CUSTODIA PATERNA: Eva Giberti: "Néstor Kirchner abrió un camino para avanzar sobre el patriarcado"

martes, 2 de julio de 2013

Eva Giberti: "Néstor Kirchner abrió un camino para avanzar sobre el patriarcado"

Martes, 2 de Julio, 2013

La responsable del programa "Las Víctimas contra las Violencias" aseguró que la gestión de Néstor permitió una ley "contra las violencias de género que abrió el camino" para que la Presidenta encuentre "los intersticios" para avanzar sobre "el patriarcado" con un "proyecto inclusivo".

En febrero de 2006, Giberti, psicóloga, asistente social, profesora universitaria, autora de libros sobre género, militante por los derechos de humanos, recibió un llamado: la invitaban a ir a la Casa Rosada a hablar sobre mujeres y violencia.
¿Alguna vez la habían invitado a Casa de Gobierno?
Me había llamado Raúl Alfonsín, y junto a Zita Montes de Oca organizamos un grupo de 20 o 30 mujeres. Había limitaciones. Estaba, por ejemplo, María Elena Walsh que se fue rápidamente porque avanzaba con temas con los que el Presidente no quería avanzar. Había temas que no se podían tocar. Avanzamos contra la corriente. También me convocaron durante la presidencia de Carlos Menem, pero nunca fui por razones de buen gusto.
¿Por qué aceptó ir en 2006?
Tenía en claro que estábamos en otro país. Una cosa era festejar la democracia, pero ahora había un proyecto nuevo, distinto. Sé leer política y entendía que ese hombre, Néstor Kirchner, traía cosas diferentes. Me había ocupado de mirar bien lo que pasaba, de modo que cuando me llama Aníbal Fernández, a quien sólo conocía por la televisión, decido ir.
Desde ese año es la coordinadora del programa “Las víctimas contra las violencias” del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, donde reciben llamados de la policía o a la línea gratuita 137, los 365 días del año, las 24 horas, de personas de Ciudad de Buenos Aires que sufren maltratos y violaciones, a quienes asisten y acompañan en la emergencia.

"Acepté ir a Casa de Gobierno en el 2006 y no antes, porque entendía que ese hombre, Néstor Kirchner, traía cosas diferentes"

Ese febrero de desafíos “era caluroso, yo no fui vestida apropiadamente para ver al Presidente”, rememora el inesperado encuentro con Kirchner que bajó al despacho de Fernández para saludarla y decirle que había que tomar “decisiones de fondo, que los ataques contra las mujeres no podían avanzar”.
De ese encuentro salió también el germen de la ley 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales.
A partir del pedido presidencial “juntamos a 68 profesionales de primer nivel para redactar el proyecto”, norma que está en plena vigencia y que califica como “un modelo en América Latina porque avanza en temas desafiantes del patriarcado”.
Giberti invita a imaginar a esta legislación “avanzando como un torrente, porque coloca todas aquellas necesidades que había que mostrar y defender a través de un pensamiento de derechos humanos, pero básicamente de un pensamiento de derechos de las mujeres. Habla de violencia psicológica, económica, obstétrica, mediática...”
¿Por qué llegó el torrente en este momento?
Irrumpe porque hubo ríos, que desde distintas corrientes y perspectivas se fueron acumulando de manera inteligente como para hacer una fuente desde donde provenían ideas realmente fecundas, que se conjugan en la redacción de esta ley.

“Cristina avanza con otras movidas, palabra que uso porque la movida es estrategia, como en un tablero de ajedrez para hacer una trama”

En un momento donde las mujeres ocupan cargos políticos.
Las mujeres habían entrado a la política con una fuerza que parecía que Alfonsín las había introducido, pero no, fue remar contra la corriente. No es parecido a lo que fue sucediendo después con la gestión Kirchner, porque aparece con otra conciencia. Al cupo femenino había que explicarlo, ahora ya no hay nada que explicar, porque se generó un clima de conciencia en el imaginario social, y ese es el gran éxito de Kirchner. Estoy orgullosa de haber aceptado la propuesta del Presidente.
¿Cree que aumentó la violencia contra las mujeres?
Sí, absolutamente.
¿Qué es lo que pasa?
No tengo idea. Vengo de representar a Argentina en la 57ª reunión de ONU Mujeres donde escuché al mundo entero decir que hay un incremento de las violencias, de las víctimas y de la crueldad. En nuestro caso por la cantidad de mujeres quemadas, un fenómeno, los asesinatos con fuego, que no se da en otros países.
Y la gestión que continuó Cristina ¿Cómo incorporó estos temas?
Cristina, con el soporte de la 26.485, articula con las leyes de matrimonio igualitario, de identidad de género, de trata y de femicidio, son cuatro patas fundamentales. Y además está el decreto 936, que prohíbe la publicación de avisos que promuevan la oferta sexual, para prevenir el delito de trata de personas.
Giberti usa metáforas para describir los logros en las políticas públicas de género: “Cristina avanza con otras movidas, palabra que uso porque la movida es estrategia”.
Y agrega: "Es un conjunto de movidas que se van articulando como en un tablero de ajedrez para hacer una trama. Y es una movida porque, como en el ajedrez, tenés que sacar a los que molestan. En política no se los saca del tablero, lo que se hace es desplazar a sectores que ponen trabas y encontrar el camino para meterse en el intersticio donde ella encuentra los aliados".
Esta estrategia ¿incluye el empoderamiento de las mujeres?
Hay que volver cada tanto al terreno, de lo contrario se corre el riesgo de quedar en la teoría. Yo voy a hablar con las mujeres.
Hay que escuchar qué les pasa, qué piden y qué agradecen. Este empoderamiento -palabra que me cae mal, muy gringa, pero sé que por ahora no hay otra-, con las clases populares es el único modo de llegar. Es lo que hace la Presidenta con un tipo de discurso de llegada directa que usa para llegar a quien tiene que llegar. Esto del empoderamiento de las mujeres va a llevar mucho tiempo porque este es un país patriarcal.
¿El gran tema sigue siendo la violencia?
Es un tema grande que está enlazado con la formación de las mujeres. Esto no sería problema si el problema de fondo no fuera el patriarcado. Con otro nombre, Cristina está peleando contra eso, tiene la inteligencia de no hablar del patriarcado.
No sólo las violencias son un tema grande, las distintas formas de injusticia siguen siendo violencias. Por eso es necesario el cambio en la Justicia, la formación en género de abogados y médicos. El gran tema sigue siendo un sistema donde hay opresores y oprimidos y oprimidas. Un sistema que la gestión está tratando de cambiar cuando se habla de inclusión.