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jueves, 21 de febrero de 2013

La madre acusada de infanticidio abandonó al bebé en “un lugar difícil de encontrar”

Jueves, 21 de Febrero, 2013
Las mujeres que encontraron el cadáver del recién nacido y los agentes de la Guardia Civil que intervinieron en la inspección ocular afirman que en ese momento el niño estaba encima de las prendas, no envuelto en ellas.
06/02/2013
Imagen de la vista oral ayer, en la sala de vistas de la Audiencia, poco antes de la declaración de uno los agentes de la Guardia Civil que instruyó el expediente del caso.
La segunda jornada del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial contra la joven acusada de asesinar a su hijo recién nacido se centró en el testimonio de seis agentes de la Guardia Civil, dos mujeres y cuatro hombres, que intervinieron de una manera u otra en la investigación del suceso. De sus declaraciones se desprende que el lugar donde fue hallado el cadáver no era fácil de encontrar, y que la presunta infanticida se adentró en un pinar varios centenares de metros.
En la primera sesión de la vista oral, la acusada, de nacionalidad polaca, admitió que había abandonado a su hijo después de dar a luz en un paraje cercano, aunque añadió que lo hizo en estado de shock, que sangraba mucho, se sentía mareada y pensó que alguna persona podía verle.
Uno de los agentes de la Guardia Civil afirmó ayer que el lugar donde fue encontrado el cadáver del recién nacido está en un pinar muy frondoso, señalado como el monte de utilidad pública de San Benito de Gallegos precisamente al inicio del camino forestal que parte de la carretera comarcal que comunica las localidades de Mudrián y Chatún y por el que la acusada se adentró en un vehículo Peugeot 205 unos cuatrocientos metros antes de abandonar allí al bebé.
Explicó que aunque el cuerpo fue hallado por dos mujeres que buscaban níscalos, el lugar “no era fácil de encontrar”. De hecho, señaló que durante la reconstrucción de los hechos fue complicada la localización y “se puede uno perder”, añadió.
Otra agente afirmó que “de ninguna manera” era fácil divisar ese lugar desde la carretera y calculó que se encontraba a unos 300 ó 400 metros, en el interior del pinar.
Ya el día anterior las dos mujeres que encontraron el cadáver, madre e hija, habían señalado fuera de la sala que el niño no era visible desde la comarcal, aunque calcularon la distancia en “unos 200 metros” desde la carretera.
La presunta asesina había declarado el día anterior que cuando sintió las contracciones del parto abandonó la vivienda que compartía con otros empleados del vivero de Mudrián para el que trabajaba, entre ellos su compañero sentimental, cogió el coche y circuló unos metros hasta girar en el sitio más próximo, donde dio a luz.
Sostuvo que el parto ya había empezado y sintió pánico, que fue algo impulsivo y no pensó en un lugar determinado. El niño nació sin demasiadas dificultades, según su testimonio, ella misma cortó el cordón umbilical, envolvío al recién nacido en una camiseta y en un chaleco de lana y lo llevó al vehículo para regresar después al mismo lugar y expulsar la placenta.
Posteriormente circuló por la comarcal pero en lugar de volver al pueblo se adentró en el pinar por un camino. La acusada declaró que no conocía la carretera, que buscaba casas o un sitio donde dejar al niño “pero era todo bosque”. Finalmente dejó al recién nacido junto a un pino y se marchó. Explicó también que, como era “un paseo, un lugar por donde pasaba gente”, pensó que alguien podría encontrarle, a pesar de que era ya de noche.
Eso ocurrió el 30 de octubre, alrededor de las diez de la noche. Al día siguiente un vecino de la zona encontró la placenta y seis días después, el 5 de noviembre, se halló el cadáver del niño.
El abogado que defiende a la presunta infanticida, César Fraile, preguntó a los agentes de la guardia civil en la vista oral especialmente por la extensión del pinar. Una de las guardias relató que, aunque no conocía bien la zona, “entiendo que es muy grande”.
Los agentes que participaron en la investigación revelaron ayer que en durante la inspección ocular del lugar donde tuvo lugar el parto encontraron restos de placenta y de cordón umbilical, dos camisetas, varias compresas y unas tijeras con el mango de plástico, éstas últimas en cima del tocón de un pino.
Aunque desde el primer momento se sospechó que podían tratarse de restos procedentes de un parto humano, se requirió la presencia del médico de guardia del Centro de Salud de Carbonero el Mayor, que se mostró de acuerdo con esa hipótesis, aunque los restos fueron remitidos para su análisis y confirmación de los indicios.
A partir de ahí la Guardia Civil inició ya las pesquisas para aclarar lo sucedido, teniendo en cuenta, además, que los restos se encontraban relativamente cerca de los viveros de la localidad de Mudrián. Uno de los instructores comentó que hablaron con los responsables de estas empresas y comprobaron que “prácticamente se había ido todo el contingente de trabajadoras polacas porque había finalizado la campaña”.
Sí interrogaron tanto a la acusada como a otras dos mujeres. La primera no solo negó saber nada al respecto sino que incluso manifestó “que no podía tener hijos” debido a una enfermedad —había comentado con varias personas que había padecido un cáncer de útero—.
Entre las camisetas que se localizaron junto a la placenta había una con publicidad de un locutorio de Mudrián estampada en la tela. A través del propietario de este negocio se supo que la camiseta podía ser del novio de la acusada, ya que había adquirido una tarjeta telefónica recientemente y era habitual regalar esta prenda con la compra. Además recordó que la mujer había comprado compresas días antes.
El 5 de noviembre, alrededor de las cuatro de la tarde, las dos mujeres que paseaban y buscaban níscalos por el pinar, encontraron el cadáver del recién nacido. En realidad fue la más joven quien se topó con él. En su declaración, la tarde del lunes, señaló que “vi algo raro y me acerqué; estaba de lado y enseguida me di cuenta de que era un niño. Estaba completamente destapado y le faltaba parte del cuerpo”.
Su madre añadió que oyó a su hija gritar y decir “hay un bebé”, a lo que no pudo dar crédito hasta que lo comprobó ella misma. Llamaron después a la Guardia Civil.
http://www.eladelantado.com/noticia/local/165689/la_madre_acusada_de_infanticidio_abandono_al_bebe_en_%E2%80%9Cun_lugar_dificil_de_encontrar%E2%80%9D

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