Cuando los regalos se tiñen de culpa, arrepentimiento y tristeza

Domingo, 6 de Enero, 2013

Muchos progenitores separados o divorciados lo pasan fatal, porque no son materialmente capaces de regalar lo que tanto desean sus hij@s.

Cuando dos personas acaban de pasar por un divorcio y comienzan una vida por separado se unen dos factores que aprietan la economía: los ingresos generalmente son menos y los gastos dejan de ser compartidos. Si a ello unimos la difícil situación que se está viviendo por la dura crisis del país, no es de extrañar muchas personas recién divorciadas padezcan importantes limitaciones que les impedirán optar a comprar los regalos que sus hij@s les piden. No cabe duda de que a tod@s nos gusta “malcriar” a nuestr@s hijos de vez en cuando, especialmente en Navidad. Pero también es cierto que lo que nuestr@s pequeñ@s se llevarán al fin y al cabo en su mochila de vida son el amor, los recuerdos, las vivencias de las buenas experiencias con sus progenitores.
Puest@s a no tener un presupuesto demasiado grande, vale la pena mantener la calma por un momento, quitarnos la culpa, el arrepentimiento y la tristeza por no poder regalar lo que nos piden y dejar que nuestra creatividad nos guíe. Hay un montón de cosas que cuestan muy poquito o nada, como hacer galletas, dar un paseo para merendar, o leer juntos un libro, que llenarán su memoria de recuerdos para toda la vida. Porque regalar tiempo de calidad es el mejor presente que nuestr@s hij@s pueden recibir.

http://ententia.com/2012/cuando-los-regalos-se-tinen-de-culpa-arrepentimiento-y-tristeza/