La presión social que están ejerciendo algunos progenitores, con manifestaciones continuas ante los Juzgados de Familia, solicitando la mal denominada custodia compartida, parece que está condicionando a los equipos psicosociales y a la propia Fiscalía para llevar una línea políticamente correcta. En este caso, pedir la custodia compartida, cediendo a la opinión pública y olvidándose de velar por la estabilidad y el bienestar del menor.http://www.deia.com/2012/06/01/opinion/cartas-al-director/y-quien-pregunta-al-menor
Estos funcionarios deben recordar que estos niños son ante todo personas y que son, precisamente, ellos quienes quedan totalmente desprotegidos cuando se les obliga a cambiar alternativamente de modo de vida. En la mayoría de los casos, no se tiene en consideración sus deseos, pese a haber sido expuestos ante las autoridades judiciales, y sin embargo se da prioridad a los derechos que algunos padres entienden que pueden ejercer sobre la vida de sus hijos.
Hago esta reflexión para denunciar que no siempre la custodia compartida es la mejor solución. Y lo hago defendiendo fervientemente que los derechos y obligaciones de los padres y de las madres en el cuidado y educación de los hijos deben ser equitativamente parejos.
Reunión de los lunes
domingo, 3 de junio de 2012
¿Y quién pregunta al menor?
Domingo, 3 de Junio, 2012
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