Lunes 31 de Octubre de 2011 Marisa Babiano Puerto
Dos vivencias en este mes de octubre, que termina, me han vuelto a recordar que vivimos en una sociedad machista en la que muchos hombres, muchísimos, demasiados por desgracia para nuestro mundo, a estas alturas del siglo XXI siguen pensando que son más importantes que las mujeres, que sus formas de ver el mundo y de relacionarse en él son las válidas.
Por desgracia esta visión tiene que ver con el poder, el ejercicio del dominio sobre otras personas y con la violencia en general, y en el caso de la violencia de género sobre las mujeres en particular (maltrato psicológico -abuso emocional, verbal, abuso espacial y social y abuso económico-, físico y sexual. Hombres maltratadores. Andrés Quinteros y Pablo Carbajosa. Grupo 5)
Esto está en las antípodas del cultivo de afectos –emociones, sentimientos- con la autoestima a la cabeza, que sería lo deseable para relacionarnos desde la igualdad y la paz.
Es de sospechar que si hasta ahora seguimos así es porque hay un interés para que continúe de este modo. Hoy tenemos por ejemplo las industrias de los videojuegos (violentas y sexistas), las armamentísticas, gran parte de la industria del cine, aunque también contamos con una publicidad fantástica en este sentido, haciéndole el juego al sistema capitalista-machista, en el que la mujer tiene su rol y el hombre el suyo, (dependencia y sumisión, frente a independencia y dominio).
Todavía se ven anuncios en los que la mujer dentro de la familia es la que se encarga de los productos de limpieza y la hija pequeña de pinche, o anuncios de coches en los que una voz femenina va diciendo cosas como domíname… y otra serie de frases que mi cerebro ha decidido olvidar, por espantosas, ya que podría decirse que contienen todo lo que se da en la violencia hacia la mujer. Pareciera que la Ley de Medidas de Protección Integral contra Violencia de Género va por detrás de la publicidad y el capitalismo a juzgar por estos anuncios publicitarios, que parecen que se ríen de la sociedad, de la ley y de lo que se ponga por delante. Me recuerda mucho al mercado financiero por la forma en que se ríen en la sociedad de mercado, unos y otros de la mujer y de la democracia.
El pasado miércoles 26 de octubre asistí a la II Jornada técnica de prevención y sensibilización contra la violencia de género, titulada Desmontando lo “normal”. La violencia cotidiana. Organizadas por la Mancomunidad de servicios sociales, de atención social primaria THAM, integrada por los municipios de Torrelodones, Hoyo de Manzanares, Alpedrete y Moralzarzal.
Inauguró la jornada Salvador Victoria Bolivar, Consejero de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid y María Casado Nieto, Presidenta de la Mancomunidad THAM. Salvador Victoria vino a decir para concluir su exposición, que el Gobierno de Esperanza Aguirre no cesará en su empeño por erradicar la violencia de género. Y María Casado que seguirían trabajando por la prevención. Esperemos que así sea e incluso mucho más.
Uno de los participantes en la jornada fue Luis Bonino Méndez, psicoterapeuta especialista en varones, masculinidad y relaciones de género, nos habló entre otros aspectos de los micromachismos que vendrían a ser “pequeñas” (por la dificultad para detectarlas) y cotidianas maniobras y estrategias de dominación masculina que atentan en diversos grados contra la autonomía femenina. Vienen a ser hábiles e imperceptibles artes, artimañas, tretas y trampas de desigualdad. Inadvertidas culturalmente, manifestaciones más “light”, formas “refinadas”.
¿Para qué los utilizan los hombres? Entre otras razones: para seguir disfrutando de los privilegios masculinos, para imponer su lógica de vida, sus deseos y pensamiento sin mover un dedo, para proteger egoístamente su propio bienestar…
Ejemplos: la técnica del escaqueo (como derecho a no hacer), desaparecer en el momento justo, “ya iré…” y pasan 3 ó 4 años, el silencio y forzamiento de la telepatía…
Consecuencias en la mujer: malestar difuso, irritabilidad, hartazgo sin motivo de la relación con autoculpa, actitud defensiva, deterioro de la autoestima y la autocredibilidad, habituación anestesiante de la queja y por tanto más expuesta a más violencia... O sea un daño sordo y sostenido a la autonomía.
También expuso que hay una serie de mecanismos sociales de ocultamiento de la violencia de género que hay que desmontar como la: normalización, naturalización, banalización, insensibilización, negación o minimización. Y explicó que muchas veces hay un descreimiento y culpabilización de la víctima justificando así al maltratador.
