El pleno del Parlamento Europeo ha rechazado este martes votar un
informe sobre salud sexual y reproductiva que, entre sus disposiciones,
defiende el derecho de la mujer al aborto y pide a los gobiernos europeos que aseguren que la
educación sexual forme parte de la enseñanza obligatoria en primaria y secundaria.
Las
diferencias entre los grupos políticos sobre el contenido del informe han evitado que se sometiera al voto del pleno como estaba previsto, por lo que
se ha devuelto a la comisión europarlamentaria de Derechos de la Mujer para su reformulación, en un plazo no estipulado.
El texto que ha enfrentado a los eurodiputados recomienda que, "como
objetivo de derechos humanos y salud pública, los servicios de aborto de
calidad deben ser legales, seguros y accesibles, dentro de los sistemas
de salud pública de los Estados miembros". Y pide también que las
mujeres que se hayan sometido a un aborto ilegal no sean perseguidas por
la Justicia.
El informe, con todo,
subraya que "en ningún caso" debe promoverse el aborto como método de planificación familiar
y pide a los Estados miembros políticas y medidas adecuadas para evitar
que se recurra al aborto "por razones sociales y económicas".
También
critica que en ocasiones se "impide o retrasa" el acceso al aborto en los supuestos en que es legal,
con "obstáculos" como "el uso extendido de la objeción de conciencia,
periodos de espera médicamente innecesarios o asesoramiento parcial".
El documento ha sido redactado por la socialista portuguesa
Edite Estrela y abarca otras cuestiones relacionadas con la salud sexual, incluida la
necesidad de que las mujeres tengan acceso a revisiones ginecológicas y mamografías anuales. Por ello, considera
"inaceptable" que con la "excusa" de los recortes para superar la crisis se reduzcan estas prestaciones en algunos Estados miembros.
Además
reclama servicios de fertilidad y opciones reproductivas "no discriminatorias" para que tengan acceso a los tratamientos todas las mujeres, también en el caso de
solteras y lesbianas.
Por otro lado,
considera que la maternidad subrogada es una "comercialización" de los niños y las mujeres, por lo que lo considera una "amenaza" para la salud de las mujeres y para los Derechos Humanos.
En lo que se refiere a las políticas de este tipo en el marco de la
cooperación y ayuda al desarrollo que la UE ofrece a terceros países, el
informe incluye entre sus peticiones que se garantice el acceso al
aborto "a las mujeres y niñas que son víctimas de violaciones en
conflictos armados".
Otras de las cuestiones del informe que ha provocado el rechazo de
los eurodiputados conservadores figura la petición de que la educación
sexual "sea obligatoria para todos los alumnos en las escuelas primarias
y secundarias" y que se preste especial atención a este tipo de
programas.
Los Estados miembros, además, deberían ofrecer s
ervicios de salud sexual y reproductiva "adecuados para adolescentes" en
función de su edad, madures y evolución de sus capacidades, según el
informe. Los adolescentes deben poder acceder a estos servicios "sin el
consentimiento de sus padres o tutores", añade.
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