El Ministerio Público todavía no cuenta con el informe agregado a una causa por maltrato a cinco hermanitos, que indica que a una niña menor de 12 años le estaban aplicando anticonceptivos inyectables, que despierta la sospecha de que pudo haber sido víctima de abuso sexual
Domingo 25 de Diciembre de 2011
Un niño hace piruetas en pleno semáforo de una calle céntrica. La exposición al peligro es constante, ante la casi nula intervención.
Acevedo, de la Unidad Barrial N° 7, todavía no cuenta con el informe recientemente agregado al expediente tramitado en el fuero de la Niñez, que despierta la sospecha de que una de las niñas pudo haber sido abusada sexualmente, debido a que la misma declaró a una pediatra que le han aplicado inyecciones anticonceptivas desde hace tres meses.
“El informe de la pediatra no llegó, yo no recibí nada aún”, expresó ayer la agente fiscal.
La investigadora no quiso precisar las diligencias que realiza, pero aseguró que se encuentra colectando elementos en contra de la madre, Cynthia, quien soporta la imputación penal por abandono, violación del deber de cuidado y maltrato, con un pedido de prisión preventiva en el Buen Pastor.
La menor que estaría siendo objeto de explotación sexual, ya en su declaración ante la sicóloga forense Marta Núñez, en setiembre del 2009 –entonces contaba con 10 años– había especificado que un vecino amenazaba con abusar de ella. A eso se sumaba que la trabajadora social Mirtha Gómez también advirtió en diciembre del 2009 que la casa era frecuentada por hombres con los que la madre se drogaba y se emborrachaba, lo que aumentaba la situación de vulnerabilidad de los niños.
Además, un informe elevado en noviembre pasado por la Lic. Gómez destaca que la misma niña frecuenta la discoteca “Tropi Club”, un local totalmente inadecuado para su edad.
Es así como al lamentable caso de explotación infantil y maltratos corporales se suma la probable explotación sexual de la niña de 12 años. Pese a todos estos elementos, la justicia sigue lenta para rescatar a menores expuestos de esta forma.
De llegar a comprobarse que este caso ya no es solo de maltrato y explotación infantil, se agravaría la situación legal de Cynthia. Esto, siempre y cuando el Ministerio Público cumpla con su obligación de reunir los elementos probatorios para esclarecer la situación de la menor cuanto antes.
Al fuero penal
Este proceso penal, el primero derivado de un caso de explotación infantil, es una consecuencia de un caso tramitado en el fuero de la Niñez y que concluyó con la separación de la mujer de sus cinco hijos.
La medida fue dictada por la jueza de la Niñez y Adolescencia María Teresa Franco tras constatar los graves daños físicos y sicológicos sufridos por los niños, a raíz de los maltratos.
De acuerdo a los antecedentes, los niños, con edades de entre 2 y 12 años, eran obligados por su madre a mendigar, pese a que la mujer recibía asistencia estatal en dinero y víveres.
Informes obrantes en el expediente revelaron que el niño S. cuando tenía 1 año estuvo internado en grave estado por desnutrición y parásitos y, al ser dado de alta, fue nuevamente expuesto a la intemperie para pedir limosnas, pese a la expresa prohibición médica.
El mes pasado, S., ahora con casi 3 años, sufrió traumatismo encefálico leve al ser atropellado mientras pedía limosnas en un semáforo ubicado en las cercanías de la iglesia Santísima Trinidad.
Una de las nenas reveló incluso que su madre la golpeaba si “recaudaba poco”.
En los dos años que duró la tramitación de este expediente, sobran los informes que solicitan con urgencia la intervención judicial para salvaguardar la integridad de los niños, algo que no aconteció.
“El informe de la pediatra no llegó, yo no recibí nada aún”, expresó ayer la agente fiscal.
La investigadora no quiso precisar las diligencias que realiza, pero aseguró que se encuentra colectando elementos en contra de la madre, Cynthia, quien soporta la imputación penal por abandono, violación del deber de cuidado y maltrato, con un pedido de prisión preventiva en el Buen Pastor.
La menor que estaría siendo objeto de explotación sexual, ya en su declaración ante la sicóloga forense Marta Núñez, en setiembre del 2009 –entonces contaba con 10 años– había especificado que un vecino amenazaba con abusar de ella. A eso se sumaba que la trabajadora social Mirtha Gómez también advirtió en diciembre del 2009 que la casa era frecuentada por hombres con los que la madre se drogaba y se emborrachaba, lo que aumentaba la situación de vulnerabilidad de los niños.
Además, un informe elevado en noviembre pasado por la Lic. Gómez destaca que la misma niña frecuenta la discoteca “Tropi Club”, un local totalmente inadecuado para su edad.
Es así como al lamentable caso de explotación infantil y maltratos corporales se suma la probable explotación sexual de la niña de 12 años. Pese a todos estos elementos, la justicia sigue lenta para rescatar a menores expuestos de esta forma.
De llegar a comprobarse que este caso ya no es solo de maltrato y explotación infantil, se agravaría la situación legal de Cynthia. Esto, siempre y cuando el Ministerio Público cumpla con su obligación de reunir los elementos probatorios para esclarecer la situación de la menor cuanto antes.
Al fuero penal
Este proceso penal, el primero derivado de un caso de explotación infantil, es una consecuencia de un caso tramitado en el fuero de la Niñez y que concluyó con la separación de la mujer de sus cinco hijos.
La medida fue dictada por la jueza de la Niñez y Adolescencia María Teresa Franco tras constatar los graves daños físicos y sicológicos sufridos por los niños, a raíz de los maltratos.
De acuerdo a los antecedentes, los niños, con edades de entre 2 y 12 años, eran obligados por su madre a mendigar, pese a que la mujer recibía asistencia estatal en dinero y víveres.
Informes obrantes en el expediente revelaron que el niño S. cuando tenía 1 año estuvo internado en grave estado por desnutrición y parásitos y, al ser dado de alta, fue nuevamente expuesto a la intemperie para pedir limosnas, pese a la expresa prohibición médica.
El mes pasado, S., ahora con casi 3 años, sufrió traumatismo encefálico leve al ser atropellado mientras pedía limosnas en un semáforo ubicado en las cercanías de la iglesia Santísima Trinidad.
Una de las nenas reveló incluso que su madre la golpeaba si “recaudaba poco”.
En los dos años que duró la tramitación de este expediente, sobran los informes que solicitan con urgencia la intervención judicial para salvaguardar la integridad de los niños, algo que no aconteció.
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