Refleja el problema que supone en este tipo de vida que llegue un hijo, pero presente la custodia compartida como el régimen que mejor solución ofrece a ambos miembros de la pareja para seguir de algún modo con el ritmo anterior, y al mismo tiempo con los cuidados del hijo. Porque esto si que tiene que decir, una cosa es pedir la custodia, y otra muy distinta en luego en la intimidad ejercer la responsabilidad que conlleva el cuidado de los menores, pues mejor o peor, poniendo más empeño en sus cuidados o menos éstos restan tiempo a la persona. De hecho si las madres que piden la custodia de los hijos e inician una pelea en el juzgado para que el padre pueda ver a los menores lo menos posible, en la realidad posterior tuvieran realmente que hacerse cargo efectivo de dichas obligaciones otro gallo cantaría. Pero la realidad es que luego encontramos a estos menores para el cuidado de los abuelos maternos los fines de semana, y muchas veces también entre semana, y otras encontramos a muchas madres chateando mientras los menores campan a sus anchas por la casa, Otra situación es la de echarse una pareja y meterla en la vivienda familiar que también paga el ex marido y padre de los menores, y que termine siendo éste quien se dedique a obligar a los menores a acostarse pronto mientras que la madre termina de fregar los platos de la cena. La mujer no es peor ni mejor que el hombre, pero si realmente los cuidados de los hijos se ejercitasen cómo se debiera, y no se concediesen una serie de ventajas que permiten a la mujer seguir mantenida por el marido, ellas mismas serían quienes por egoísmo personal recurrirían las sentencias de los jueces que les otorgan la guarde y custodia de los menores por la sistemática machista de que la mujer es quien cuida mejor a los hijos.
Fuente:
http://www.diarioinformacion.com/opinion/2015/10/08/soltera/1683038.html
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