- Estiman que ascienden en el trabajo por su 'valía y esfuerzo'
- La conciliación está ligada a la cultura empresarial generacional
Miércoles, 28 de Diciembre, 2011
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/12/28/paisvasco/1325095912.html?mid=565La mayor parte de las mujeres que forman parte de las empresas familiares de Bizkaia consideran el contexto de la empresa familiar como "conservador y machista", pero no perciben diferencias de oportunidades asociadas al género. Es decir, creen haber tenido las mismas oportunidades que sus familiares varones y que llegan a los puestos dentro de la empresa por su "valía profesional y su esfuerzo".
Éstas son algunas de las conclusiones de un estudio sobre "El género femenino en la empresa familiar de Bizkaia", realizado por la Cámara de Bilbao y el Área de Igualdad de la Diputación Foral de Bizkaia, con la colaboración de la Cátedra de Empresa Familiar de la UPV-EHU y de la Asociación Bitácora.
Este estudio tiene el objetivo de analizar el papel que desempeña la mujer como familia, empresaria y propietaria, y conocer su influencia sobre la competitividad de la empresa familiar y su repercusión en el proceso de sucesión de las siguientes generaciones.
Las conclusiones del informe desvelan que existe una relación importante entre responsabilidad y formación. Asimismo, recoge que, mayoritariamente, las mujeres en puestos de responsabilidad ostentan un nivel alto de estudios, tienen una mayor implicación con la empresa, así como orgullo de pertenencia a la misma.
Esposas
El papel de la esposa varía mucho según la implicación que tenga en el negocio. Aquellas mujeres que han levantado la empresa junto a su marido la sienten como propia, pero las que son consortes pueden verla como un "enemigo", pues roba tiempo a la vida familiar creada con ellas.
Para mejorar la conciliación y la calidad de vida de las personas con cargos de responsabilidad dentro de la empresa familiar es necesario cambiar la forma de trabajo, pasar del presencialismo al trabajo por objetivos. Se ha observado que en las situaciones donde se da una visión moderna de la conciliación existe una mayor participación de la mujer en puestos de responsabilidad.
Sin embargo, las mujeres que forman parte del equipo directivo en una empresa familiar consideran "muy difícil" poder conciliar, mientras que en la empresa pública o en la empresa por cuenta ajena es "más fácil" hacerlo, y además en sus empresas existen medidas para ello: días de permiso, reducción laboral, horario flexible, jornada a tiempo parcial o cumplimiento íntegro del permiso de maternidad, pero no aplicables al equipo directivo.
Como conclusión general se puede afirmar que la conciliación en las empresas familiares estaría más asociada a la cultura empresarial generacional existente y a la persona en el cargo de responsabilidad, que a una cuestión de género en sí misma.
Potenciar el acceso a la empresa
Este informe de la Diputación Foral de Bizkaia, la Cámara de Comercio, la Cátedra de Empresa Familiar y la Asociación Bitácora, recoge también una serie de recomendaciones para potenciar el acceso de la mujer al mundo empresarial y facilitar su intervención en los procesos de sucesión.
En concreto, se plantea promover espacios y tiempos de encuentro entre todos los miembros de la empresa familiar, reforzando el sentimiento de pertenencia, la cohesión grupal, la identidad de familia, empresa y propiedad.
Así mismo, se recomienda formar a los miembros de la familia en herramientas de conciliación de la vida laboral, familiar y personal, empezando por el uso de las nuevas tecnologías para un primer acercamiento a la conciliación.
Por otro lado, para generar un cambio cultural en relación a la conciliación en las empresas familiares y la equiparación de oportunidades para la mujer, en particular, es necesario un mayor esfuerzo en procesos de cambio de actitudes gerenciales y de adquisición de nuevas competencias de gestión de organizaciones que contemplen los nuevos desarrollos conceptuales, normativos y prácticos asociados a la conciliación. Igualmente, hay que incorporar al protocolo familiar el traspaso de poder intergeneracional de forma planificada y real.
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