Otra experta que participó en la jornada fue María Marcos Arenal, psicóloga de la Unidad de Psicología Preventiva de la Universidad complutense de Madrid. Explicó algunos de los resultados de la investigación que han llevado a cabo sobre La igualdad y la prevención de la violencia de género en la adolescencia.
Entre estos resultados me llamaron especialmente la atención dos, uno referente a la autoestima que midieron por una escala. Ante la pregunta “tengo una actitud positiva hacia mí misma/o” El 72,4% de los chicos afirma estar bastante o muy de acuerdo, frente al 58,3% de las chicas. Y la otra pregunta “en general estoy satisfecha/o conmigo misma/o” los chicos un 74%, frente al 66,3% de las chicas.
Lo cual indica que hay una autoestima baja en las chicas y hay que trabajarla.
Otro referente a los valores por los que les gustaría que destacara su pareja a los chicos por este orden: atractivo físico, simpatía y sinceridad.
A las chicas por este orden: sinceridad, simpatía y atractivo físico.
Justo al contrario y es lo que se refuerza socialmente con los roles, esto es para que se entiendan, se comprendan y se quieran, ¡claro!
También comentó, que en la prevención con adolescentes es muy productivo el implicarles en actividades en las que tomen el rol de ser las personas que van prevenir la violencia de género con otr@s adolescentes, por ejemplo como si fuesen ell@s quines diseñasen una campaña para prevención.
Erick Pescador Albiach sociólogo, psicólogo social y sexólogo, fue tercer especialista que intervino con su exposición: “Cuestionando la masculinidad, las nuevas formas de ser hombre”.
Promueve programas educativos para reelaborar las relaciones de género y promocionar formas viables y pacíficas de convivencia. El proyecto Ulises. Que consiste en educar desde la diversidad y las relaciones de paz. Éstas surgen en una estructura social sin las diferencias de poder que imponen los roles sociales.
Comentó que la igualdad tiene que ver con 2 cambios: el de identidad de mujeres y hombres y el de modelo de relación de vínculos que sean de igualdad. Basándose en comportamientos corresponsables, no violentos e igualitarios. Plantear las relaciones desde la equidad implica asumir que lo femenino vale lo mismo que lo masculino, y lo masculino lo mismo que lo femenino.
Así mismo apuntó que los hombres deberíamos acabar con la apariencia, con la competencia y las luchas de poder.
Ya que la violencia se refuerza en nuestra sociedad, es necesario desaprenderla y dejar de darle un valor positivo.
Desde el Proyecto Ulises lleva a cabo líneas de acción para evitar el predominio de la masculinidad tradicional que daña, por ejemplo con las mujeres: reafirmando su identidad, reeducación en las relaciones de pareja, colaborar para que puedan construir su espacio personal…
Con los hombres: mostrar las ventajas de un nuevo modelo de ser hombres, entender la silenciosa queja que no pueden expresar, escucharles e instarles a que escuchen, enfrentarles con su rabia y sus miedos, cuestionar el sentido del rol de dominación, educar en una paternidad presencial y responsable, reenseñar los vínculos y las formas de amar, educar en sexualidad y afectividad, motivar a los varones violentos o no, a que realicen talleres sobre masculinidades, para así revisar aspectos conflictivos de su identidad…
Destacó que la importancia de coeducar está en trabajar desde la ética del cuidado, desarrollando el espíritu crítico de forma cotidiana.
Después de mis experiencias particulares de este mes que acaba, me vino muy bien esta jornada, para no bajar la guardia y seguir perseverando en graduar la vista a esta sociedad desigual en cuanto a forma de relacionarse (dominio-sumisión) y de mercado, que potencia la desigualdad también, respecto a quien tiene dinero de quienes no.
Me gustaría que l@s polític@s (y ahora que se acercan las elecciones), siguiesen apostando con más ahínco que nunca por la prevención de la violencia de género, para hacer entre todos y todas una sociedad con más vista y democrática, y menos "d€mocrático-machi$ta".
Como siempre fue un placer realizar este trabajo y compartirlo con ustedes.
Cualquier persona que quiera una de mis viñetas o una caricatura personal
escribir a: babianomarisa8@gmail.com
http://www.periodistas-es.org/index.php?option=com_content&view=article&id=14674%3A&catid=68%3Acomunicacion&mid=51
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