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lunes, 25 de febrero de 2013

Emplea la Mediación en tus conflictos familiares

Lunes, 25 de Febrero, 2013
Aldo Morrone y Dominic D. Abate examinan en Madrid los cambios que se producen en las familias y cómo la mediación puede darle respuesta
Cualquier profesional no está libre de conflictos familiares en su ámbito más personal. Problemas que debe gestionar con diálogo para evitar que le absorban y quiten energías. En este contexto en los últimos años la mediación, como puerta abierta al diálogo, parece ser una actividad muy útil en determinadas situaciones. Para conocer las últimas técnicas aplicadas a la mediación familiar, la Asociación Madrileña de Mediadores organizó durante dos días consecutivos un taller con dos expertos del prestigio de Aldo Morrone y Dominic D. Abate. A juzgar por la afluencia de público, nadie salió insatisfecho.
Aldo Morrone ha vuelto a España para dejar su sello magistral en dos sesiones donde ha abordado los cambios de la mediación familiar ante escenarios como el divorcio, las sucesiones familiares y la coparentalidad. “Es evidente que ustedes han dado en los últimos veinte años pasos de gigante en el desarrollo de esta actividad, tanto desde las instituciones privadas como las universidades. Nadie pone en duda que hay muchas personas con vocación de ser mediador; profesionales de diferentes profesiones pero muy brillantes que podrían ser mediadores”, afirma poco antes de que se inicie la segunda sesión en este taller organizado por la AMME (Asociación Madrileña de Mediadores), en presencia de Ana Criado presidenta de dicha institución.
Su visita coincide con la próxima aprobación que regule la vigente Ley de Mediación, gestionada hace menos de un año, una normativa que esperaban los interlocutores del sector para poder regular una actividad profesional clave, en el contexto que vivimos. Ahora quedará por ver cómo se articula la figura del mediador; su formación y experiencia, en una actividad en la que un tercero a las partes acerca posturas y ayuda a encontrar una solución a ese conflicto. En un contexto en el que han aparecido las tasas a la justicia, parece posible que se empiecen a derivar asuntos al campo de la mediación, a corto y medio plazo. Precisamente la citada Asociación Madrileña de mediadores editaba un video sobre las ventajas de la mediación, bastante pedagógico

En todos los países, comenta que hay un debate del papel que debe jugar la mediación en los procesos de divorcio. “Cuestiones como la paternidad o la coparentalidad, son elementos a tener en cuenta de cara a saber que deparará ese divorcio para nuestros hijos”, en un contexto donde el concepto de familia tradicional se ha visto superado. “Es evidente que la mediación es un campo extraordinario para el diálogo, dentro de la intimidad familiar y ayudará a esa renovación de las familias de la que usted hace mención, de esa forma todo se podrá discutir, incluso lo considerado tabú” , subraya.

Mediaciones y lucha de poder
Desde este contexto de diálogo se pueden vislumbrar situaciones de poder, entre el hombre y la mujer; o entre los padres y los hijos. “también se puede descubrir la distancia abusiva que mantenemos con nuestros abuelos de forma injustificada”, aclara Morrone. Es precisamente ese contexto de diálogo que fomenta la mediación lo que hace que tanto las situaciones cotidianas como las extraordinarias encuentren su acomodo. “En todos los países tenemos el debate entre si el mediador debe ser una profesión o una actividad profesional desempeñada por diferentes expertos. Es un debate reciente porque la mediación está calando en la sociedad en que vivimos”.
En esta tesitura del progreso de la mediación, nuestro interlocutor recuerda que en su Quebec natal gran parte de la mediación está esponsorizada por el propio Gobierno “Eso indica que las primeras cuatro o cinco sesiones están sufragadas a nivel institucional y no cuestan nada a las partes y es el mediador quien envía la factura al Estado para su abono posterior” ,comenta Morrone. Por este motivo es mejor hablar de acto profesional que de profesional como se entiende realmente. “
Preguntado si con los cambios generados en el ámbito familiar debe cambiar el perfil de lo que se considera como mediador familiar, señala que “en los últimos años se ha visto una evolución en este perfil. Ahora el mediador está claro que realiza su trabajo de una forma diferente a la que nosotros lo hacíamos”, lo cual no quita para que el proyecto de mediación familiar siga siendo el mismo. “es una herramienta muy útil cuando se abren procesos de sucesión en las familias donde se generan cambios importantes en el seno de las mismas”.

