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domingo, 25 de diciembre de 2011

«El falso mito de que la mujer denuncia sin razón dificulta la lucha contra la violencia de género»

20.03.11
- La jueza considera «necesaria una reforma legal porque hay casos en los que la medida de alejamiento provoca disfunciones»
- Inmaculada Montalbán Pta. del Observatorio contra la Violencia de Género
Se confiesa fundamentalmente jueza. Inmaculada Montalbán, vocal del Consejo General del Poder Judicial, es una mujer menuda que pilota el Observatorio contra la Violencia de Género con un objetivo: combatir los malos tratos y desmontar el «falso mito de las denuncias falsas».
- Los avances en esta materia son indudables, pero también las críticas han arreciado respecto a que el exceso de celo en la protección de las mujeres ha provocado indefensión en el hombre...
- Hay que tener muy claro que en modo alguno los derechos de los denunciados por malos tratos se han rebajado en absoluto. No se han movido ni un ápice los derechos y garantías de los imputados en esta materia, nada. Tienen la misma presunción de inocencia, los mismos derechos que en cualquier otro ámbito. Nuestros jueces están muy bien formados y tienen un celo escrupuloso para que se cumplan esos derechos. La única diferencia de ahora es que antes la víctima no estaba presente en el juicio, ahora sí, está en el proceso y está porque ha habido un interés del Estado en fortalecer sus derechos, informarle y que los pueda ejercitar. La ley integral creó los fiscales especializados que se ocupan de tener esa relación directa con la víctima y hacer que sus derechos aparezcan en el proceso, es la única diferencia. El principio de presunción de inocencia en este ámbito actúa como en cualquier otro, la prueba la tenemos en las sentencias absolutorias, en los sobreseimientos y archivos que algunas veces interesadamente se quieren identificar con denuncias falsas.
- Desde algunos sectores de la judicatura se reclama que la medida de alejamiento, asociada a cualquier condena por malos tratos, deje de ser obligatoria.
- La práctica nos ha demostrado que sería conveniente una reforma legal, porque hay casos concretos donde la pena de alejamiento impuesta de manera obligatoria está produciendo disfunciones. Algunas parejas deciden reanudar la convivencia y esa medida produce entonces una distorsión porque puede ser que esa pena se haya dictado en un momento puntual, en un supuesto de violencia leve. Desde el Observatorio y un grupo de expertos se dice que habría que modificar la ley para que un juez pudiera apreciar las circunstancias de cada caso concreto y que en los leves tenga la posibilidad de no imponer el alejamiento. Eso son mejoras técnicas puntuales de la ley y para eso siempre estamos atentos.
- El nivel de renuncia es bastante alto, en La Rioja ronda el 20%.
- Las renuncias al proceso tienen varias causas, fundamentalmente pueden obedecer a que la mujer todavía no ha roto la dependencia emocional, psicológica e incluso económica del denunciado. Puede obedecer también a que tiene miedo a qué va a pasar con ella, qué va a pasar con sus hijos y puede obedecer también a que se canse de la burocracia judicial, que el proceso le resulte insoportable y entonces renuncie. ¿Qué se puede hacer? Fundamentalmente fortalecer a la mujer antes de llegar al proceso. Creemos que es muy importante que antes de la denuncia las mujeres acudan a los servicios asistenciales para asesorarse y una vez que consigan la información suficiente, cuando se vean con fuerzas, proceder a la denuncia. Denunciar es un paso muy, muy difícil para una mujer. Una mujer antes de denunciar lleva noches sin dormir, pensando que será de ella, qué será de sus hijos, porque en definitiva toda la vida que ella pensaba que iba a estar al lado de quien creía que era su pareja se ha roto. Ya no es lo que ella pensaba y es un cambio radical.
- ¿Es posible la violencia cero?
- Creo que la violencia cero es una utopía. Una sociedad democrática lo que tiene que pretender es tutelar los derechos de sus ciudadanos y poner todas las medidas de protección que sean posibles para evitar la violencia dentro y fuera de los hogares, pero ciertamente sería ilusorio hablar de una violencia cero.
- ¿Cuáles cree que son los obstáculos con los que topa hoy la violencia de género?
- Uno es la dificultad en la obtención de prueba en el ámbito judicial. No olvidemos que más del 70% de violencia se produce dentro de los domicilios, la consecuencia es que no hay testigos y es más difícil probarlo ante los tribunales. Otro obstáculo es la dependencia emocional o psicológica respecto del agresor que hace que aparezcan las renuncias, los perdones, las retractaciones. Otro obstáculo es cuestionar la credibilidad de las mujeres a través del falso mito de las denuncias falsas, que se dirige fundamentalmente a reproducir otra vez que las mujeres son mentirosas por sistema y que van a los juzgados porque caprichosamente quieren hacer daño al marido. Los datos que se han tenido que recopilar al respecto de esta serie de mitos demuestran una y otra vez que no es cierto. Un grupo de magistrados del CGPJ realizó un estudio de 530 sentencias y sólo una decía que habría motivo para investigar si la mujer había denunciado falsamente. Ni siquiera hubo condena por denuncia falsa.
- Su trayectoria profesional ha estado ligado a la lucha contra la violencia de género, pero ha tocado más palos, de hecho, fue una de las ponentes en la sentencia que condenó en Marbella al juez Urquía por recibir dinero de Juan Antonio Roca. ¿Con qué se queda?
- Yo soy fundamentalmente jueza, lo que pasa es que siempre me han inquietado los temas sociales. Mi interés por la violencia nació cuando empecé a ser jueza en 1985, ¡es que hace ya mucho tiempo! Yo veía cómo las mujeres venían a denunciar a sus maridos y cómo aquello se quedaba en nada porque la ley no contemplaba las características propias de esta violencia. Cuando yo veía que las mujeres venían solas, sin asesoramiento, cuando me contaban su historia, cuando al día siguiente venían y renunciaban, cuando luego las veía en el juicio a ellas solas y el marido con su abogado. Todo aquello a mí me removió, pero yo soy fundamentalmente jueza, soy fundamentalmente una persona muy respetuosa con la ley y creo que la ley no es algo estático, sino que la ley y su interpretación conforme a la Constitución ayuda a que la Democracia vaya avanzando y vaya mejorando.
http://www.larioja.com/v/20110320/rioja-region/falso-mito-mujer-denuncia-20110320.html?mid=55  

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