Reunión de los lunes

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lunes, 7 de enero de 2013

«Paulina quiere quitarme a mi hijo. No tiene piedad»

Lunes, 7 de Enero, 2012
'Colate' Vallejo-Nágera con Nicolás en brazos
Nicolás Vallejo-Nágera está que trina contra su ex, la cantante Paulina Rubio. Desde que el pasado mes de marzo presentara una demanda de divorcio contra la menuda 'Chica Dorada', la mexicana se está encargando de hacerle la vida imposible. De momento, siguen sin firmar el divorcio y las relaciones entre ellos han quedado restringidas a las comunicaciones entre sus abogados. Es la guerra y 'Colate' está desolado.
Y eso, a pesar de que ha podido reunirse por fin con el pequeño Andrea Nicolás tras un tira y afloja que ha durado semanas y que solo se ha resuelto tras un pronunciamiento judicial. «Ha sido un proceso muy largo», ha asegurado 'Colate' a la web 'Vanitatis'. «Mientras el niño ha viajado con su madre a México sin que yo pusiera impedimentos, ella se ha negado en redondo. Si no tenía su autorización no lo podía hacer, so pena de acabar en la cárcel. Al final, lo solicité judicialmente y, por fin, el día 23 de diciembre dieron el permiso y aquí está con mi familia. Nicolás está feliz con sus primos, mi madre, mis hermanos…», suspira el padre.
Ha sido un verdadero calvario. Además, el fallo judicial obliga a que el hijo de la pareja sea acompañado en todo momento por una cuidadora, que pagarán a medias. «El 7 de enero tenemos que estar de vuelta en Miami. No quiero problemas, porque la situación se está volviendo insostenible. Nunca imaginé que llegaría a estos extremos de querer quitarme a mi hijo», se lamenta. «No tiene ni piedad ni respeto. Mi hijo me quiere muchísimo y es feliz conmigo. Estuve un mes sin saber de él cuando su madre se lo llevó a México. Imagínate mi desolación», dice.
Nicolás Vallejo-Nágera no tiene pelos en la lengua para señalar culpables. «Ha sido ella. Yo siempre he tenido una actitud conciliadora y por mí, me hubiera divorciado a los dos días. Lo que está sucediendo con el niño no lo entiendo. He tenido durante nueve meses a un detective que ha grabado todos mis movimientos. El juzgado no aceptó esas pruebas. Es impresentable lo que está haciendo. Se mantiene la custodia compartida. Mi hijo es lo más importante de mi vida. Si yo fuera tan negligente, el juez habría cambiado el sistema de custodia. Y no ha sido así. No permitiré que me quiten a mi hijo», se duele

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