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- ¿QUÉ EMPUJA A LOS MENORES A LA VIOLENCIA?
10 de noviembre de 2012http://www.laopinioncoruna.es/coruna/2012/11/10/mujer-condenada-golpear-hijo-toalla-escurridor/663315.html
La procesada no podrá acercarse al afectado, que cuando sucedieron los hechos tenía 16 años, ni comunicarse con él durante dos años .Dos amigos del denunciante confirmaron su versión
Una mujer fue condenada por agredir a su hijo de 16 años con una toalla y un escurridor que utilizaba para la ensalada. La magistrada del Juzgado de lo Penal número 4 consideró probados los hechos denunciados por el menor, por lo que impuso a la acusada un año y cuatro meses de cárcel y la prohibición de acercarse a menos de 300 metros de su hijo y de comunicarse con él durante dos años.
La juez, además, la sentenció a la privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante dos años y un mes, así como a abonar a la víctima, que ya es mayor de edad, 429 euros por los días que invirtió en curar las heridas que le causó.
La magistrada relata en la sentencia que la sospechosa, que negó los hechos durante el juicio, a finales del mes de noviembre de 2009, cuando su hijo tenía 16 años, lo golpeó con una toalla y con las manos en el brazo y en el pecho porque no había recogido la ropa que estaba en la bañera.
Un mes después, el 23 de diciembre, le pegó en el brazo con un escurridor después de que la víctima reconociese que no había asistido a clases particulares. El menor, como consecuencia de la agresión, sufrió una contusión en el antebrazo y tardó en curar 15 días, ninguno de los cuales estuvo incapacitado para realizar sus ocupaciones.
La condenada, según indica el fallo judicial, argumentó en la vista oral que su hijo le pegó a ella porque heredó "los genes de su padre", del que está separada. "Las declaraciones del menor de por sí son suficientes en cuanto fueron mantenidas, coherentes y minuciosas, sin darle mayor énfasis a los hechos, además, sus declaraciones se apoyan en una serie de datos y pruebas periféricas que le otorgan una credibilidad capaz de destruir y contradecir las declaraciones exculpatorias de su madre", recalca la titular del Juzgado de lo Penal número 4, al tiempo que destaca que el afectado residía con su madre en la calle Monte das Moas y que no mantenía ninguna relación con su padre.
El menor declaró que estableció contacto con su progenitor cuando la condenada lo echó de casa en el mes de noviembre de 2009 y que volvió a hablar con él para pedirle que lo acompañase a presentar la denuncia, ya que al ser menor, no le dejaban declarar solo. La juez subraya en el escrito que dos amigos del perjudicado confirman el incidente sucedido en el cuarto de baño de la vivienda, ya que estaban en otra habitación de la casa.
Uno de ellos testificó que escuchó gritos y acudió al servicio, donde presenció la agresión de la mujer a su hijo. Los compañeros del perjudicado confirmaron que su madre lo echó de casa en una ocasión y que lo acogieron en un piso. La madre del amigo que lo dejó quedarse en su domicilio contó que la procesada la llamó por teléfono y le dijo "de todo". La testigo, además, afirmó que el adolescente tenía "una lesión evidente en el codo". La juez tuvo en cuenta a la hora de dictar la sentencia la atenuante de dilaciones indebidas, ya que el procedimiento se retrasó por causas ajenas a la condenada.
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