Sobre la custodia compartida, actividad pendiente de regulación legislativa en nuestro país, Morrone recuerda que este es un fenómeno diferente en muchos países. “En el caso de Quebec, mi ciudad natal, los dos progenitores tienen los mismos derechos, así ha surgido el fenómeno de la coparentabilidad desde hace veinte años donde la labor del mediador es de una forma neutral atender a esta transformación de la famila y atender a este nuevo desafio que surge tanto para padres, hijos y abuelos :”cortar la relación con uno de los progenitores es uno de los actos más violentos que puede ejercerse sobre un niño”.

Coordinador parental para salir del conflicto
Dominic A. D´Abate, el otro ponente de estas sesiones organizadas por la Asociación Madrileña de Mediadores, explicó un proyecto que se creó en los años 90 en California y se está poniendo en práctica actualmente en Canadá.
Es la "Coordinación parental" y se trata de un servicio para la resolución alternativa de disputas entre parejas divorciadas con alto contenido de conflictividad que participan en numerosos procesos judiciales con un coste muy alto para la sociedad y la familia. “En países como el nuestro podría ser un elemento para fomentar la custodia compartida o solventar algunas situaciones cuando no se lleva a cabo”, comenta.
En la coordinación parental trabaja un grupo multidisciplinar formado por mediadores, psicólogos, trabajadores sociales cuya función es la de educar y asesorar a los padres sobre las necesidades de sus hijos y ayudarles a la toma de decisiones consensuadas. Este servicio se pone en marcha por iniciativa judicial cuando han fallado los métodos tradicionales de resolución de conflictos (ellos aquí incluyen la mediación), siendo el rol del abogado muy importante ya que también ellos lo pueden solicitar.
El seguimiento de estas familias se hace a largo plazo, con entrevistas semanales el primer año. Si bien ésto hace que sea un servicio muy costoso se ha comprobado que es inferior a lo que la litigiosidad de éstas familias le está costando en la actualidad al Estado.
D Abate no oculta que este tipo de iniciativas es algo compleja “porque necesita de un grupo de profesionales que se integren para poner en marcha esta actividad”. También señala que ya ha tenido algunas conversaciones con la Generalitat de Catalunya sobre este tema.

Trabajar sin prejuicios
Entre los asistentes, muchos profesionales de la mediación procedentes de la geografía española. Es evidente que la capacidad de convocatoria de Morrone queda fuera de toda duda. En opinión de Amparo Quintana, abogada y mediadora es loable los ánimos que insulfa este profesional de cara a trabajar sin miedo y prejuicios en este terreno:”. Sin desvirtuar los principios de la mediación, temas que son tabú para algunos profesionales (inclusión de los niños en los divorcios de sus padres, presencia de los abogados, atención telefónica, etc.), el S. Morrone los aborda con naturalidad, abriendo el abanico de posibilidades y ampliando las oportunidades de explorar nuevas soluciones. Si hay una frase que lo sintetice es: “fuera clichés”, pues cada familia es un mundo y presenta necesidades distintas.”
Para esta profesional el papel y las opiniones de los niños en cualquier proceso de mediación hay que tener en cuenta y pueden comunicar lo que sienten de muy diversa manera:” El papel de los mediadores consiste en hacer inteligible esos avisos infantiles (de infancia, no de infantilismo) a sus mayores, que muchas veces no son capaces de verlos. Si se les proporciona a los menores el espacio adecuado y la confianza suficiente, serán capaces de manifestar sus preferencias, no solo en cuanto a su custodia por uno u otro de los progenitores, sino también respecto a su relación con el resto de hermanos, abuelos, etc” Desde su punto de vista también es una lástima que, tal vez guiados por un exceso de mitos y estereotipos, hayamos llegado hasta el siglo veintiuno pensando que hay ámbitos en lo que solo pueden hablar y decidir los padres o tutores, cuando lo que se trata son temas que afectan directamente a los hijos.
Otro tema que ha llamado poderosamente la atención es que Aldo Morrone ha mediado en temas de violencia familiar, lo que según Yolanda Quintana “quizás tengamos que plantearnos si no estamos perdiendo la ocasión de ayudar a las personas a gestionar sus problemas desde una óptica menos combativa, sobre todo teniendo en cuenta de que existe la posibilidad de mediar a través de medios telemáticos, lo que facilita los encuentros.”
En resumen, desde su punto de vista, la mediación familiar no puede constreñirse a tres o cuatro modos de hacer, sino que se trata de un universo en constante expansión, donde las verdaderas estrellas son las personas mediadas.
http://www.lawyerpress.com/news/2013_02/2202_13_003.html

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