Curarse en Salud: la violencia de género

Jueves, 24 de Octubre, 2013

Hoy la “enfermedad” que protagoniza este espacio no viene provocada por virus ni bacterias, pero es una de las principales “epidemias” en nuestra sociedad: la violencia de género; tanto es así que, en 1996, la OMS acordó que la violencia hacía las mujeres es una prioridad en salud pública en todo el mundo.

Entendemos por violencia de género “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales acto, la coacción o privación arbitraria de libertad, tanto si se produce en la vida pública o privada”, tal y como recoge la Declaración de la Naciones Unidas del año 1993.
Bárbara Díaz Sánchez, trabajadora social del Hospital Rey Juan Carlos, recuerda que la violencia de género  puede adoptar diferentes formas que “pueden darse de manera aislada, aunque lo más frecuente es que se ejerzan simultáneamente”. Las más comúnmente señaladas son: violencia psicológica (amenazar, insultar, culpabilizar a la mujer…);  física (golpear, agarrar…) , sexual (cuando en esa relación se produzca penetración no consentida se considera violación , que no necesariamente conlleva utilización de fuerza física), económica (controlar el uso del dinero, no dejarla trabajar…) y ambiental (dar golpes en puertas, tirar objetos, maltratar mascotas…).
Díaz Sánchez explica que la violencia de género afecta a todos los estratos sociales, “siendo la representación social extrema de la desigualdad y por ello se considera un problema complejo con repercusiones en la salud y no como una cuestión íntima de la pareja”.
Existen múltiples consecuencias de la violencia sobre la salud de las mujeres, “como gran variedad de lesiones físicas; depresión; ansiedad; mayor vulnerabilidad a problemas de salud, como dolor crónico, enfermedades de transmisión sexual, infecciones de tracto urinario; aumento de embarazos no deseados, abortos y bebés con bajo peso al nacer...”  apunta la trabajadora social.
Además de lo anterior, estas situaciones también tienen importantes consecuencias en la salud de los hijos y cada vez es más frecuente que se sospeche la violencia de género a través del pediatra, por la actitud propia de la madre en la consulta y el desarrollo psicomotor del niño. “Hasta un 70% de los hijos que viven situaciones de violencia de género en su hogar, son víctimas de maltrato” señala Bárbara Díaz.

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