Estos últimos días hemos sido testigos de los efectos tristes y nocivos de un periodismo mal enfocado, precipitado, (casi diría yo que) subyugado en busca de la sensación barata de tipo "y quien da mas"...
No quiero hacer leña del árbol caído, pero creo que toda la culpa en el caso de David de Tenerife se la tienen que llevar los medios de comunicación. La histeria colectiva, provocada precisamente por los medios, ha llegado hasta extremos inadmisibles: linchamiento inmediato, arbitrario e indiscriminado, a mas de ver el diablo de la "violencia de genero" en cada esquina…
Los médicos, la policía, sí, podrían tener parte de la culpa de lo que le ha pasado a este pobre hombre, pero también ellos quizás han quedado contagiados por esta persecución "a lo McCarthy" a todo lo que huele o puede oler a violencia machista. Una noticia, que como mucho podría haber aparecido en la columna de sucesos, abre las primeras paginas...como si no hubiera de que informar – por ejemplo, de este referéndum en Suiza –, ¿por qué no? O de que en esta misma y queridísima Mauritania, a la que tanto se quiere ayudar (¿?), donde está prohibido no sólo construir iglesias cristianas – está prohibido enseñar la cruz de Jesucristo y, por eso, la única iglesia en Nuakshot, que sirve al cuerpo diplomático, está dentro de un chalet ¡sin signos externos! Que conste.
http://www.lavanguardia.es/lv24h/20091206/53838907513.html
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