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martes, 22 de noviembre de 2011

Abismo judicial para ver a un hijo

Un vecino de Bilbao ha denunciado en varias ocasiones a la madre de su hijo tinerfeño, al que no ve desde septiembre de 2010 y, aunque la Justicia le da la razón en el régimen de visitas, no ha logrado su fin. El abogado de la familia materna pide que el niño no se use demagógicamente contra los derechos de la mujer
Martes, 22 de Noviembre, 2011
Borja Aguirre es padre de un niño de siete años. El progenitor reside en Bilbao y posee una nueva familia, mientras dicho menor vive en Tenerife con su madre. Tras una intensa sucesión de denuncias y juicios para intentar que se cumpla el régimen de visitas del pequeño a la ciudad vasca, este hombre ha iniciado una batalla legal para lograr la guarda y custodia del menor. Ahora se queja de que, a pesar de los diversos incumplimientos de la madre del pequeño, su condición de hombre le hace estar en desventaja a la hora de pedir justicia.
El niño nació en 2004 y, según Borja Aguirre, lo reconoció y le dio el apellido, pues es su hijo biológico. En 2007 firmó el primer convenio, por el que se comprometió a pasar una pensión y a visitar a su hijo en Tenerife, aunque no podía sacarlo de la isla sin el consentimiento por escrito de la madre. Y Aguirre aceptó porque el niño era muy pequeño.
El padre dice que, en mayo de 2010, cuando el menor tiene seis años, la madre se niega a que su hijo vaya a Bilbao a pasar parte de sus periodos vacacionales.
Por ese motivo, el progenitor acude al despacho de una abogada vizcaína, Maite Portus, que prepara un borrador del convenio regulador "más justo para el niño y para mí", en el que solicita que se amplíe el régimen de visitas a la mitad de las vacaciones escolares del niño para cada uno, así como que esas semanas pueda viajar a Bilbao.
Ante la negativa de la madre y su entonces abogado, el padre interpone un contencioso en un juzgado de La Laguna. La vista del caso se celebra en febrero de 2011 y, por la parte demandada, solo acude la procuradora. La juez dicta una sentencia el 1 de marzo en la que amplía las visitas al primer fin de semana de cada mes, además de la mitad de las vacaciones, según Aguirre.
Un segundo abogado de la madre, que es Zebenzuí González, apela dicha resolución judicial. El caso llega a la Audiencia Provincial, pero el letrado no se persona en el plazo que le otorgan y el recurso queda desierto. Según Zebenzuí González, la ausencia se debió a una "estrategia jurídica".
En abril de 2011 se tiene que producir la primera visita del niño a Bilbao, pero no llegó. Borja Aguirre se entera de que su expareja le interpuso una denuncia por malos tratos y amenazas varias el 24 de marzo del presente año. Y el Juzgado de Instrucción Número Tres de La Laguna absolvió al progenitor del niño de tales acusaciones.
Desde ese momento, Borja Aguirre empezó a interponer una serie de denuncias contra la madre por incumplir el régimen de visitas mensual. La progenitora fue condenada en un juicio de faltas por incumplir dicha normativa y, además, la obligan a pagar el importe de los vuelos del niño, unos 150 euros en ese momento.
A pesar de la resolución judicial, que determina que las visitas del pequeño a su padre deben ser mensuales, Aguirre señala que tal medida se ha incumplido de forma reiterada desde abril.
De hecho, asegura que no ve al menor desde hace más de un año, desde septiembre de 2010, y la última vez que habló con él fue el pasado mes de junio.
Según el testimonio de Aguirre, lleva gastados unos 8.000 euros en trámites judiciales y otros 2.000 en vuelos que el niño no ha hecho.
El padre comenta que "si este caso fuera al revés", es decir, que la madre fuera la parte denunciante, "creo que ya se habría resuelto; y, sin embargo, no pasa nada".
La otra versión
El abogado de la madre del niño, Zebenzuí González de León, asegura que "el menor, antes de nacer, generó muchos problemas en la pareja" y, "aún así, mi cliente accedió a darle el apellido paterno".
Según el citado letrado, Borja se fue a Bilbao y, desde el nacimiento del pequeño hasta 2007, hubo un acuerdo extrajudicial que se cumplió sin problemas por ambas partes. González de León señala que, incluso, la progenitora llevó al niño a la ciudad vasca para que conociera a la familia paterna.
En opinión del abogado defensor de la mujer, "a partir de 2007 se firma un convenio de mutuo acuerdo, donde mi cliente cede muchísimo en aras de un buen entendimiento y siendo comprensiva con los problemas del padre y del menor".
Zebenzuí González asegura que, "en 2010, mi cliente rehace su vida con otro hombre, siendo muy felices, tanto la madre como el menor" y "curiosamente en ese año se pone una demanda en la que se pide un régimen que nada tenía que ver con lo anteriormente pactado".
El abogado de la mujer indica que, desde ese instante, comenzó una dinámica de "posiciones muy encontradas y sin ánimo de llegar a acuerdo alguno".
González de León comenta que no va a entrar a valorar la capacidad profesional y la labor desarrollada por la letrada de Borja Suárez, así como de sus "presiones a este profesional y, por ende, a mi cliente".
El representante legal de la madre del pequeño dice que "lo que debe prevalecer en ese caso es el derecho que tiene el menor a ver a ambos progenitores, que por parte de mi cliente nunca se ha obstaculizado, antes al contrario, se ha llevado todo de manera amistosa hasta, curiosamente, cuando empezó una nueva relación seria con otro hombre".
Además, De León sugiere "que el niño no se utilice para hacer demagogia en contra de los derechos de la mujer, de las madres y se frivolice con un problema tan serio como es la violencia de género".
http://eldia.es/2011-11-20/SUCESOS/2-Abismo-judicial-ver-hijo.htm

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