Una mujer de mediana edad arrancó parcialmente un testículo a su marido tras una discusión en el domicilio familiar en Utiel por causas que no han trascendido. La brutal agresión se produjo el pasado domingo por la noche. Los dos hijos del matrimonio, de tres y doce años de edad, se encontraban en la vivienda cuando sus padres comenzaron una acalorada disputa que terminó con el testículo colgando.
La mujer cogió fuertemente con su mano los genitales de su esposo en un momento de la porfía, aunque su intención «no era causarle los graves desgarros» que sufrió la víctima en la base del pene y la membrana de un testículo, según explica Alfredo Moya, abogado de la agresora. «Reaccionó de forma descontrolada y desproporcionada, pero está muy arrepentida», añade el letrado.
Tras taponarse la herida sangrante, el hombre acudió al centro de salud de Utiel, donde le practicaron una primera cura, y luego fue trasladado al hospital de Requena. El desprendimiento del testículo obligó a operar a la víctima en el Hospital General de Valencia. La intervención quirúrgica fue necesaria para reconstruir y salvar el testículo.
Derecho a no declarar
Los médicos siguieron el protocolo que les obliga a informar del ingreso de posibles víctimas de agresiones. Así, la Guardia Civil de Utiel actuó de oficio y detuvo a la presunta agresora a pesar de que la víctima se negó a presentar una denuncia. Además, el hombre se acogió a su derecho a no declarar en contra de su esposa.
El juzgado de Requena que instruye el caso está esperando un informe del forense sobre las lesiones que presenta la víctima. «La agresión no ha sido tan grave como parecía en un principio», asevera el abogado de la mujer. El motivo de la discusión de la pareja no ha trascendido, aunque fuentes policiales precisaron que la disputa no se debió a una infidelidad.
La indulgencia que mostró el padre de familia no influyó en la decisión del juez de guardia, que imputó a la detenida un delito de lesiones y luego decretó su puesta en libertad. También le impuso la medida cautelar de acudir dos veces al mes al juzgado de Requena para firmar. El hombre regresó a su hogar tras recibir el alta médica, perdonó a su esposa y reanudó su vida familiar en Utiel.
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