La Justicia, a ojos del ciudadano
14.09.11 - MATEO BALÍN | MADRID
CARLOS CARNICER CONSEJO GENERAL DE LA ABOGACÍA
«El Poder Judicial ha recibido la peor valoración social de siempre y urge un pacto de Estado»
Los jueces no dedican ni la atención ni el tiempo adecuado a cada caso, cuando dictan sentencia «por lo general» no actúan con total independencia, el lenguaje que utilizan es «excesivamente» complejo para la ciudadano medio y tienden a estar «fuera de onda» respecto a lo que ocurre en la vida cotidiana de los españoles. Este diagnóstico, «rotundamente severo», sobre la actividad de los magistrados aparece en una encuesta del Colegio General de la Abogacía sobre la imagen de la Justicia en la sociedad española.
La carrera judicial no sale bien parada en el estudio y la confianza de los ciudadanos en los jueces ha caído del aprobado sobrado, seis, al suspenso, 4,8, en tan sólo tres años. Una de las razones de esta bajada es la paulatina pérdida de contacto con la calle. La mitad de los encuestados consideran que los togados no están al tanto de lo que ocurre en la sociedad y el 76% asegura que sus sentencias son «papel mojado» porque luego no se aplican.
De la misma forma, la carrera judicial se ve perjudicada por la mala imagen social que históricamente ha transmitido la administración de Justicia. «No funciona, es lenta, anticuada y sus procedimientos son complejos», constata la mayoría de los consultados. Y los planes de modernización que ha puesto en marcha el ministerio en juzgados y tribunales apenas han tenido eco.
No obstante, «con todos sus defectos e imperfecciones», los españoles consideran que la administración de Justicia es la garantía última de defensa de la democracia y de las libertades; que los tribunales suelen dar finalmente la razón a quien efectivamente la tiene; que los jueces no están predispuestos, de entrada, a favor o en contra de ninguna de las partes implicadas, aunque luego tiendan a dejarse influir; y que, en todo caso, son tan buenos como los de cualquier otro país de la Unión Europea.
Reforma profunda
Pese a ello, la conclusión del estudio es que, tal y como están las cosas, la Justicia necesita una reforma profunda y urgente, en especial el Consejo General del Poder Judicial, así lo piensan el 80% de los entrevistados. Por su parte, siete de cada diez están convencidos de que el órgano de gobierno de los jueces decide sobre cargos y nombramientos más por criterios políticos que en función de factores técnicos y/o profesionales.
«La valoración es la peor desde que la institución existe, en 1981, por lo que estamos en un momento extraordinario para acometer la gran reforma de la Justicia a través de un pacto de Estado, más prolongado del suscrito en 2001», señaló el presidente de los abogados españoles, Carlos Carnicer, en la presentación del barómetro, que ha recogido la opinión de 4.000 entrevistados en julio.
Carnicer apuntó que para mejorar la imagen de la administración judicial hay que empezar por conseguir que el Ministerio de Justicia «se llame Ministerio de Relaciones con la Administración de Justicia, que el Consejo General del Poder Judicial sea el Consejo General de Magistratura y que las comunidades autónomas aclaren sus competencias para no liar a la ciudadanía».
En el caso contrario se encuentran abogados y notarios, los actores jurídicos mejor valorados. Según el estudio, la mitad de los españoles reconoce haber acudido a un despacho de un letrado y puntúa la satisfacción con los servicios recibidos con un notable, valorando especialmente la atención y el trato prestado, su preparación técnica y el importe de los honorarios cobrados.
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