Hijos de padres divorciados; La familia antes que nada

Lunes, 17 de Septiembre, 2012
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- hijos de padres divorciados

El divorcio comúnmente se trata desde la perspectiva de la pareja que se separó, sin embargo muchas veces equivocadamente olvidamos a los hijos. Los hijos de estas parejas, dependiendo de la edad, aunque a veces es indistinto, son personas que sufren terriblemente la separación de sus padres. Lo que lamentablemente, repercute en el desarrollo de sus vidas a futuro y muchas veces, los principales culpables de ello, son los mismos padres.

Por ello, podemos ocupar este espacio para dar algunos consejos para que las parejas que han decidido optar por el divorcio, los tomen en cuenta, para lastimar lo menos posible a sus hijos.

1. Afrontar la realidad

Cuando van a dar la noticia los padres a sus hijos de que han tomado la decisión de divorciarse, lo que deben de hacer es juntos llegar a un acuerdo para que de conformidad los dos digan lo mismo sin querer sobresalir de forma particular, o sin echarse la culpa como causantes del divorcio. Deben de tomar muy en cuenta la edad de los hijos, para estar a la altura de su madurez en cuanto a lo que decidan decirles.

Una vez que los padres se sienten a hablar con los hijos, deben de hacerlo con calma y sinceridad. No exaltarse ni levantarles la voz, y deben esperar que los hijos reaccionen mal ante la noticia, ya que será un golpe muy duro.

2. Viviendo el divorcio

Una vez que el divorcio se dio, y la familia separada comienza a vivir la nueva vida, los padres deben de ser coherentes con lo que le dijeron a los hijos. No deben de aflorar las rivalidades, ni utilizar a los hijos de excusa para herir a la ex - pareja. Ejemplo típico de este tema es cuando el padre o la madre que no vive con los hijos, los tiene consigo, decide consentirlos y mimarlos con cosas materiales y hablar mal de la ex-pareja. Lo anterior para vengarse en cierta forma del ex – cónyuge. Lo anterior simplemente repercute negativamente en su estabilidad emocional y psíquica, porque inconscientemente se saben balas e irónicamente esas balas los hieren a ellos mismos.

3. Una relación post divorcio civilizada

Sería ideal que si los padre toman como prioridad lo que antes era su familia, decidan de vez en cuando reunirse todos, aclarando que es solamente par estar juntos, sin decir que volverá a ser igual. Ir a misa juntos, a comer, a hacer alguna actividad que los reúna y puedan pasar un momento agradable para que los hijos puedan tener la figura de los dos padres a la vez.

4. Un tercero en el divorcio

En ocasiones, y generalmente en la mayoría de ellas, uno de los ex integrantes de la pareja, sino es que los dos, comienzan una nueva relación con otra persona. Lo mejor, sería no involucrarla desde el principio con los hijos hasta que no sea algo de seriedad. Sino podría confundir a los hijos y hacerlos pensar que esa persona es la causa de la separación de sus padres. Asimismo, la pareja podría ser no tan formal y luego cambiar de pareja lo que haría que los hijos se confundieran aún más. Por ello, discreción en lo que los padres decidan hacer con su vida sentimental para no lastimar en mayor medida a los hijos.

5. A los ojos de Dios

Los hijos, no tienen la culpa de nuestras conductas y siendo que somos personas adultas, debemos de pensar primero en ellos. Después de que vimos que la relación no funcionó por la razón que haya sido y a pesar del camino que decidamos tomar después de la separación, es imprescindible continuar con una vida sacramental, siempre y cuando no se viva en adulterio y se procure acercarse más a Dios para que ilumine los corazones de aquellos padres divorciados y así puedan tener conductas ejemplares que ayuden a superar el trauma del divorcio los hijos producto de esa unión que algún día se creyó ser para siempre.

Sí pueden existir hijos de padres divorciados, contentos y seguros de sí mismos. Está en los padres lograr que su separación no repercuta de manera negativa en sus hijos. Es imprescindible que los padres tomen a su familia como prioridad, a pesar del divorcio y no dejar que las pasiones y debilidades humanas hundan a criaturas que no tienen la culpa de lo sucedido.

Para ello es importante, tener una vida sacramental, de acercamiento a Dios para que el egocentrismo no domine las decisiones y actitudes de la persona involucrada en el divorcio. Los hijos son lo primero, después de que el matrimonio falló. Y las decisiones tomadas deben de ser tomadas con Dios a nuestro lado para que sean las más acertadas, considerando habiendo estado casados era un peor martirio y trauma para los hijos, que estar separados. Pero unidos en cuanto al desarrollo emocional y sentimental de los hijos debe de ser la prioridad.

http://www.informandoyformando.org/Hijos.de.padres.divorciados