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- Piden siete años de prisión para una mujer que intentó matar a su pareja, que la maltrataba
- Una mujer apuñala en el estómago y el cuello a su pareja tras una discusión en Ciudad Real
21/09/2010http://www.lanzadigital.com/accesibilidad/index.php?noticia=15928
"Histérica”, tanto que le dio “siete puñaladas” sin que él llegara a tocarla. Así describió esta mañana José Luis B.C., de 42 años, ante la Audiencia Provincial el estado de su compañera sentimental, Gema Inmaculada J.R. de 40, el 24 de octubre del año 2008 en Cinco Casas cuando ambos, que compartían techo pero no se trataban, se enzarzaron en un terrible discusión que terminó con el varón herido de gravedad en el abdomen y con la mujer llena de magulladuras y moratones.
Sin embargo ella asegura que actuó en legítima defensa, porque su pareja, con el que comparte un hijo de 16 años que tuvo que declarar ayer en el juicio, llegó a casa borracho y no sólo la acusó delante de sus hijos de estar “acostándose por dinero con moros y rumanos”, sino que se abalanzó a su cuello y por poco la estrangula. No era la primera vez, según la acusada, que su marido de hecho -llevaban conviviendo quince años- le pegaba o la amenazaba de muerte, sólo que “como muchas otras mujeres maltratadas”, apostilló su abogada Olaya Lopezosa, nunca le había denunciado por miedo, “no lo denuncié porque le tenía mucho miedo y todavía se lo tengo”, explicó a preguntas de su defensa la acusada.
De hecho, aquel 24 de octubre cuando ocurrió todo, Gema Inmaculada J.R. estaba de baja por depresión y medicándose porque tenía diagnosticado un trastorno de humor con ansiedad. No estaba bien, circunstancia que pudo afectarle en su comportamiento. La fiscalía acusa a la mujer, encarcelada desde hace casi dos años, de intento de homicidio y solicita una condena de siete años de prisión en lo que el ministerio público considera el justo reproche penal a una reacción hasta cierto punto comprensible, por el grado de estrés y conflictividad en el que había degenerado la relación ‘de pareja’.
El ministerio público, que aplica la atenuante de trastorno psiquiátrico y la agravante, discutida por la defensa, de parentesco, incluso admite que la acusada es un mujer maltratada, pero cree que aquel día no se defendió , sino que atacó al hombre que estaba machacando su ánimo. Para el fiscal, que tras la vista no modificó ni una coma del escrito de acusación inicial, la primera vez que la acusada fue a la cocina y cogió un cuchillo, con el que pinchó varias veces al marido, pudo ser una reacción defensiva ante una ataque, pero no entiende por qué, como ella misma admite, fue de nuevo y agarró un cuchillo mayor, de 37 centímetros de hoja, con el que le propinó a su pareja cinco puñaladas, tres de ellas calificadas de “mortales” por los forenses, que afectaron al hígado y los intestinos.
¿Y qué había el hecho el marido para merecer aquello?; al parecer aquel día, según el relato del acusado, llegar a casa algo bebido aunque “sabía lo que hacía”, sentar a su hijo de 16 años y su hijastro de 19 en el sofá y decirles que su madre era una puta, que cobraba por hacerlo con otros hombres, porque “me lo habían dicho en el bar”. Este comentario bastó (siempre según el marido, que está acusado por la fiscalía de un delito de maltrato para el que se solicita diez meses de cárcel) para que ella cogiera un cuchillo, “se pusiera histérica y me pinchase...hasta cortó a su madre”, que también se encontraba en la casa.
Respecto a los moratones que presentaba la presunta homicida, su explicación es que puede que se los hiciera él, pero desde el suelo, tratando de evitar que lo siguiese acuchillando: “Ella es débil de piel y le salen con frecuencia”, apostilló, en una frase que la defensa de Gema Inmaculada, que pide la libre absolución al entender que en el caso concurren las eximentes completas de legítima defensa, miedo insuperable y trastorno psiquiátrico, “es paradigmática de los hombres acusados de malos tratos que ‘nunca’ golpean”. No aclararon nada
En el juicio también declararon la madre y los dos hijos de la acusada, de 19 y 16 años, pero no aportaron ningún dato relevante para clarificar lo que pasó aquel día. La madre de la acusada y los hijos dicen que sí, que las broncas entre sus padres eran frecuentes, que ya ni se trataban y sólo compartían techo, pero nunca presenciaron a José Luis B.C. pegando a la madre. Ese día la madre de Gema Inmaculada ni siquiera vio cuchillos, “se engancharon y intenté separalos”, dijo, al ver que no podía salió a buscar a su nuera que vivía al lado. Los hijos afirmaron que el padre agarró primero a la madre del cuello y que fue él el que empezó la bronca, pero tampoco vieron los cuchillos. Lo cierto es José Luis B.C. por poco muere desangrado en la casa. Lo salvó que Gema Inmaculada, al ver lo que había hecho, avisará rápidamente al 112 y cooperara en la insvestigación posterior.
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