asumir el rol de padre y madre en varias situaciones, manejar los posibles reclamos que lleguen de su hija porque mamá se fue y ella no encuentra esa solidaridad de género. Por eso es tan importante que el padre se llene de total comprensión, incluso es importante que se ponga en la posición de la hija y que más allá de padre, asuma la posición de amigo.
¿De qué forma el padre debe tener claro que no es bueno desvincular a la madre dentro del proceso de la adolescente? El padre debe darle una atmósfera de seguridad y confianza, integrarse al mundo de ella para que la niña lo vea comprometido. El problema de la separación no debe estar por encima de la hija. Siempre debe primar la hija adolescente, dejar a un lado las diferencias que tuvieron como esposos y no caer en una enemistad.
http://www.vanguardia.com/historico/73924-manual-para-padre-divorciado-e-hija-adolescente
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