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jueves, 10 de noviembre de 2011

Derechos de los Hombres

Jueves, 10 de Noviembre, 2011

domingo 6 de noviembre de 2011
Silenciando Desacuerdos Por John The Other
En el pasado, en cualquier momento en el que una feminista me decía que las mujeres occidentales fueron oprimidas, les pedía detalles. ¿En qué áreas en particular se oprimió a la mujer? Obviamente, nunca han respondido a mi pregunta, excepto con intentos de cambiar de tema, acusarme de ser un abusador o enviar mentiras pueriles.

De hecho, un segmento sustancial de mis artículos y de los artículos de otros activistas necesariamente se enfocan en desmentir el torrente de mentiras propagadas por las feministas y sus acolitadores
Hace mucho tiempo, perdí el interés en intentar perseguir algún tipo de discusión honesta con los adherentes de la ideología feminista quienes casi universalmente demuestran un desprecio por la honestidad y los datos verdaderos en sus “argumentos.”
Si alguna declaración hecha en contra de los hombres, o en contra de los Activistas por los Derechos de los Hombres es repetidamente demostrada como falsa, pero se re-empaca y reutiliza en desafío de su falsedad, aquellos quienes saben que se basan en falsedades para mantener su posición no son actores honestos.
Señalar tales fallas en la verdad es trabajo de rutina para un Activista Por Los Derechos de Los Hombres, y a pesar de que es una tarea tediosa, confirmar los hechos de un oponente mentiroso es una forma de auto-confirmar la posición de uno mismo. Los activistas activos todavía son sólo un puñado de hombres y mujeres en el mundo occidental, y como uno de ellos no soy inmune a sentirme ocasionalmente como el único cuerdo del mundo. Falsedades verificables, citadas de forma rutinaria por los oponentes de los derechos de los hombres sirve como un recordatorio de que tan permanente es la misandria y que tan rápidamente se erosionan los derechos civiles de todos los occidentales (no sólo los de los hombres).
Ocasionalmente, tus oponentes te van a dar un regalo, al hacer algo tan obvio o absurdo con el que ellos se traicionan a sí mismos ante ti. El mes pasado Mary Kellet, la corrupta asistente del fiscal de distrito quien persigue a los acusados a pesar de que no hay evidencia para ganar fondos de VAWA para su oficina intento silenciar este blog y a otros a través de una orden mordaza. Encuentro que esto es demasiado gracioso, y en verdad, espero que ella lo intente otra vez. Hola Mary, gracias por visitar el blog.
Una urgencia por silenciar el debate o los desacuerdos es, una necesidad totalitaria. Los intentos de Kellet y de otros por silenciar la discusión y el criticismo valida los argumentos hechos en A Voice For Men y en este blog sobre el escalamiento en el surgimiento de un estado policial.
Otro de estos regalos nos los dio Christine Armstrong, una mujer que trabaja en un refugio para mujeres en Alabama. Hace una semana atrás, Paul Elam escribió sobre la acusación pública que ella le hizo a él sobre varios crímenes, y la sugerencia deshonesta y estúpida de que él debería ser tratado por las fuerzas policiales como si fuese alguna especie de amenaza a la seguridad pública.
Estoy seguro que no soy el único quien, al escuchar semejante comportamiento no ético hecho por Christine Armstrong, pensó: “ella es una basura.” Sin embargo, a pesar de ser algo tan molestoso como las calumnias y las mentiras – si las ves desde otro punto de vista, son expresiones implícitas de la bancarrota moral y de la desesperación de los enemigos ideológicos de los derechos humanos. Si Armstrong o alguna de sus cucarachas amigas tuviesen un argumento que valiese ser llamado un argumento, ellas lo dijesen en lugar de esas mentiras pueriles a las cuales nos acostumbramos cada vez más.
Obviamente ellas están tan intelectual, ética y estratégicamente en bancarrota que su táctica principal es repetidos e incompetentes intentos de silenciar a los activistas por los derechos de los hombres.
Lo que hace esto algo más interesante es que la falla por callar a nuestro amigo Paul es mucho más que una falla estratégica de Armstrong o de sus camaradas ideológicas – es una revelación del tejido insustancial que cubre a una ideología. Cada vez se basurea más al feminismo organizado y a sus adherentes y eso provee un radar iluminado para aquellos que tenemos una inversión en derechos humanos y los que tenemos veracidad en nuestros argumentos.
Gracias Christina. Sigue intentándolo.

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